Proseguía acariciando su rostro, pasó su dedo índice por sus labios de una forma cálida, con ganas de besarlos. Debía contenerse ya que igual la joven huía y no volvería a confiar en ella.
Comenzó a susurrarle: "mi amor, despierta" "Cariño, venga que te he hecho la cena"
Poco a poco la joven iba abriendo sus negros ojos, encontrándose con los ojos café de su profesora. Notaba cómo sus dedos recorrían su tez, le estaba relajando mucho.
+ Cuando entré estabas hecha una bolita y estabas muy tensa, comencé a acariciarte y te fuiste calmando poco a poco
-Estaba asustada aún... y tenía mucho frío.
Rebeca esperó a que la joven le dijera por qué estaba en la calle sola y muerta de miedo
+ Cuando iba a coger el autobús, vi a lo lejos a Andrés y tuve mucho miedo, me di la vuelta y comencé a andar sin ningún rumbo.- Dijo con lágrimas en sus ojos
+Ey pequeña tranquila-le abrazó- Estás aquí conmigo ya, no pienses más en ello. Sabes que aquí no te va a pasar nada mi amor
La joven le sonrió, a modo de "gracias". Se levantaron y fueron a cenar. Rebeca lo había puesto todo precioso. Había puesto velas en modo acogedor. Sólo faltaba la comida encima de la mesa
+¿Estás a gusto?- dijo mientras se sentaban
-Sí, gracias. Esto es precioso. Muchas gracias por todo, Rebeca. Me estás ayudando más de lo que crees.
Se miraron y se quedaron embobadas una mirando para la otra. Cenaron y se pusieron una película. Aún era pronto para ir a dormir. Rebeca se sentó y Laura se tumbó entre sus piernas, para recibir su calor. Le seguía acariciando la cara, el pelo y ahora ya había bajado al cuello.
+¿ Estás mejor? – preguntó con un tono suave para tranquilizarla más.
-Me gusta estar contigo, consigues relajarme solo con rozarme. Me transmites tranquilidad Rebeca.- Soltó la pequeña colorada de la vergüenza
+¿Cómo tienes las heridas? Déjame verlas por favor
-Están bien, tranquila. No es necesario- Dijo la joven. No quería preocuparla aunque la herida que tenía en el pezón no tenía muy buena pinta
+Laura, si es porque no quieres que te vea sin ropa, lo entiendo... Pero necesito saber cómo estás.
La joven empezó a llorar, le dolía mucho el pezón desde ese día y no sabía qué hacer.. Era algo delicado...
+Mi amor... sólo quiero ayudarte.. –Dijo mientras la colocaba en su pecho- Déjame verlo, aunque sea lo de la tripa
-Las de la tripa están bien...- dijo en un susurro.
+La otra no, ¿verdad?- Suspiró con tristeza
-No... creo que está inflamado...- dijo mientras se levantaba.
+Laura por favor, déjame ayudarte. Sabes que no voy a decir nada ni a juzgarte.
La pequeña accedió triste. Fueron a la habitación para estar más cómodas en la cama.
+Túmbate mi amor- dijo mientras la abrazaba para tranquilizarla.
Se tumbó y Rebeca vino con el botiquín. Se sentó a horcajadas encima de su cintura. Eso despertó algo en cada una. Las dos estaban locas por la otra. "relájate, no voy a hacerte daño" susurró. Comenzó a levantarle la camiseta, se la quitó y pudo observar las heridas. Estaban mejor pero aún se notaban mucho. Las estaba acariciando con mucha ternura. Le miró, como pidiendo permiso para quitarle el sujetador y esta accedió, no sin antes darle un beso en la mejilla para que se relajara. Estaba muy tensa.
Se desprendió del sujetador y ahí estaba. Estaba inflamado, Laura la miraba con pena, ya que tenía que curarlo y seguramente le haría daño.
+Mi amor, tranquila. Agarra aquí.- le tendió la mano como el primer día y funcionó. Le curó la herida a penas sin hacerle daño, y acariciaba todo su vientre hasta el cuello. Laura se estaba relajando al igual que estremeciendo.
+Me da que hoy vas a tener que dormir sin sujetador, si no te va a estar rozando y te va a hacer daño
-No pasa nada, siempre duermo sin el jaajja
Laura cogió su ropa y volvió a vestirse, estaba empezando a tener frio de nuevo
Así de la nada, Rebeca le miró y comenzó a hacerla cosquillas. Después de un buen rato haciendo el bobo la joven habló
-No quiero que perdamos esto. Estoy muy a gusto
+Yo tampoco quiero perder esto, pequeña. Ya lo sabes, me haces sentir viva
Las dos se sonrojaron y se abrazaron.
+Venga, vamos a dormir, ha sido un día muy largo- Dijo mientras se ponía el pijama a espaldas de su alumna.
"Vaya cuerpazo por dios" pensó Laura. Tenía una cintura preciosa, de esas que te pones a acariciar y no te cansas nunca. Realmente su profesora era una belleza.
Apagaron la luz y ahí estaban. Tumbadas una a cada lado de la cama, dándose la espalda por vergüenza aunque se morían por abrazarse y besarse.
+Buenas noches mi niña- susurró
Laura se dio la vuelta y se acercó a su espalda, Le dio un beso en el cuello y le susurró sin moverse: "Buenas noches, ángel de la guarda". Le abrazó por detrás, haciéndole caricias en la tripa para relajarla y así notar su cuerpo. Pero con la tela no podía...
Metió lentamente su mano dentro de su pijama y Rebeca se estremeció. Tenía la mano helada ajaja. Sin embargo, no dijo nada para que la sacara.
Así acabó la noche, las dos abrazadas en la cama, rozándose y dándose calor

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Vía de escape
RomanceUna alumna; Laura. Una profesora; Rebeca. Un lugar para ambas; el instituto. ¿Conseguirá Rebeca ayudar a Laura con sus miedos, preocupaciones y su soledad constante? ¿Podrán volver a confiar en el amor y enamorarse la una de la otra?