Capítulo 8 | Caminos Separados

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| Maraton 1/3 |

Intento mantenerme tranquila y no levantar alguna sospecha. Me costó mucho llevar la bolsa con la ametralladora dentro a mi oficina, tuve que hacerlo en plena madrugada, suerte que el guardia cayó fácilmente en mis coqueteos falsos. Espero al joker, sentada en el mismo lugar, con el bolso ocultado por debajo de la mesa, aunque si alguien entrara lo notaría fácilmente; intente colocar mi maletín frente a la bolsa para que no sea un punto fácil cuando entren los oficiales. Me pongo derecha y cruzo mis piernas. La puerta se abre con un chirriante sonido que me sobresalta un poco, observó de inmediato de quien se trata. Joker. Con su camisa de fuerza y dos oficiales detrás de él, lo sientan en la silla y se retiran sin más que hacer.

Apenas nos miramos, muestra su típica expresión de enojo, parece que tiene rabia.

- ¿Trajo lo que le pedí? -pregunto.

Me levanto y con todas mis fuerzas, alzo la bolsa y la coloco encima de la mesa, la abro y dejo mostrar la ametralladora. Sonríe, ni él se lo puede creer.

-Mis hombres vendrán, estate lista dulzura.

Me cruzo de brazos y arrugo la nariz.

-No me llames así. Quiero mi dinero. -mencione con seriedad.

-Quítame esto, por favor. -intenta mover sus brazos.

Claramente se refiere a la camisa. Dudo en hacerlo, no creo que sería una buena opción. Lo fulmino con la mirada.

-No te haré daño, lo juro. Solo somos socios, recuerda.

Quisiera no hacerlo, pero no tengo elección. Me paro detrás de él y desenredo las cuerdas y quito los pequeños ganchos que impedían que moviera los brazos. Se incorpora y de inmediato se quita la camisa, deja mostrar su torso blanco y lleno de tatuajes. Toma la ametralladora con ambas manos, mientras suelta una risa simpática. He de admitir que siento miedo, pero a la vez no. Me observa con disgusto, sigo con mi seriedad.

-Ojalá estuvieras conmigo...juntos haríamos tantas cosas, la locura que haríamos, Harley. Piénsalo.

-Ni lo sueñes, no quiero formar parte de tu circo, tonto.

-Tan adorable te vez insultándome. Sera mejor que te escondas muñeca, esto se pondrá feo.

Al momento en que termina su oración, se escucha una explosión que proviene directamente de la entrada principal. Doy algunos pasos hacia atrás. Se escucha como abren la puerta, entran oficiales, pero al momento en que pisan la habitación, reciben un disparo por parte del joker con la ametralladora. Dispara sin control a cualquier persona que entrara, ríe como nunca lo ha hecho, como si fuera su gloria.

Apenas logró ocultarme detrás de la mesa. Las balas caen al suelo como si fuera lluvia. Tapo mis oídos, quisiera que esto se tratara de una pesadilla, pero no, es mi realidad.

- ¡Harley, muévete tonta! -me grita con orgullo.

Tira la ametralladora aun lado y sale de la habitación. No quiero seguirlo, pero tengo la probabilidad de morir si no estoy con él. Me levanto de inmediato e intentó alcanzarlo. Mis tacones se escuchan entre los pasillos. Camino detrás del joker mientras se pasea por las demás celdas. Nuevamente los disparos se escuchan. Joker me tomo de la mano y nos apresuramos ante el paso, corrimos mientras los demás pacientes gritaban y golpeaban el cristal con la intención de que los liberáramos.

Cruzamos entre más pasillos de baldosas (se diría que un día fueron blancas). Observe a personas con máscaras extrañas disparando sin control contra los oficiales que apenas tuvieron tiempo de pedir refuerzos. Los tacones me mataban, ya sentía el sudor resbalar en mi frente, además de que mi mano con la que sujetaba la mano del joker, sudaba sin control. Apenas recuperaba el aire, no sabía a dónde nos dirigiamos, me sentía perdida. 

Observe una puerta al final de un pasillo, que con un letrero mencionaba que era la salida. Al cruzar, finalmente el aire fresco lleno mis pulmones y mis piernas pudieron descansar. Joker se alejó, varias camionetas rodeaban la parte trasera del edificio. Un señor de traje elegante, le entregó a él un chaleco largo color morado, que se colocó encima de los hombros. Empezaron hablar, quería interrumpirlos para solo reclamar lo que es mío y largarme de una buena vez de este lugar, antes de que llegue la fuerza militar.

- ¡Quiero mi dinero! -grite, mientras todos volteaban hacia mí.

Me apuntaron unos tres hombres con máscaras más grandes que sus cabezas. Joker me observó con simpática y se acercó a mí dando algunos pasos.

-Bajen las armas. Ella es mi psiquiatra, o mi amiga. La quien me ayudo a salir. No desesperes, te daré tu dinero.

Se dio media vuelta y se alejó de mí, pero estaba cansada de que me diera la espalda así que lo sujete de su hombro e hice que nuevamente se volteara hacia mí.

- ¡Estoy cansada!, te ayudé a salir, perdí mi trabajo, posiblemente perdí a mis compañeros. Pero todo esto lo hice porque quiero otra vida. -decía a la vez que me quitaba mi bata blanca y la arrojaba al suelo con brusquedad. - ¡Dame lo que me pertenece de una buena vez!

Su risa nunca cambiara, pues siempre aparece en los momentos de más tensión. Sus hombres no se le unieron, al parecer él quería reírse solo. Se acerca a la cajuela de una camioneta pequeña y saca dos maletines grises. Sus dos hombres con máscaras extrañas la toman y se colocan frente a mí, mientras la abren sin problema. 

Lo primero en ver fueron varios paquetes de billetes bien alineados para que cupieran en el maletín, la mayoría son de cien dólares. Los cierras al mismo tiempo en que joker se acerca a mí. Nos volteamos a ver, ahora estamos frente a frente con nuestras respiraciones descontroladas ante la furia que ambos sentimos.

-Yo siempre cumplo, tienes dos opciones. Una, puedes irte a hacer tu otra vida, como se te dé la maldita gana, y dos, puedes unirte a mí. -me quita las gafas y se las guarda en su bolsillo del chaleco. - te tratarían como una reina, tendrías dinero y podrías hacer algo más que ser una millonaria que al final moriría entre billetes sin aprovechar la vida. Tú decides.

Es raro que me esté insistiendo tantas veces que me une a él. No quiero, no pienso hacerlo. Ambos no podemos estar juntos, ahora tenemos tantas diferencias que ni creo que podríamos ayudarnos mutuamente, lo que paso hoy, ahora solo quedara en el olvido a partir de ahora. Tomo ambos maletines y camino hacia un auto, con dificultad, abro la puerta y arrojó los maletines. Me monto y me coloco el cinturón, agradezco a Dios que estén las llaves puestas. A medida que arrancó el auto, él apoya ambos brazos contra el capó del auto y muestra su sonrisa.

-Lo lamento, pero como dije, no quiero formar en tu circo.

Sin más que decir, lo pongo en marcha cuando joker se aleja y muestra su expresión de ira ante mí. Fue en ese momento, sabía que ya no lo volvería a ver. Eso espero.


Extraña Obsesión | Harleen & JokerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora