Capítulo 1 | No Es Amor Ni Amistad

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Mi vida ha sido tan controversial. Soy la que causa drama a la hora de que las cosas se ponen serias. Nunca fui la mejor de mi familia, pero si la quien tiene mejor vida. Logre estar en la universidad. Es un logro. Pero no puedo creer que me ofreciera para los maestros solo para conseguir una maldita calificación alta que el siete. Es mejor eso que malgastar mi tiempo estudiando en cosas menos importantes.

Ahora aquí estoy, otro día en la universidad. Lo único que me alegra es alejarme de mis padres que ya me tenían harta. También, apenas intento no caer en los brazos de un hombre. Muchos chicos se me han declarado, que a lo cual he rechazado. No estoy lista para amar, y con mis amistades es difícil de contar, apenas tengo a mi compañera de cuarto. Jenny. Es drogadicta, su sueño es ser fotógrafa, suele tomar fotos de chicas desnudas. Es lesbiana. No se me ha resultado difícil, ya que dice que no soy su tipo, pero suelo decir bromas acerca de lo que se pierde. He sido su modelo por un mes, pero ya me sentía incómoda, así que lo deje. Ella es mi única amiga, la única que puede entender como soy. Pero es hora de pasar otro día mas.


El despertador suena con un tono musical de campanas. Estiro mi brazo aun sin abrir los ojos y tengo la esperanza de presionar el botón a la primera sin tirar nada, no lo logre. Tire algunas notas de mi cuaderno, logre encontrar el reloj digital y presionar el botón, finalmente el cuarto se vuelve nuevamente un silencio completo. No quisiera ir, pero debo, a las malditas clases.

Me incorporo sentándome en la cama. Froto mis ojos con ambas manos y suelto el último bostezo. Pestañeo para mejorar la vista. Lo primero en ver fue a Jenny, pegada hacia la ventana abierta con un cigarro entre sus dedos. Veo como suelta el humo de sus labios contra los rayos del sol. Me pongo de pie y estiro mis brazos para lograr tronar algunos huesos.

-Buen día dormilona. Es hora, la primera clase es de psicología. Y la siguiente es de método de analogía. ¿Quieres que te diga las otras clases?

-No. Detente, apenas soporto la voz del maestro y ahora tengo que seguir soportando la tuya. -dije adormilada.

Escuche una risa de su parte.

-Te veré en el pasillo. Solo te quedan cinco minutos. -tira el cigarro por la ventana y camina directo hacia la puerta-. Vístete, ¿quieres? -salió dejando un chirrido de la puerta.

Con la ropa nunca me importo, pero siempre logro vestirme atrevida. Opte por ponerme unos shorts color caqui junto con una blusa blanca con el logo "Aeropostale" de color rojo. Apenas con los zapatos batallaba, ya que siempre Jenny me los roba a escondidas. Me coloque unos converse grises que encontré bajo la cama.

Tomé mi mochila de la marca Jansport y salí de inmediato de la habitación. Efectivamente, ella me estaba esperando. Juntas, empezamos a caminar directo a la salida de la residencia para dirigirnos hacia el edificio, o, como yo le digo, la verdadera prisión.

-Oye, ¿ya escuchaste que tenemos compañero nuevo? -me pregunto cuando ya estábamos saliendo de la residencia.

-No, nunca me entero de nada. -respondí.

-Su nombre es Jack Napier.

-Su apellido suena a pirata. -reímos al unísono.

-Él deja a las chicas con un verdadero orgasmo.

-Sí, claro. -bufe.

Logramos entrar al salón ya cuando faltaban veinte segundos exactos para que sonara la campana. Tuvimos que sentarnos hasta mero atrás pero no me pareció problema. El profesor Heimlich no paraba de verme, era claro que ya quería manosearme de nuevo. Puse los ojos en blanco y solo puse atención a mis notas de mi cuaderno.

Extraña Obsesión | Harleen & JokerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora