Parte Uno
Esa tarde, como pocas veces pasaba desde que empezó con sus prácticas voluntariamente obligadas, Halima se encontraba en el recinto de la Academia, para ser precisos se dirigía a la Biblioteca.
Gracias a los dioses, ese día se encontraba desocupada, ya que había terminado su única misión de esa jornada bastante temprano. Al parecer las peticiones a A.I.S.M., habían bajado de manera abrupta esas últimas semanas; Halima creía que hasta los entes y seres malignos varios, debían gozar de algunas vacaciones, después de todo las huelgas del Sindicato Malvados y asociados solían ser muy agresivas y estaba segura que pocos era los que trataban de negar cosas tan sencillas como las vacaciones.
Como sea que fuese —tuvieran o no vacaciones los malos de siempre—, Halima tenía esa tarde desocupada y quiso leer algo ligero, "Las mil formas de crear hechizos de viento" o "Como matar a tus enemigos sin tocarlos. La guía de cien pasos", pensó la hechicera mientras en su rostro se formaba una sonrisa soñadora, disfrutando su tarde con anticipación.
Una vez dentro del recinto sagrado de los libros, se adentró en los pasillos en busca de los tomos que tenía en mente para leer. Recorrió con lentitud, saboreando el olor a hoja antigua del que tanto tiempo se había mantenido alejada, cuando vio algo que ni en sus más alocados sueños había presenciado.
Entre los pasillos se encontró a una Odette, cargando una pila de por lo menos veinte libros —y con una sola mano— mientras parecía seguir buscado algún otro tomo para agregar a los que ya llevaba. Halima carraspeó para hacerse notar y Odette pegó un salto que envió al suelo todos los libros que cargaba, provocando un gran estruendo.
Todos los que estaban en la biblioteca los observaron con furia, mientras Halima modulaba un "lo siento" en tono bajo y Odette recogía los libros del suelo.
—¿Qué haces, Odette? —preguntó Halima en susurro, mientras se agachaba para ayudar a la rubia con los volúmenes que le quedaban.
—Buscando algo de información —respondió Odette de forma ambigua—, pero ya estoy terminando.
—Entiendo —dijo Halima, mientras recogía otro libro en el que se leía "Hechizos cuánticos, para problemas acuáticos" y fruncía el ceño.
—¿Y tu que haces por aquí? —preguntó Odette cambiando de tema.
—Busco algo para leer esta tarde, me desocupe temprano —dijo la pelirroja con desenfado.
—¡Ah, si! que bueno —fue la nerviosa respuesta de la curandera—. Ahora debo irme, nos vemos en el bar de siempre —se despidió.
—Claro —dijo Halima extrañada del apuro de su compañera.
Cuando ella se fue Halima dedujo que la curandera ocultaba algo, ¿Pero quien era para reprocharselo? Ella también escondía alguna que otra información que no quería que nadie supiera. Aún así su curiosidad era grande y cuando vio que se encontraba en la sección de "Ciencias del Mar", se extraño aún más.
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Ya estaba atardeciendo y nuestros héroes se encontraban de brazos cruzados, unos frente a otros. Al parecer ese día no había llegado ninguna petición para la Academia que ellos pudieran realizar —cosa bastante extraña—, por lo que no tenía nada que repartir y nada que discutir.
—Entonces, mañana tenemos día libre —anunció Halima feliz—, pueden hacer lo que...
—Ejem, ejem —interrumpió Odette, mientras la hechicera la mira con enojo―, no es que quiera imponer algo—dijo la rubia con una voz más chillona de lo habitual—, pero me preguntaba que ya que conocimos a la familia de Dardo y la de Kerman, ¿No quisieran ir conmigo a conocer a mis padres?
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Desaventuradas Aventuras del H-Squad
FantasíaHalima es una de las hechiceras de su generación, por lo que fue obliga... digo seleccionada para formar parte del grupo de héroes más fuerte de la Academia Instructora de Salvadores Mundiales (más conocida como la A.I.S.M). Sigue las aventuras de e...