Capítulo 9: El plan

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Los chicos explicaron el plan y todas ellas decidieron participar con mucha emoción. ¡Parecía que estaban viviendo una película de acción en la que ellas eran las protagonistas y debían acabar con el malo! El plan se iba a ejecutar por la noche porque habría menos gente despierta y así tendrían más facilidad a la hora de salir sin ser vistos. Cada uno sabía lo que tenía que hacer. Laura, tenía muchísimo pelaje porque era una cobaya pero, su cuerpo era muy pequeño y al aplanarse, cupo por los barrotes de la celda y salió. Debía buscar al coquino que estaba vigilando para robarle las llaves y así abrir la celda para que escapasen los demás. Sarah, resulta que era una mochila mágica. Si cerraba los ojos y pensaba en el objeto que quería en ese momento, al abrirlos pasados cinco segundos, en su interior lo encontraría. Para esta situación, pensaron en un gas de la risa. Este gas, haría que el coquino se durmiese enseguida si se encontraba despierto. Laura escapó con el gas de la risa en su lomo y buscó al vigilante. Resulta que había dos jugando a las cartas. Con sus dientes, consiguió abrir la tapa y desprendió el gas. Ella ya iba preparada con una mascarilla para que no la afectase. Al expulsar el gas, los coquinos comenzaron a sufrir un ataque de risa. Pasados cinco minutos, les empezó a entrar sueño hasta que cayeron dormidos. Era el momento para robar las llaves. Se dio cuenta que las tenía uno de ellos colgadas en el bolsillo del pantalón. Laura trepó por la pierna del vigilante hasta llegar al bolsillo. Cogió las llaves y fue corriendo a la celda de sus amigos. Ella, al ser muy pequeña, no llegaba a la cerradura porque estaba a dos metros del suelo a propósito para que no lograsen escapar pero, parece que los coquinos no habían caído en una cosa. Óscar era un mono. ¡Él podía trepar por los barrotes hasta alcanzar la cerradura! Así que Laura le lanzó las llaves. Óscar trepó y consiguió abrir la puerta. Todos salieron de la celda. Ahora debían encontrar la puerta de salida de los calabozos. Recorrieron los pasillos pero no encontraban la puerta de salida. De repente Irache, pudo localizar un cartel que decía "Exit". Ella lo pudo visualizar porque al ser el mapache un animal nocturno, tenía la vista más desarrollada para ver en la oscuridad y diferenció la luz verde que iluminaba aquel cartel. Todos la siguieron y consiguieron salir de los calabozos. Se encontraban en el jardín de Coque. Para que no les ocurriese lo mismo que en la anterior huida, esta vez no iban a intentar abrir la puerta. Iban a cavar y hacer un agujero que les comunicase con la calle. Sarah, deseó palas y en su interior encontró una. Entre todos decidieron que debía cavar Sancho ya que él, al ser un gnomo, contaba con manos con las que agarrar la pala. Para hacer el agujero más rápido, Mar, Irache Y Mike le ayudaron con sus patas. Ninguno de ellos se olvidó de Velocirraptorix. Lo dejaron en manos de Serna porque como era un pulpo, tenía ocho tentáculos y podía hacer muchos movimientos para confundirle. Serna se acercó a Velocirraptorix y consiguió distraerle. ¡Parecía un perrillo intentando conseguir atrapar los ocho tentáculos! Caridade y Nico vigilaban que no viniese nadie. Pasada una hora, consiguieron hacer el agujero. Empezaron a salir uno por uno. Primero los más pequeños y posteriormente los más grandes: Alison, Sabrina y Nico. No habían cavado el agujero muy grande por lo que hubo dificultades a la hora de salir pero al final lo consiguieron. ¡Estaban en la calle! ¡Eran libres de ese horrible monstruo! Todos empezaron a cantar victoria cuando de repente escucharon una voz que provenía del jardín. - ¡Chicos socorro!¡Os habéis olvidado de mí! - era Serna. Ninguno de ellos le había avisado y se quedó dentro con el Velocirraptorix. Como tardaron tanto en cavar el agujero y salir, ¡Velocirraptorix lo había atrapado después de tanto mareo! Debían rescatarle, pero era muy arriesgado que entraran todos así pues a suertes les tocó a Alison y Sabrina. Ambas entraron y vieron a Serna. ¡Estaba a punto de ser devorado! Alison, con sus cuernos, empezó a golpear al Velocirraptorix para llamar su atención. Velocirraptorix se percató y soltó a Serna para atrapar a Alison. Sabrina montó a Serna en su lomo y salieron por el agujero. Alison, no se iba a dejar atrapar otra vez. Arrastró sus patas hacia atrás repetidas veces para levantar polvo y así nublar la vista de Velocirraptorix y escapar. ¡Lo logró! ¡Eran todos libres al fin! Ahora debían impedir que Coque acabase con la raza humana. Pero necesitaban buscar un lugar donde hospedarse para no ser descubiertos por ningún coquino. ¡De repente las chicas recordaron que tenían dos habitaciones en el hotel Coquerius! Entre todos decidieron que el hotel sería su guarida por el momento.


La venganza de CoqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora