―No lo sé Bash, te amo, pero siempre estás teniendo las peores ideas, ¿de verdad crees que tener un camión de comida recorriendo Europa es lo que quieres hacer de por vida? ―le decía Ellie a su primo.
Quien, para ser honestos, tenía mucha razón de no unírseles en nada, pues no parecía tener mucho de qué hablar, pensaba Ellie.
―Solo imagínalo, medio mundo ama los tacos y la otra mitad el sushi, si los unieras tendrías a todo el mundo amando tu comida, sería el comienzo de una nueva era, lo llamo "Tacushi", ¿entienden? Taco y sushi ¿Tú que dices Emmett? ―preguntó Sebastien.
Ellie lo miraba avergonzada, no quería que su día con Emmett se arruinara.
―Digo que mi hermana tiene gustos muy raros, ―Susurro para sí queriendo eludirse de la conversación. Ninguno de los otros dos alcanzando a oírle, suspiró y continuó-. Honestamente creo que tu plan tiene un problema, amigo.
― ¿Ah sí? ¿Cuál? ―le miró Sebastien intrigado, terminando su malteada de chocolate y café.
― ¿Qué harías con las personas como yo que no aman ni los tacos ni el sushi? ―sugirió Emmet.
Eso debería mantenerlo callado y pensativo por un tiempo, pensó.
― ¡Vaya! Eso no lo había pensado, ―dijo Sebastien.
Sebastien con sutileza intentó buscar por Emma, pero no la hallo por ningún lado. Suspiró con fastidio. Había quedado atrapado con ese par de tortolos. Ellie por su parte sonrío, estaba deseando que alguien sacara esa tonta idea de la cabeza de su primo.
―Lo ves, es un mal plan, ―comentó Ellie.
Sebastien negó con su cabeza rápidamente. Ya había terminado su malteada, y no parecía muy ansioso de permanecer más tiempo allí, no sin Emma.
―Solo porque a tu novio no le gusta la comida japonesa ni la mexicana no quiere decir que no sean de las mejores. ―dijo Sebastien.
El joven se encontraba ajustando sus lentes, y rascando su nuca, buscando nuevamente por Emma. Se estaba quedando sin tema de conversación, cuando una risa nerviosa lo sacó de su búsqueda.
― ¡No somos novios! ―Dijeron los dos apenados. Aún no se acostumbraban a ese nombre.
―Oh, entonces es algo de lo que no hablan, ―dijo Sebastien rodando los ojos. Como si no fuera evidente que los dos tenían algo.
Esquivando la conversación, Emmett buscó por Emma, pero su sorpresa no pudo ser más al ver que no se hallaba cerca.
― ¿Dónde está Emma?
Sebastien se encogió de hombros mientras cruzaba sus brazos y hacía su mejor esfuerzo por lucir despreocupado, Ellie miró con molestia a su primo, ¿en serio iba a fingir que no estaba ahí por Emma? Pasó sus ojos cautelosamente a Emmett quien parecía preocupado.
―Hola chicos, siento hacerlos esperar, pero ya acabé mi turno, ―dijo Margot quitando su delantal y limpiando su camiseta mientras le hacía señas a Sebastien para que hiciera espacio para ella.
―Lo siento Margot, ¿me disculpas un momento? ―respondió Emmett levantándose rápidamente de la mesa, Ellie le siguió de cerca, murmurando un pequeño lo siento, ante los ojos juzgantes de su mejor amiga.
―Oh sí, claro, váyanse y déjenme aquí, con este, disculpa, ¿Quién eres? ―preguntó Margot en dirección a Sebastien quien la miró con fastidio, rodó los ojos, y bufando, se puso de pie dispuesto a irse.
―Es por razones como esta que odio a las personas, ―dijo Sebastien más para sí que para Margot.
Emmett caminaba junto con su novia hasta donde estaba Momo, el can se encontraba sentado al lado de aquel chico raro de hacía unos segundos, pero su hermana no parecía estar por ningún lugar.

ESTÁS LEYENDO
Ascendums: Una historia mágica...
FantasyEmma vive atormentada por sueños oscuros y misteriosos, donde voces susurrantes recitan secretos incomprensibles. Su vida, marcada por la mentira de sus padres, se ve sacudida por la llegada de una carta anónima que revela verdades ocultas. La carta...