Capítulo Décimo Sexto

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La despedida

    Victoria estaba inconsciente, y Heriberto sangraba mucho, Osvaldo había vuelto a dispararle, pero Victoria con el arma que estaba en el suelo había terminado con la vida del hombre que le había hecho tanto daño. Heribeto como pudo le colocó una almohada a Victoria que yacía en el suelo desmayada, y fue hasta donde estaba Maximiliano, lo tranquilizó y se dio cuenta del grado de deshidratación del niño, maldijo mil veces a Osvaldo y consiguió un poco de agua, afortunadamente el idiota del Luciano se había llevado un bolso con algunas cosas, pero no había llevado alimento para el niño, le dio algunos sorbos de agua al bebé, pero el sangrado lo estaba debilitando, temía quedar inconsciente también y que le pasara algo a Max; pero la policía llegó pronto, y Heriberto pudo descansar con tranquilidad.   

Victoria comenzó a despertarse lentamente, a medida que sus sentidos despertaban, los recuerdos se agolpaban en su mente, entonces comenzó a sollozar, y Luciano que estaba a su lado se acercó rápidamente.  

- Victoria ¿Cómo te sientes? 

- Maximiliano... - dijo casi inaudible. 

- Está bien, lo tienen en observación. 

- Quiero verlo. 

- Ahora mismo es imposible cielo, los médicos están examinándolo, estaba deshidratado. - Bárbara estaba cansada, sus ojos estaban llorosos y su rostro mostraba claramente que necesitaba dormir.

- Lamento tanto lo sucedido con Leonela, no se como pudo pasar... - y lloró de nuevo, Luciano la consoló

- Ya mi amor, nadie podía saberlo - su esposo la abrazó mientras sostenía la mano de su hermana. 

- Luciano yo lo maté - dijo Victoria y comenzó a llorar 

- No digas nada te prometo que nada pasará, lo hiciste en defensa propia - los sucesos de la noche anterior pasaban por la mente de Victoria como una película, sentía estar viviéndolo de nuevo, una opresión en el pecho los recuerdos; Heriberto... 

- Heriberto ¿Dónde está? 

- El doctor Ríos Bernal fue intervenido, pero hasta donde sé esta mejor. 

- Quiero verlo y a Maximiliano 

- Veré que puedo hacer para que veas a Max. 

- Gracias    - Luciano pudo conseguir que el médico dejara que Victoria visitara a Maximiliano 

- Mira quien está aquí - Le susurró la pediatra a Máximo, Victoria se acercó a la cunita donde su hijo estaba acostado con una endovenosa en su piecito. El corazón de Victoria latía a millón por minuto, Maximiliano movía sus manitas y ella podía verlo a salvo, la pediatra lo colocó en brazos de su madre y miró el rostro de Victoria. - Creo que quieren estar a solas. 

- Gracias -  fue lo único que pudo decir Victoria, miró a su hijo y no pudo contener las lágrimas, solo pudo decir una palabra - perdóname...       

Los dos días que estuvo en el hospital habían sido un infierno, deseaba ver a Heriberto, pero estaban en diferentes pisos, Bárbara pudo detallarle su estado de salud, pero el doctor tenía restringidas las visitas. Después de su encuentro, Maximiliano dormía en la misma habitación que ella, después que ella dejó en claro que si no dormía el niño con ella, ella iría hasta el área de pediatría y haría guardia. No quería separarse de su bebé, quién iba a decir que llegaría el día que ese niño se ganaría el corazón de su madre.

La mañana que se irían del hospital, Victoria cambiaba los pañales de Maximiliano y recibió una visita inesperada  

- Haremos un trato, aprenderás muy rápido a ir al baño no creo que soporte mucho tus regalitos -  el bebé hizo un sonidito alegre, y su madre rió. 

"Renacer gracias al Amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora