CAPÍTULO 5

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[Editado]

ROY.

Al ver a Matías en el suelo salté las vallas y estando preocupado corrí hacia él, al llegar a su lado observé si tenía manchas de sangre o alguna herida, el entrenador le tomó el pulso y también buscó si tenía fracturas.

—Está inconsistente —dije nervioso y asustado—. ¡Matías! —lo llamé tratando de despertarlo—. ¡Por favor, responde!

—¿Cómo está? —preguntaron Danna y Gabbe al llegar.

—Solo está inconveniente, no tiene fracturas —dijo el entrenador—. Iré a buscar el equipo de primeros auxilios, no lo muevan de aquí hasta que despierte.

—Iré a buscar al director y al regente —dijo Gabbe antes de marcharse junto al entrenador.

—Debió desmayarse al caer —comentó Danna.

—Esperemos que solo sea eso —respondió Laura, la otra amiga de Danna.

Aparté algunos mechones de su rostro y acaricié su mejilla, parecía un pequeño bebé dormido.

—Por favor —susurré—. Tienes que estar bien.

Hasta no asegurarme que se encontraba bien no podía estar tranquilo, no sabía si Matías me gustaba o no pero tenía que averiguarlo, necesitaba conocer mis sentimientos.

ALEX.

Lo primero que hice al llegar a la escuela de equitación fue tomar un baño que me hacía mucha falta, al terminar Alan y yo fuimos a conocer todo el lugar, al principio estábamos con Matías, pero mi hermana se lo llevó a algún sitio, ella fue quien nos lo presentó pero siempre lo alejaba de nosotros cada vez que tenía la oportunidad.

—¿Crees que Danna piensa que somos mala influencia para él? —preguntó Alan confundido—, nunca hemos hecho nada malo.

—Matías es alguien lindo y Danna está obsesionada con lo lindo.

—¿Te parece lindo? —inquirió—. ¿Eres gay?

—Tengo ojos, puedo ver que es lindo y decirlo no me hace gay —lo miré mal—. Puedo decir que un chico es guapo y no lo diría porque sea gay y me guste.

—Bien, ya entendí no vayas a gritarme.

—No iba a hacerlo.

Suspiró.

—También noté que es lindo, pero temía que si lo decía ibas a pensar que soy gay y dejarías de hablarme.

—Ahora si voy a empezar a gritarte por pensar que soy de esas personas.

—Lo siento —sonrió—, solo que una vez le dije a mi primo algo como eso y me miró como si yo fuera un bicho raro.

—¿Tu primo al que solo ves en vacaciones? —asintió—. Te conozco desde que tenemos ocho años, me hablaste de tu primera erección viendo porno ¿y no querías mencionar que un chico es lindo?

Me cubrió la boca cuando dije todo eso y observó en diferentes direcciones.

—¡Maldición! Alguien podría escuchar —lo mordí y me soltó de inmediato—. ¡Eso duele! —se acarició la mano.

—Lo sé.

—Cambiando de tema ¿te dijo Danna cuándo me conseguiría la cita con Laura?

—No y no voy a preguntarle, no me habla desde ayer.

—Insultaste a su novio, deberías disculparte.

Tal vez si me pasé, pero no iba a disculparme con nadie.

I Feel The Same As You [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora