Nuevamente aquí me encuentro. Sentada en esta pequeña silla, con una mesa que me separa del joker. Apenas logró encontrar las palabras para empezar. Me mira de una forma distinta, ya no sonríe, se mantiene serio, frio. Suspiro e intento no mantener contacto visual con él.
- ¿Quieres empezar contándome algún pasatiempo tuyo? -lo mire por un par de segundos.
-Harley, Harley. Doctora harleen quinzel, ¿actuaremos como si nada hubiese pasado?
Siento un escalofrío. Odio que hable de esa manera conmigo, no sé si intenta seducirme con su forma de hablar. Trago saliva y decido mirarlo seriamente.
-Ya hablamos sobre eso. Ahora, cuéntame sobre tu niñez.
-Recuerdo cuando me recostaba en mi cama. Acariciaba tu piel, era tan suave. -muestra su sonrisa.
-Si no quieres contarme, pediré que te manden a que te den electrochoques.
Cambio su expresión y se colocó firme en su silla.
-No te atreverías.
-Oblígame. -mencione firme y directa.
Empieza a reírse, destrozando el pleno silencio de la habitación.
Tenían razón, esto sería más complicado de lo que esperaba. Odio que él siempre saca lo peor de mí, me convierte en alguien más, alguien que suelta su coraje.
-Esta Harley es la que me encanta. Se vuelve dramática, se enfurece. No seas la chica frágil frente a los demás.
-No lo soy. Ni quiero serlo. Solo intento hacer mi trabajo, y si no aportas. Ya no tengo ni una absoluta puta idea de que hacer contigo. -las palabras salieron de mi boca sin pensar. - Solo desperdicias mi tiempo. -añado.
-No sabía que pensabas eso. Debe de haber confianza para que te diga todo sobre mi.
Me coloque cabizbaja intentando pensar las cosas posibles que podrían pasar si confió en él. Lamentablemente no niego haberme acostado con él, solo cambio de apariencia, en alguien más aterrador, alguien siniestro. Como he dicho varias veces, aquel amor que sentí se fue, lo enterré en mis morbidos pensamientos que jamás pienso recuperar.
-Ya no logro confiar en ti. -lo miró fijamente. - después de todo lo que hiciste, en lo que te convertiste, ya no hallo la forma en recuperar la confianza entre tú y yo.
-Oh, vamos. No muerdo, sólo hazlo. Te contaré todo, para que hagas tu puto informe. Sólo acepta.
He de admitir que simplemente quiero el maldito dinero de este trabajo, y puede que consiga más gracias a él. No creo que logre solucionar su problema, y sé que ese es mi trabajo. Hare lo posible.
-Bien. -suelto sin más. - con una condición. Quiero saberlo todo.
Asiente con la ligera sonrisa que muestra. Cuando apenas quiero dirigirle nuevamente la palabra. Suena la alarma que indica que los pacientes deben de volver a sus habitaciones. Se abre la puerta y entran los mismos oficiales de ayer. Lo toman por los hombros y lo levantan para llevarlo a la salida. Veo la escena, pero me fijo más en sus ojos, igual que él. Nos miramos mientras él deja mi oficina.
Pasan las horas y es hora de marcharme. Ya la luz de la luna asoma por mi ventana. Tomo mi maletín y salgo de mi oficina. Camino entre las celdas. Ya la mitad del personal se ha ido (solo las psiquiatras). Antes de irme, decido ir a echarle un vistazo a joker, raramente siento la necesidad de verlo por última vez. Me coloco enfrente del cristal. Se encuentra sentado en su cama, me observa y se coloca de pie y camina a paso lento hacia el panel de cristal que nos separa. Coloca la palma de su mano contra el cristal, me observa con su mirada fría.
-Ya no te amo. -susurre.
Me marcho, con la intención de huir y no estar en aquella escena vergonzosa. Es típico de las películas o series, colocar tu mano contra la de él, aunque no puedas sentir su tacto. Se ve diferente cuando muestra ese carácter; inocente, tímido. El recuerdo me ataca. Jack. No puedo sacarlo de mi cabeza, es odioso ver que aquel hombre que una vez amé, se haya convertido en un criminal. Jack murió, y el amor que pensé que fue real, se lo llevó a él a la tumba.
-Narra Joker-
Me deja con la mano pegada al cristal. Se marcha corriendo, apenas logró oír sus tacones golpear contra el asfalto. Me siento extraño, tengo la necesidad de golpear algo. Golpeó varias veces con mis puños el cristal, pero, aunque lo haga, nunca se romperá. Pateo la cama y los muros. Grito de ira, me siento desesperado.
La recuerdo perfectamente, nunca pensé reencontrarla, y peor de esta forma. Pero no importa, esto es lo que soy, en esto me convertí. Y pensar que la veré cada día en esta miserable cárcel, siento que sería una tortura, pero, por otro lado, me siento como si ya no estaré solo a partir de ahora. Y no entiendo porque pienso eso.
Veo mi reflejo contra el panel de cristal. No quito la mirada. Es difícil creer lo que soy ahora. Pero lo amo. La locura me invadió.
Camino a mi cama y me recuesto, observó la pared mientras cruzo mis manos encima de mi pecho. Algún día escapare, y ya sé quién me ayudará.
ESTÁS LEYENDO
Extraña Obsesión | Harleen & Joker
FanficHarleen Quinzel. Atrapada en una relación que jamás pensó que podría pasar en su vida. En su último año de la universidad, conoce a un chico (guapo, encantador, seductor y muy misterioso) de nombre, Jack. Deciden salir, pero no como una pareja norma...