¡Hey tú!
Sí, tú.Llevo horas recorriéndote con la mirada, llevo horas mirando las manecillas de mi reloj,
con ese molestoso Tic-Tac que no me ha dejado concentrar.
Quería reposar mi frágil cuerpo a lado del tuyo,
quería cambiarme de asiento y así verte mejor.
Estoy por llegar a mi parada, bajarme y olvidarte
pero no sin antes llamarte amor,
y dejarte un suave beso en tu pálida mejilla.
Lo sé, te asustarás y me tratarás de loca
pero, cariño, no he de perder esta valiosa oportunidad de tenerte una vez más,
hemos viajado juntos por meses y apenas me has notado,
yo llevo diez bocetos de tu rostro cansado,
y por otra parte tus ojos escasamente me han calcinado.
Adiós, amor mío,
sé que no sabes de mi existencia,
así que, hoy, he tomado la decisión de cambiarme de estación.