5- Un poco de orientación.

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Billy se quedó estático un momento, de alguna manera, por su culpa, la tierra en esos instantes estaba en peligro inminente.

― No te preocupes― la voz de Kreb le saca de sus pensamientos― No es tú culpa― le coloca la mano en la cabeza y le alborota el cabello― Me tengo que ir, por el amor al Creador no rompas nada, volveré más tarde para avisarte que haremos contigo― Sube un poco su bufanda haciendo que le cubra un poco más de su boca― Sí no te quieres aburrir, lee los pergaminos, tienen información que te orientará un poco y no tienes permitido salir.

El zombie sale, los guardias se despiden de su superior cerrando la puerta y deja a Billy parado con la cabeza baja.

― Sean amables con él― les pide con seriedad― No puede salir de la habitación a ninguna costa.

Caminando por los pasillos Kreb se encuentra con Tomás que le mira sonriendo mientras le dice:

― Le estás cogiendo cariño, solo tiene unas pocas horas aquí.

― Es un chico inocente, no tenemos derecho a encarcelarlo― el zombie le fulmina con la mirada.

― Oye tranquilo, Gart, es una broma― el hombre de piel oscura mueve las manos para tranquilizar a Kreb, nada bueno puede salir cuando se enoja a uno de los guerreros más fuertes del universo.

― Déjate de pendejadas, Tauro, tenemos que ir a una reunión― dice sonriendo maliciosamente el guerrero.

El hombre trigueño gruñe, odiaba que le llamaran por su nombre de guardián.

****

El chico de ojos marrones se sienta en la cama de la habitación con varios pergaminos virtuales en mano, eran unos grandes cubos azules llenos de circuitos amarillos, los había contado eran un total de siete, tomo tres, coloco dos en el suelo y uno en la cama. Cada cubo poseía un botón en el centro en alguno de sus seis lados.

Billy presiono el botón y se sorprendió un poco al ver el destello azulado de luz, lanzando una imagen virtual que comenzó a narrar una voz femenina:

―La vida... suceso muy curioso provocado por un ser omnipotente, omnisciente y todopoderoso al que hoy se le aclama como CREADOR de todos y todo, al ÉL se le debe que hoy existamos. El Creador creo un universo inmenso con cinco galaxias cada uno con un nombre de sus fieles, ya sea especies o criaturas, que repartió a cada galaxia, planeta, etc.

Luego aparecieron unos nombres que Billy no pudo entender lo que eran porque estaban escritos como símbolos.

― ¿Qué carajos...?― se acerca un poco al cubo esforzándose por leer― En un planeta tan avanzado tecnológicamente, ¿no existe Traductor Google?― suspira fastidiado.

Una esfera de lineado negro transparente surgió del cubo apareciendo frente al chico y este la presiono inmediatamente, el cubo dijo:

― Adaptando lenguaje...

― ¡Bendita sea la tecnología!― exclama levantando ambas manos.

Los símbolos se transformaron en palabras legibles para el moreno.

(-) Nombre actual- Nombre original.

1- Vía Lactea- Aetcalaív

2- Adremelec- Celemerda

3- Andromeda- Ademordna

4- Nova- Avon.

5- Bahammut- Tummahab

― Ni en sueños pronunciaré eso― dijo riendo, luego de ello siguió informándose un poco más sobre el tema de las galaxias, no supo cuánto tiempo paso, pero se había dado cuenta de que era mucho, cuando se percató que ya andaba por el sexto cubo y también cuando sintió algo de hambre― Tanto espacio que hay en este cuarto y no se les ocurrió poner un pequeño refigerador...― se quejó.

Los cubos habían orientado un poco a Billy. Iban en orden desde la creación (primer cubo), después le siguen las galaxias, desde la primera hasta la quinta (segundo cubo hasta el sexto), el último cubo aún no había sido abierto. Billy se levantó y camino hacia la puerta, en esta había dos botones, uno de color azul (que era para llamar al que estaba afuera) y otro de color verde que era para comunicarse a través de...), un micrófono y una pequeña bocina (los guardias le habían enseñado ello desde afuera por sí le ofrecía algo), el pelinegro toca el botón azul y uno de los guardias se percata de esto afuera, luego hace lo mismo, pero con el verde y dice:

― ¿Qué pasa humano?

― Es que ha pasado un rato y... ya me dio hambre― responde.

― Espera un rato, solicitaremos la comida, esperemos que te guste la comida umeriana― termina y corta la comunicación.

― Gracias― dice para volver a la cama a abrir el último cubo.

Al abrirlo y adaptar el lenguaje con aquella esfera incolora, supo que la cosa iba estar buena cuando el cubo comenzó a narrar:

― El Imperio, tiene su origen desde que se firmó el tratado de paz intergalaxial después de la sexta guerra universal que hubo, el cual promovía la paz entre todas las galaxias y los planetas de la misma, el mismo día del acuerdo, uno de los presentes dijo la siguiente frase:

"No habrá paz hasta cada uno de ustedes desaparezca, cada especie, cada criatura, cada hombre, mujer, niño... La paz no puede ser obtenida sí existe la vida".

El nombre de aquel que dijo aquello fue...

****  

Los guardias que estaban custodiando a Billy estaban conversando, uno de ellos le decía a su compañero que pronto compraría una nueva lanza, cuando de repente aparece alguien delante de ellos con una caja de metal.

― Ábranme― dijo el desconocido, ellos lo dudaron, pero entonces aquella persona les fulmino con la mirada.

― Pero tenemos órdenes estrictas...

― ¿Vas a llevarme la contraria? No deben preocuparse, sé cuidarme por mí misma ahora no lo repetiré, abran.

Los guardias sabían que sí seguían discutiendo no llegarían a ningún lado, así que le hicieron caso a la princesa y la dejaron entrar.

El pelinegro escucho que la puerta estaba siendo abierta y se dijo:

"Ha llegado la comida"― deja el cubo en la cama y se levanta para ir a recibir la comida.

Cuando miro hacia la puerta y observo aquel cabello rosado como flor del cerezo, aquella piel crema como un helado de vainilla y aquellos ojos morados como el azul ultramar magenta, que vestía de ropas nobles con varios resaltes tecnológicos, pero sin quitarle lo simple, en manos tenía una caja de metal dónde intuyo Billy se encontraba la comida.

"Pedí comida, se me habrá escapado la palabra postre"― pensó muy sorprendido.

― Hola, humano― su voz era como el cantar de un ángel hasta que el chico escucho algo que pareció venir de un demonio, ya que fue dicho con una frialdad que fuera propia de un carámbano si no viniera de una mujer― ¿Me puedes contar como me acosabas desde la tierra?

Más Allá De Las EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora