PREGUNTAS.
NARRA DAVID.
Pasó una semana desde la fiesta y Daniel actuaba como si nada hubiera ocurrido entre nosotros, decidí actuar igual que él, pero cada vez que nos veíamos el ambiente se ponía incómodo, por una parte me molestaba que actuara así y por otra parte era alivio, no sabría que decirle. Mi mente estaba en un caos.
Desde la noche en la que casi me besó me sentía extraño cada vez que me encontraba con él, mi corazón latía más rápido y sentía mariposas en el estómago, esa sensación no me gustaba ni un poco.
—¿Estás bien? —me preguntó Roy—, desde que llegaste andas en las nubes.
—Si, estoy bien —asentí.
—¿Es por Daniel? —sonrió con burla.
—¡Claro que no! —me sonroje.
Le conté a Roy lo que pasó con Daniel, él me dijo que hablará con él, pero yo me negaba a hacerlo, tal vez solo quería molestarme.
—Tienes que hablar con él.
—Tal vez lo haga —mentí para que dejara de insistir.
—Haré de cuenta que te creo.
—¡Que lindo! —exclamé al ver a un gato pequeño, me puse de pie para agarrarlo y volví a sentarme en el sofá—. No me dijiste que tenías un gato —lo acaricié y comenzó a ronronear—. ¡Que cochita mash bonita! —abracé al gato.
—Lo vas a asfixiar —me regañó y dejé de abrazar al gatito—, ¿y quién le habla así a un gato?
—No soy el único, creeme. Todo el mundo lo hace y si tu no la haces, eres el extraño.
—Lo que digas.
Tocaron la puerta y Roy fue a abrir, dejé al gato en el sofá y miré el reloj que había en la pared, ya era hora de marcharme, tomé mi abrigo y me lo puse, caminé hacia la puerta para salir y me encontré con Roy y Matias besándose en la puerta, me puse rojo al verlos, me aclaré la garganta antes de hablar.
—¿Cuánto tiempo van a estar así?
—No me di cuenta que estabas ahí —dijo Roy con una sonrisa nerviosa, rodé los ojos y saludé a su novio—. ¿Ya te vas? —asentí.
Abrí la puerta y una ráfaga de viento sopló mi rostro, había mucho viento, miré el cielo y estaba todo nublado.
—Es mejor que me de prisa —murmuré.
—¿Quieres que te preste mi paraguas? —me preguntó Matias.
—Por favor —sonreí—. Te lo devolveré otro día.
—Ten cuidado —me dijo Roy.
Asentí y me despedí de ellos.
.....
Llugue a casa justo cuando comenzaba a llover, dejé el paraguas a un lado de la puerta y subí a mi habitación, al entrar me saqué el abrigo y me tiré en la cama. A mi mente vino el resto de Daniel y la sensación de sus labios rozar con los míos, las mariposas en mi estómago se hicieron presentes y me puse de pie, bajé al salón para mirar televisión y dejar de pensar en eso, después de unos minutos me dio hambre y fui a la cocina a buscar pan y mantequilla de maní.
Encontré el pan y luego busqué la mantequilla de maní, estaba en el estante de arriba.
—¿Por qué siempre en el estante de arriba? —lancé un resoplido y tome una silla para subirme en ella.
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I Feel The Same As You [Editando]
Teen FictionAlex tuvo muchas novias pero nunca las consideró serias porque nunca se había enamorado de ninguna de ellas. Mike creyó haberse enamorado solo una vez, pero resulta que confundió amistad con amor. ¿que tan idiota podía ser? Alex odia a Mike y Mike o...