— Te tienes que calmar, quizá no fue nada. Tanto estudio te debe haber dejado muy cansada.— le dije para intentar tranquilizarla.
— ¿Estás loco? No me lo imaginé. Ahí hay algo extraño.— me replicó ofendida.
— Qué extraño, desde que el curandero limpió la casa no había sucedido nada fuera de lo común.
— No sé lo que será, pero es real. Por favor David no vuelvas a dejarme sola.
— Esta bien.— la abracé para tranquilizarla un poco.— Vamos adentro, esta empezando a hacer frío.
Esa noche nos quedamos los dos despiertos hasta tarde. Recuerdo que Florencia había cocinado unos fideos con salsa y nos quedamos viendo televisión hasta tarde. Yo miraba la televisión pero mi cabeza estaba realmente concentrada en todo lo que había sucedido esa noche, no podía parar de pensar en ello.
— ¿Te pasa algo primo?— Se dio cuenta de que no estaba tranquilo.
— Si, en realidad no puedo dejar de pensar en lo que pasó hace rato.—Decidí contarle todo, a fin y a cabo se terminaría enterando de una u otra forma.—¿Recuerdas a los niños que desaparecieron?
— Si los recuerdo.
— Bueno, encontraron a dos. El hijo de Marta estaba en el hospital y el otro muchacho en la casa de la bruja.
— Eso es genial.— Apresuró Florencia.
— Están muertos.— Hubo un momento de silencio durante varios segundos.—Al niño lo sacaron tapado hasta la cabeza y al otro chico lo encontraron colgado en la casa de la bruja.—Los ojos de mi prima estaban abiertos de par en par para ese entonces.—La bruja y su hija estaban colgadas también.
— Es una pena.— No me dijo nada mas, solo siguió observando el televisor.
Cuando terminamos de ver tele ella se fue a dormir a su habitación. Yo apague las luces en ese momento y me había propuesto dormir, pero no podía dejar de pensar en todo lo que había sucedido. Todavía no habían encontrado a las dos niñas que faltaban y tampoco a ese hombre extraño que estaba detrás de todo lo que me había estado pasando; por un momento había decidido olvidar todo, pero por otro lado tenía la sensación de que no me iba a dejar en paz y que no estaría tranquilo hasta que me enfrente a el, cara a cara, no le tenia miedo, después de todo era una persona, igual que yo.
Así estuve un par de minutos acostado, hasta que en un momento empecé a sentir un ruido muy extraño que venía desde la habitación de Florencia, la cual se encontraba continua a la mía. De repente abrí los ojos y me extrañé mucho; por un momento pensé que se trababa de mi prima que podía haber estado rondando, así que cerré los ojos para dormir, pero al rato sentí nuevamente el ruido. Era como si rasgaran la pared desde el otro lado con unas uñas largas, luego se sentía como si le dieran pequeños golpes. El ruido se volvía cada vez más inquietante.
— ¡Flor!— grite, pero no me respondió, al parecer ella ya estaba durmiendo. —¡Flor!
Me levanté para ir a ver que sucedía, me acerque por el pasillo hasta la puerta de su recamara y cuando tomé el picaportes, sentí como allí dentro algo se cayó y se rompió, como si hubiera sido un vaso de vidrio. La habitación estaba desacomodada por completo.
— ¿Qué estas haciendo aquí?.— me dijo Florencia, que recién se despertaba.— ¿Por qué entras sin golpear?
— Escuche muchos ruidos y no me contestabas.— Hasta ese momento ella no se había percatado de nada. Luego miró a su alrededor y se sorprendió.
— ¿Qué pasó aquí?— me dijo.
— Es lo que trataba de decirte desde hace rato. En esta habitación se escuchaban ruidos mientras tu dormías.
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La Reunión
Horror#PSL17 El peor error de David fue sin dudas entrar a ese viejo hospital abandonado, donde operaba una poderosa secta que aterraba a la ciudad. Desde ese momento empezó a sufrir una serie de sucesos aterradores, sumado a extrañas desapariciones de ni...