"Capitulo 25"

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La música resonaba cada vez más fuerte, mientras las parejas bailaban al compás de esta, todos los presentes disfrutaban su última noche como estudiantes de aquella academia.


Zayn a los lejos veía como el rubio bailaba sensualmente hacia su novio, algo que le causó nauseas por una parte y por otra algo de envidia.


-¿Te diviertes?- el morocho salió de sus pensamientos al ver aquellos ojos marrones.


-¿Y tú?- ambos rieron y este le indicó con la mano que tomara asiento- Liam- el nombrado volteo al instante al escucharlo- tal vez nunca debimos, ya sabes tú y yo, a lo mejor nosotros no éramos lo correcto-


El castaño se quedó callado durante unos segundos, tratando de pensar que decirle al morocho.


-Zayn, tú nunca serás un error para mí, tú me enseñaste a amar, y eso jamás- tomó de las manos delicadamente al morocho- jamás se me va a olvidar-


El ojo-miel sonrió levemente hacia este, mirándolo nuevamente con aquellos ojos brillosos como la primera vez que se vieron, a pesar de haber sido niños, Zayn sabía que Liam sería, es y será siempre su primer amor.


-Liam, sabes que me iré mañana, por favor no sigas- se zafó lentamente de su agarre.


-entonces, acompáñeme- el castaño se acercó lentamente hacia este, llegando lentamente a su oído y susurrándole lentamente- te necesito-


-Li-Liam basta- dijo tragando saliva lentamente, mientras en su pantalón ocurría otro pequeño problema.


-por qué- sonrió maliciosamente, volviendo acercarse a su oído- necesito de ti- su miembro rozó lentamente el muslo del morocho.


Zayn estaba duro, su miembro dolía con cada exhalación cerca de su cuello, ansiaba poder estar con Liam, poder sentir a Liam en cuerpo y alma como una vez lo hizo.


Zayn exhalo pausadamente y pesadamente, necesitaba de Liam ya.


-te necesito Liam-


-entonces déjame ayudarte bebe- dijo este volviéndose a frotar contra este.


(...)


Al llegar a la casa del castaño, este dejo entrar a Zayn primero, una vez que Liam cerró la puerta el morocho se abalanzó contra el besándolo desesperadamente, ambos jugaban con sus lenguas en un baile sensual de sus labios.


Ambos se necesitaban, así que sin perder más tiempo el castaño cargo a Zayn llevándolo a la planta alta, tratando de no caer. Una vez arriba este depósito suavemente al morocho mientras trataba de desabrocharse la camisa.


-no- dijo Zayn- déjame hacer lo a mí - este se acercó y empezó a desabrochar los botones, desabrochándolos lentamente uno por uno.

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