CAPÍTULO 7

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[Editado]

ALEX.

Mike y yo besándonos no tenía sentido, podía encontrarle más sentido a cualquier otra cosa menos a eso. Lo tenía sobre mí, besándome como si su vida dependiera de ello, y yo no me quedaba atrás, lo besé con la misma intencidad, podrían haber pasado pocos o varios minutos, no estaba seguro y tampoco me importaba, abrí la boca para recibir su lengua y maldición... Mike era bueno besando, todo se sentía extraño, tal vez porque ambos éramos chicos o porque se trataba de la persona que odiaba, pero no besas a la persona que odias.

«¿Entonces qué debería sentir por él?»

Cuando ese pensamiento cruzó por mi mente lo aparté, Mike me observó desorientado al principio, no habrá pasado ni un segundo cuando su expresión cambió a una de diversión.

—¿Te gustó el beso? —preguntó con una sonrisa burlona.

En ese momento sentí como si me echará un balde de agua fría en todo el cuerpo.

—¿El ratón te comió la lengua?

Tragué duro, ignorando aquel nudo en la garganta que no debería sentir, él me odiaba y que se metiera conmigo de aquella forma no debería sorprenderme.

—No tienes cerebro —lo aparté de un empujón—. ¡Eres despreciable!

Me giré a un lado dándole la espalda, hice un puño con mis manos tratando de no dejarme llevar y golpearlo hasta dejarlo inconsciente.

—Dices eso, pero también me besaste.

—¡Cierra la boca! —exclamé furioso.

—Sólo era una broma —dijo aún con ese tono de burla.

—Para ser una broma parecía real.

—Soy un gran actor.

«Y yo un gran idiota.»

Al dia siguiente, todos desayunamos y fuimos a limpiar la playa por toda la basura que dejamos en la pequeña fiesta, después levantamos las tiendas y guardamos todas nuestras pertenencias, esperamos una hora hasta que los buses que nos trajeron llegaron, subimos en orden y volví a sentarme junto a la ventana, quería continuar durmiendo porque no pude hacerlo por pensar en ese maldito beso. Iba a arrepentirme de eso durante mucho tiempo.

Tres horas después llegamos al instituto, saqué mi auto del estacionamiento y dejé a Alan en su casa, posteriormente conduje a la mía, no tenía ganas de hacer nada así que dejé mis cosas en el auto, podía sacar todo más tarde, cuando entramos a la sala mi madre nos recibió con un gran abrazo, para ella esos tres días fueron tres décadas.

—Los extrañé tanto.

—Fueron tres días —solté un suspiró cansado—. Fuimos a un campamento, no a la guerra.

—Son mis hijos, el no verlos se sintió como una eternidad —me regañó—. En fin, vengan conmigo un momento, llegó una sorpresa.

Danna y yo intercambiamos miradas confusas, la seguimos hasta la cocina y cuando nos adentramos vimos a nuestro primo Shon, el cual no veíamos desde los trece años, Danna y yo le dimos la bienvenida con un fuerte abrazo.

—¿Cuándo llegaste? —le pregunté.

—Llegué ayer, la tía Nora —esa es mi madre—, me dijo que estaban de campamento.

—De haber sabido que vendrias no habría ido a ese campamento.

—Estaba ocupado y olvidé llamar —se excusó.

—¿Y tu mamá? —le preguntó Danna.

—Mi madre llegará en unos días —respondió Shon—, yo me adelanté.

I Feel The Same As You [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora