13.

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Editado

La mañana del sábado había llegado increíblemente rápido. Me levanté sin ganas de hacer nada, realmente esto de Harry me esta afectando más de lo que debería.

Me levanto y ato mi cabello en una coleta desordenada. Voy al baño y hago mis necesidades. El reflejo en el espejo es espantoso, las bolsas negras debajo de mis ojos, mi piel pálida y los labios partidos hacen que pares a un zombie.

Estoy horrible.

Lavo mis dientes y cara y hago un intento para parecer un humano decente. Me quedo en pijama, no tengo planes para salir y tampoco quiero. Bajo las escaleras y voy al comedor.

Gracias a todos los dioses Harry no esta. Preparo un sándwich y jugo de China y me siento en la mesa.

Mis pensamientos me consumen poco a poco. Es algo horrible para explicar. No se cómo me siento. No se cómo expresarlo. Ya ni siquiera se sí de verdad lo que siento por Harry es amor o más bien costumbre.

Desde pequeña he estado con el, pero nunca habíamos mostrado sentimientos o muestras de afecto. Jamás, hasta hace algunos meses que empezó a comportarse de manera muy extraña conmigo. Era más atento, no dejaba que los chicos se acercaran mucho, y yo lo veía algo normal. Hasta qué me confeso que me amaba.

Todo cambio de repente. No se que sentir, no se que pensar respecto a esto. El timbre del teléfono me saca de mis pensamientos. Subo escaleras arriba y lo tomo. En la pantalla aparece el nombre de Niall. Rápido contesto.

-hola- dije con la voz ronca

- ¡hola! ¿Estas bien? Te noto rara- dice.

-si estoy bien, sólo es un resfriado - odio mentir pero lo tengo que hacer. No quiero que Niall se entere de lo que esta pasando con Harry, seguro que querrá partirle la cara y es lo menos que necesito ahora.

-¿oye puedo verte?, necesito contarte algo muy importante

-seguro- digo - te espero en la cafetería que hay al lado de la escuela-

-ok- dice y cuelgo. Tiro el teléfono a la cama y dejo todo lo que subí en la mesita.

Me metí a bañar. El agua caliente revive todo mi cuerpo y casi me dan ganas de llorar al recordar los lugares exactos donde Harry me toco. Maldición tengo que sacármelo de la cabeza. Seco mi cuerpo una vez que término y camino al armario. Sinceramente me importa una mierda lo que piense Harry.

Saco unos jeans desgastados color negros, una camisa blanca y mis converse negros. Nada formal. Hago una trenza desordenada en mi cabello mojado y tomo mi bolso. Bajo la escaleras y escucho sollozos. No me lo creo.

Harry se encontraba en el sillón, con sus codos en sus rodillas y su cara enterrada en sus manos. Nunca me lo imagine, se ve tan tierno, pero no puedo caer en sus tentaciones, no me puedo dejar llevar por mi lado sensible.

-¿a donde vas?- Dijo con su voz ronca

-a dar una vuelta ¿Que tampoco lo puedo hacer? - me voltee y cerré la puerta dejándolo con la palabra en la boca. Trato de olvidar y echar la imagen de un Harry llorando, con los ojos rojos e hinchados y con unos simples bóxers. Se veía malditamente tierno.

En todo el camino, la imagen de un Harry llorando a aparece en mi cabeza de cada cinco minutos. Lo intento. Dios sabe que lo intento, intento alejarme de el porque se que me va hacer daño estar cerca de el, pero el amor que le tengo es más fuerte que todo esto.

Mis pensamientos me están matando. Estoy echa un lío. Necesito olvidar por un rato a Harry y olvidar donde estoy, distraerme y eso es lo que pienso hacer.

Luego de minutos llego a la cafetería. No es tan moderna, la superficie es de madera y su olor es dulce. Me encanta porque no es como las demás cafeterías, su ambiente es alegre y los empleados siempre tienen buen humor. Algo raro.

En la mesa que esta al fondo encuentro a Niall tomando un café.

-hola- beso su mejilla y me siento al frente de el

-te compre un café- sonríe

-gracias, necesitaba uno- tomo un sorbo y espero a que hable. Espero unos segundos y como no habla yo lo hago

-bien, vamos al grano ¿de qué quieres hablarme?

A veces me sorprendo de lo muy directa que puedo ser. Creo que eso es uno de mis defectos y por eso la gente me detesta algunas veces.

Niall suspira y habla

-bien quiero hablar sobre Naty-

-¿Naty?- repetí, algo confundida

¿Qué tiene ella que ver en todo esto?

-si....bueno....este pues- sonríe apenado y rasca su nuca. Señal de que esta nervioso

"Serás estúpida, obviamente quiere decirte que esta loquito por ella, ¡mensa!"

"Ahhh ¡gracias consciencia!"

-¡ah! ya entiendo por donde va la cosa ¿Te gusta Naty cierto?- sonreí

-aja, sip y mucho y por eso necesito tu ayuda ¿puedes ayudarme?- hace pucheros, el dabe que esa es mi debilidad.

¡Maldición! odio que me conozcan tan bien

-esta bien, ya no me hagas caras, claro que sí tonto, créeme vas a tener a Naty en menos de lo que canta un gallo-

-gracias por ayudarme, la verdad es que no se cómo acercarme a ella-

-no te preocupes hermano, a las órdenes-

El día paso rápido, la pase increíble y me sentí feliz conmigo misma por hacer algo bien en mi vida. Ayudando a mi mejor amigo a conquistar a una de mis mejores amigas. Increíble ¿no?.

Ojalá logre conquistarla, Niall es un chico increíble, dulce y muy cariñoso. Es el tipo perfecto para Naty. También espero que Zayn y Lylli se junten. Ese par se atraen desde hace mucho y ninguno de los dos se atreve a dar el paso. Me enferman, creo que mi próximo trabajo será hacer de cupido. 

Mientras caminaba no dejaba de pensar que todo el mundo a mi alrededor era feliz o al menos eso parecían.  Parece que el mundo se esta encargando de restregarme que todos son más feliz que yo. No es justo y no voy a permitir que Harry arruine mi vida.

Amor Prohibido(Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora