Capítulo 7: La transformación

19 1 0
                                    

Habían pasado ya dos días desde que las niñas habían bebido las probetas y seguían sin despertarse. De repente, Alison se despertó. Se notaba muy cambiada. Notaba mucho pelo por su cuerpo y se dio cuenta que, a la hora de ponerse pie, ¡no podía! Andaba a cuatro patas. Quería ver que la había pasado y comenzó a buscar un espejo por la habitación. Coque pasó por la habitación y la vio despierta. – Anda ya se ha despertado una. ¡Rufus mira, ha funcionado! – Rufus se acercó a mirar. – Es verdad Coque. ¡Lo hemos conseguido! – dijo. Ambos se rieron.

- ¿Habéis conseguido qué? – preguntó Alison ansiosa.

- Uy, es verdad, que tontos somos. La pobre chica no se puede ver. Ahora te traigo un espejo. – contestó Coque

Coque y Rufus se fueron y después de cinco minutos volvieron con un espejo de dos metros de largo. Lo traían con unos ruedines. – Toma niña. Que te guste tu nuevo tú. – la dijeron. Alison no sabía si mirarse o no. Le daba miedo porque ¿qué la podía haber pasado? Aunque en algún momento se tendría que mirar. Muy lentamente se acercó al espejo y se miró. No se podía creer lo que veía. Era una gacela. Tenía cuernos de gacela, cara de gacela, cuerpo de gacela...Se pegó con su pezuña por si era un sueño y despertar, pero se dio cuenta que no despertaba. ¡Era la realidad! No se lo podía creer porque era imposible que una chica se convirtiese de repente en gacela pero, era posible porque ella lo era. Tenía que asimilarlo. Se giró del espejo para ver si a sus amigas las había ocurrido lo mismo. ¡Al verlas, se quedó boquiabierta! Laura se había convertido en una cobaya, Sabrina en un burro, Irache en un mapache, Mar en una marmota y Sarah en una mochila.

- ¡Chicas correr despertar! – las dijo

Ninguna se despertaba. Alison preocupada comenzó a moverlas y pegarlas flojito para que se levantasen. No se podían haber muerto porque si ella estaba viva las demás también tendrían que estarlo. De repente Mar, Sabrina e Irahe se fueron despertando poco a poco.

- ¿Qué ha pasado? – preguntó Mar

- ¡Eres una marmota! – gritó Sabrina asustada

- ¡Ala y tú eres un burro! – añadió Irache

- ¡Tú un mapache! – la contestó

- Y yo soy una gacela – dijo Alison. – Nos han traído este espejo para que veamos en qué nos hemos convertido y así reírse de nosotras. – añadió

- ¿Qué? Serán asquerosos. Seguro que se están riendo ahí fuera de nosotras. – respondió Mar

Las cuatro se giraron y miraron a la puerta. Efectivamente estaban Coque y Rufus riéndose de ellas y haciendo chistes de mal gusto.

- ¿Quién ha sido la primera en despertarse? – preguntó Irache

- He sido yo. - contestó Alison

- Oye, ¿y Sarah y Laura no se van a despertar? – preguntó Sabrina con miedo.

- Sí, ahora se levantarán. Es que a algunos les hace más efecto que a otros. Se ve que son más débiles. – dijo Alison

Sarah y Laura se despertaron y no se acordaban de lo que había pasado. El resto de sus amigas les contaron lo sucedido y comenzaron a recordar. Se vieron en el espejo y no se lo podían creer. Lo raro era que todas ellas eran animales salvo Sarah que era una mochila animada con brazos, piernas, ojos y boca. Las niñas empezaron a reflexionar. ¿Por qué las habían convertido en animales o en una mochila? Se supone que las habían hecho pasar lo mismo que pasaron Coque y Rufus pero entonces ¿Podía ser que en un principio Coque y Rufus habían sido humanos y algún ser despiadado les había convertido en esos horribles monstruos? Las niñas debían investigar, pero para ello primero tenían que salir del laboratorio. Seguramente les sería difícil porque esta puerta también tenía código. Cuando se fueron Coque y Rufus de la puerta, aprovecharon a introducir el código del cuartel para ver si era el mismo código en todas las puertas. – 1-9-8-8- . -dijo Alison. Sabrina, a pesar de tener pezuñas en vez de manos, logró meterlo y consiguieron salir.

- Oye, ¿no os parece un poco raro que sea el mismo código que el del cuartel? – preguntó Laura

- Sí, la verdad es que sí que lo es. ¿A lo mejor es algún tipo de fecha importante para Coque no? – respondió Sarah

- ¡Sarah qué lista! ¡Seguro que sí es eso! Ya tenemos una pista para averiguar qué pasó con Coque y Rufus – concluyó Mar

Las seis salieron del laboratorio y comenzaron a investigar por el palacio haber que encontraban.


La venganza de CoqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora