Ahí se quedó Laura con cara de boba viendo como se iba esa belleza, sin dejar de sonreír
Se acercó a las listas de clase, le tocaba en 2º B de bachillerato. Aula 301. Se dirigió hacia las escaleras que llevaban al tercer piso y por fin encontró su clase. De tanto subir escaleras, le volvió a dar un mareo. Ella no quería empezar el curso desplomándose en el suelo. Empezarían de nuevo las risas y los insultos a si que agarró su mochila y sacó esa tableta que le había dado la chica anónima del bus. Comió dos onzas y de repente escuchó una dulce voz.
+Ey, ¿Te has vuelto a marear? quieres que te acompañe al baño y te echamos agua en la nuca para que te despejes un poco?
- Sí, creo que será lo mejor, no me gustaría caerme de la silla de un momento a otro- Las dos rieron mientras se miraban.
Ven, creo que es por aquí. ¿no dormiste bien, pequeña? tienes ojeras- Laura la miró y su desconocida pudo observar su tristeza en su mirada.
- Si tranquila, solo que a veces me sienta un poco mal desayunar.- Mintió para evitar recordar ciertas cosas que le perturbaban.
+ Oye ¿como te llamas? que si nos vamos a ver y los alumnos ven que te llamo pequeña, seguro que piensan que eres mi hija- Una carcajada salio de Laura- ¿ de que te ríes pequeña?
- ¿ tan joven crees que soy? me llamo Laura. ¿tú como te llamas?
+ Bueno, Laura es un nombre bonito, pero te pega más pequeña- Laura sabía que ese comentario no iba con ánimo de insultarla o hacerla sentir mal, pero Rebeca se dio cuenta de lo que había dicho cuando vio a Laura agachar un poco la cabeza y sonreír de una forma triste
- Supongo, no se. Se que son un taponcín.- Dijo ella echándose el agua en la nuca como acordaron antes.
Rebeca vio como Laura cerraba los ojos en un intento de relajación, pero notó que algo le preocupaba, no sabía exactamente el qué, pero tampoco tenía la confianza suficiente con ella como para preguntarle. Seguramente Laura no quería responderla. En un intento de calmarla más, Rebeca se puso detrás de ella y puso sus manos encima de sus pequeños hombros.
+ ¿Te encuentras mejor?- Le miró a través del espejo y le esbozó una sonrisa y una mirada tranquilizante. Parece que la tranquilizó un poco
-Sí, muchas gracias- Dijo mientras se sonrojaba
Comenzó a tocar el timbre del comienzo de clases.
+Será mejor que vayamos ya a clase. Ninguna quiere llegar tarde nuestro primer día- dijo mientras salían del baño.
Las dos se pararon enfrente del aula 301. Rebeca miró a Laura y estaba ausente desde que salieron del baño. Le cogió de los hombros y Laura sacudió su cabeza en señal de que estaba pensando en otras cosas.
+Si necesitas hablar, desahogarte o desconectar de algo, búscame y estaré encantada de ayudarte ¿vale pequeña?- Le sonrió dulcemente con mirada preocupada
-Sí tranquila, solo que no estoy en mi mejor momento últimamente. Gracias por todo... eh..¿Cómo has dicho que te llamabas?- Le preguntó mientras Rebeca iba a abrir la puerta de su aula
+ Aún no te lo he dicho, pequeña- Sonrió victoriosa
Entraron las dos en el aula.
Laura no quería parecer frágil delante de nadie, sin embargo, lo había hecho delante de esa profesora. Ahora mágicamente iba a ser su profesora durante todo el curso.
Rebeca entró primero, ante la atenta mirada de los alumnos impacientes por saber quien sería su nueva tutora este curso. Se acercó a su mesa y comenzó a hablar.
+¡Buenos días chicos! -Dijo muy alegre- Este año seré vuestra tutora y vuestra profesora de arte y literatura, es decir, que nos vamos a ver mucho este curso y mas os vale que nos llevemos bien.
La clase rió y se relajó ya que vieron que parecía buena persona. Laura se había sentado sola atrás junto a la ventana, ya que no quería tener a nadie al lado, antes de conocer las intenciones de cada alumno. No quería volver a vivir otro infierno este año. Se dio cuenta de que muchos chicos tenían la boca abierta aún por la belleza que tenían delante. La verdad, a ninguno dejaba indiferente.
*¿Cómo te llamas profe?- dijo un alumno,¡. Parecía ser el típico gracioso del grupo
+Rebeca, me llamo Rebeca- Laura alzó la vista con una sonrisa de oreja a oreja hacia Rebeca, por suerte, ella también la estaba mirando. Durante unos segundos, parece que se estaban comunicando a través de una mirada.
*¿rebeca? pues come lo que tengo en la bragueta.- Un gupito de chicos empezaron a reír sin pudor. La pobre profesora estaba avergonzada.-* O qué pasa, ¿no le van los penes? ¿le van más los chocos?
- Seguramente le guste gente con dos dedos de frente, no como tú, que pareces en macho alfa del grupo, que con tu grupito de amigos te crees muy valiente ofendiendo a una persona que no te ha hecho ni lo más mínimo- Dijo Laura desde el fondo de la clase. A medida que iba hablando, se iba poco a poco arrepintiendo de lo que estaba haciendo. No quería ser el centro de atención. ¿Y si después de eso la empezaban a acosar por dejarle en ridículo?

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Vía de escape
RomanceUna alumna; Laura. Una profesora; Rebeca. Un lugar para ambas; el instituto. ¿Conseguirá Rebeca ayudar a Laura con sus miedos, preocupaciones y su soledad constante? ¿Podrán volver a confiar en el amor y enamorarse la una de la otra?