Vía de escape

Primer dia

Salió de casa intentando no despertar a su madre y así no tener que oírla chillar por cualquier cosa. Se acercó a la parada de bus, tenía ganas ya de sacarse el carnet de conducir para no tener que depender del bus y así poder coger el coche y poder huir lejos de todo el mundo y los problemas que van con ello.
Se empezó a encontrar mal al subir al bus, un pequeño mareo , ya estaba acostumbrada a que le pasaran esas cosas ya que la única comida que hacía el día era al medio día, ya que su madre no estaba en casa y podía comer lo que quisiera
Al sentarse en el bus, seguía encontrándose mal y guardo su cabeza entre sus rodillas.
De repente unas manos acariciaban su espalda, no sabía cuánto tiempo llevaban ahí ya que estaba ida.
+Oye, ¿te encuentras bien? Tenías la cara pálida.
- Si, sólo ha sido una bajada de tensión.- levantó su vista y sus ojos se encontraron con una belleza. Una chica joven morena, de ojos color café con mirada preocupada por su blanca tez.
+ Oh, si es una bajada de tensión tengo aquí un poco de chocolate- miró el sitio libre a su lado-¿ puedo sentarme aquí?
- Si, claro. Siéntate- dijo con una sonrisa.
+ Toma un poco,que te va a sentar bien- le tendió un poco de chocolate de milka relleno de oreo. No se lo podía creer. Ese chocolate era su favorito
Comenzó a darle pequeños mordiscos a las onzas que le había dado, poco a poco se iba acabando. Una dulce voz de repente se metió en sus oídos:
+ ¿Quieres más? Tengo una tableta más en el bolso. Cuando estoy nerviosa me gusta comerlo.- Laura la miró. Tenía la mirada más bonita del mundo, le transmitía tranquilidad, sosiego y paz. Esa mirada era la más profunda que había visto en su vida.
- Oh no tranquila, ya me encuentro mucho mejor. Muchas gracias de verdad, ya no estoy mareada- dijo perdida en sus ojos y una  sonrisa salió de los más profundo de su corazón.
+ No me las tienes que dar, pequeña. Es lo menos que puedo hacer, tenías mala cara y me gusta ayudar a la gente
- Eres muy amable en serio. Es bonito saber que queda gente en el mundo como tú.- La joven se sonrojó y Laura la sonrió.
+ Tú también eres una chica muy agradable. Si te vuelves a marear, come esto ¿vale?- le tendió la tableta de milka que le quedaba.
- Oh no, tranquila no es necesario. No me gustaría que hoy te pusieras nerviosa y no tuvieras como desahogarte por mi culpa- las dos rieron y de miraron
+ Bueno yo me bajo aquí
- Anda yo también. ¿Eres nueva alumna?
+ No- dijo alejándose ya de ella con una sonrisa- soy una nueva profesora, pero gracias por el cumplido pequeña- las dos sonrieron y Laura la observo cuando se dio la vuelta. Dios, era preciosa. Como una musa. Necesitaba dibujarla