Heriberto llegó al hospital después de dejar la mansión Gutierrez, se sentía inquieto por la situación; Maximiliano estaba en manos de un maldito, y él no podía acercarse a Victoria. Luciano había prohibido que la viera y él estaba consciente que lo último que necesitaba en ese momento ella era verlos enfrentados.
- Dr. Ríos Bernal, tiene una llamada - Sonó el intercomunicador de su secretaria.
- Gracias, Ríos Bernal al habla.
- Se que aprecia a Maximiliano - Heriberto se levantó de la silla con rapidez - si quiere verlo vivo, acuda a esta dirección. - Era Osvaldo Sandoval, tenía que ser él.
- Eres un maldito, si le haces daño...
- No está en posición de amenazarme, yo tengo al niño; sé que le importa. Anote la dirección, nada de policías, ni armas, solo usted. - Heriberto tomó nota de la dirección.
- Esta bien, no le hagas daño Sandoval, Maximiliano no tiene nada... - pero ya había colgado. Heriberto salió rápidamente del consultorio. - Cancela mis citas.
- Pero Doctor... - protestó na secretaria pero él ya se subía al ascensor.
Mansión Gutierrez
- Te traeré otro té
- Gracias - Bárbara salió y dejó unos instantes a Victoria, el teléfono celular sonó y ella tembló, ¿y si era Osvaldo? no podía contestar... su voz, esa voz horrible... el teléfono siguió sonando. Pensó en Maximiliano y con él en mente tomó el celular y contestó
- Victoria, sé que eres tú. Soy Osvaldo - Victoria se puso la mano en la boca y sus ojos se llenaron de lágrimas - ven a esta dirección, te devolveré a Max. - Victoria se levantó rápido y tomó un lápiz de su escritorio de dibujo y escribió sobre su ultima obra - Perdóname hermosa; por favor ven tu sola, nada de policías y Maximiliano estará bien. - Osvaldo colgó el teléfono, esperando que las cosas se dieran como las había planeado.
Victoria corrió hasta su armario y se puso un suéter, tenia que salir de ahí, debía ir hasta esa dirección. Luciano se daría cuenta si salía por la entrada principal, entonces abrió la ventana, y rogando a Dios no romperse el cuello en el intento, bajó por el balcón. Corrió hasta el garaje y salió de la mansión, dispuesta a todo por una persona que jamás pensó querer tanto, su hijo. Pero mientras salía, algo golpeó su cabeza, y pudo ver que alguien le colocaba una manta sobre el rostro.
Heriberto caminó directo a la cabaña donde se escondía Osvaldo Sandoval; donde Maximiliano se encontraba. Cuando entró al porche de la cabaña, un clic y una voz lo detuvieron
- Alto ahí, Doctor. Dé la vuelta y suba las manos para que pueda verlas. - Heriberto lo hizo lentamente, Osvaldo Sandoval se hallaba a unos metros. Con una arma apuntándolo.
- Estoy aquí, sólo como me pidió; quiero ver a Maximiliano
- Max está bien, es mi hijo. Está en las mejores manos, en las de su padre.
- Victoria está sufriendo - Osvaldo fruncio el ceño y su mirada mostró cierta inquietud.
- No quería, pero tenía que hacerlo.
- ¿Qué busca Sandoval?
- Quiero a mi familia, a mi hijo y a mi mujer. - la forma como dijo aquella frase, hizo que hirviera la sangre de Heriberto, no pudo controlar su voz llena de rabia.
- Victoria no es su mujer
- Usted es doctor Ríos Bernal, no creerá que la cigüeña trajo a Maximiliano. Victoria es mi mujer, y usted está aquí, en esta cabaña con un arma apuntándole porque es un obstáculo entre nosotros.
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"Renacer gracias al Amor"
FanfictionVictoria Gutierrez no está dispuesta a amar nunca más... a nadie. La situación cambiará cuando Maximiliano llegue a su vida. Después de mucho dolor. ¿Podrá Victoria sanar sus heridas? Heriberto está intrigado por Victoria, sus ojos inocentes contra...