Necesitaba de manera urgente tener más información sobre lo que hacia esta secta, como operaban, para que lo hacían, quienes la integraban. Cualquier información que me ayudara a averiguar la manera de detenerlos.
Recordé que en varias oportunidades en las que había visitado viejas librerías de la ciudad había visto uno que otro libro que eran una especie de guía para los nigromantes, entonces debía ir a ver si conseguía alguno para poder informarme un poco mejor sobre lo que estaba pasando. Florencia me dijo que no lo hiciera, que atraería mayores males a la casa, pero yo ya estaba decidido.
Mi estado de salud estaba cada vez peor, mi cuerpo se encontraba pálido, mi rostro era la viva cara de la muerte. No soportaba mirarme al espejo y dudo mucho que a alguien más le resultara agradable observarme. Mis huesos se marcaban cada vez más y mi cuerpo estaba lleno de moretones. Pensé en volver con el doctor, pero eso solo me hubiera hecho perder el tiempo. Yo sabía bien que debía hacer, acabar con esa secta como fuera posible.
La librería era enorme, la mayoría de los libros que vendían eran usados, muchos estaban muy viejos y desgastados, era tan grande que parecía más una biblioteca pública que una librería en sí. Lo peor de todo es que no llevaban un orden para clasificar los libros, simplemente los acomodaban en cualquier orden, por lo que se me dificulto bastante la búsqueda.
Tardé unas tres horas hasta que encontré lo que buscaba, se llamaba "El libro negro". Era un libro de color negro, valga la redundancia, de tapa dura y llevaba un pentagrama grande en medio. Tener eso en mis manos me causaba miedo y hasta un poco de repugnancia, pero no tenía otra opción. Cuando me acerque al hombre que manejaba la caja, me miro con mucho desprecio y asombro, la misma mirada que notaba en la mayoría de la gente. No me sorprendió, al fin y al cabo, casi toda la gente mi veía de la misma forma.
Cuando llegué a casa me encontré a Florencia y a Gustavo, me estaban esperando para almorzar. Él se sorprendió bastante al verme con ese gran libro en la mano.
— ¿Qué carájo haces con eso?
— Tengo que averiguar cómo terminar con este asunto.
— No hace falta. — Me respondió. — ya me encargué de contactar con el curandero.
— Está bien. Pero no voy a quedarme de brazos cruzados de todas maneras.
Observé que en la televisión estaban televisando una protesta que se llevaba a cabo frente al palacio de tribunales de la ciudad. "Esta mañana se manifestaron los familiares de los niños desaparecidos en el barrio de El bosque en protesta por la negligencia de las autoridades para realizar las búsquedas pertinentes, los manifestantes anunciaron que no levantarán la medida hasta que les den una solución. Los menores desaparecidos son Fabricio Salazar de dieciséis años, Luciano Peralta de nueve años, Jazmín Herrera de doce años y Belén Abreu de seis. Si usted ha visto a alguno de ellos o tiene alguna información no dude en contactarse al número...".
— Esos son los chicos que desaparecieron en este barrio. —Dije
— Si, ya hace más de un mes que los están buscando, seguro deben estar muertos. —Agregó Gustavo.
— Pobres, hay que ser hijo de puta para llevarse a esas criaturas. —Dijo Florencia enojada.
Recordé a aquella mujer en la plaza, seguro era la madre de Luciano, me dio mucha pena saber que posiblemente algo muy malo le podía haber ocurrido a su hijo.
—No tengo apetito, estoy muy cansado. Coman ustedes, yo iré a recostarme un rato. — luego me dirigí a mi habitación a descansar.
Ese día me levante como a las ocho de la noche, Florencia estaba sentada en el comedor estudiando en silencio. Me senté a su lado y abrí el libro de demonología. Me puse a leer, el libro era viejo y podía ver que había varias anotaciones hechas en color rojo. Al principio Florencia no me prestó atención, pero pasados unos cinco minutos volteé a verla y ella de a ratos observaba de reojo el libro.
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La Reunión
Horror#PSL17 El peor error de David fue sin dudas entrar a ese viejo hospital abandonado, donde operaba una poderosa secta que aterraba a la ciudad. Desde ese momento empezó a sufrir una serie de sucesos aterradores, sumado a extrañas desapariciones de ni...