NUEVE

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Rubén:

Me he dado cuenta de que hicimos costumbre evitar las cenas de los sábados.

Pensar que antes disfrutábamos tanto de cenar juntos, descorchabas el mejor vino, y lo servías en mí copa, luego en la tuya.
Antes de tomar alzabas tú copa y:

"— Brindo por tener la mejor esposa, brindo por tenerte en mi vida, Esmeralda. —"

Mis mejillas tomaban un color carmesí, y te sonreía de oreja a oreja.

¿Lo recuerdas, no?

Ahora solo te vas, lejos de mí. Abandonas lo que debería de ser nuestro hogar. Te vas a pasarla bien con otra, brindar por alguien más.

Notas para un infiel; RubénDonde viven las historias. Descúbrelo ahora