Periodista iniciando

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-No, joven Brown, es mi palabra final-
-¿Pero por qué?-
Perseguía al señor Tremblay, jefe de una de las editoriales más famosas de todo Atlanta y el mundo, volteó de golpe haciéndome dar un paso para atrás.
-Porque aún no tiene la experiencia necesaria-
Estoy cansado que solo por ser el más joven no me dejan encargarme de casos más serios, detesto que no me cuenten más que para chismes adolescentes.
-Por favor, solo le pido una oportunidad, yo puedo hacerlo, déjeme investigar este caso-
Uno de los mejores, el caso de la mafia del Rosso Tigre, nombre de origen italiano dedicado al padre del líder Victor Rizzo, se dice que a pesar de ser italiano, operan en Atlanta por alguna razón que no conozco, pero se casi todo sobre esto, sería un sueño que me dejaran hacer un reporte sobre este caso.
-De acuerdo, si algo pasa te llamaremos-
-S-Si, gracias- eso me dicen siempre que busco un trabajo serio...

Por fin salí de la editorial, la noche era lluviosa, subí a mi auto, encendí la música y avancé hasta mi enorme pero solitaria casa, mi perro Rick me saludó con mucha energía y me dediqué a trabajar en lo que tenía pendiente, más cosas inútiles sobre rumores de celebridades, después de un momento dejé lo que estaba haciendo para dedicarme a investigar más sobre Rosso Tigre, siempre existe la posibilidad de que me llamen, cuando el reloj dio las 11:00 me cansé y salí al bar para relajarme y alzar mi ilusión con un poco de alcohol.
Nunca me habían tomado el tiempo de observar los detalles el bar, tan grande y con pequeños diseños de madera, detrás de todo largas vitrinas de vidrio llenas de botellas, dejando un espacio vacío por la botella que el mesero tomó para servirme, una vez con mi vaso dispuesto para tomar un trago, un salto hacia mi lado se hizo presente empujándome un poco.
-Hola, guapo- un chico de cabello pelirrojo y chaqueta de mezclilla se acomodaba a mi lado.
-Hola, Alex- contesté serio, ese chico es demasiado intenso cuando busca víctimas ¿Por que tuve que ser yo?
-¿Por qué esa carita seria? ¿En qué piensas?- se acomodaba sobre sus manos listo para escuchar, aunque sabía sus pervertidas intenciones, es una persona de confianza por lo que de alguna manera lo veo como un amigo, así que le conté todo.
-Ahh, así que el niño periodista quiere algo mas que sus revistas para adolescentes, con razón de vez tan estresado- decía levantándose de la barra para ubicarse detrás de mí.
-Vamos, deja que te ayude a relajarte- utilizaba tonos seductores hablando casi en mi oído, volteé mi cuerpo para hacerlo suavemente a un lado.
-Ya sabes que no, no me gustan esas cosas- jamás había tenido nada con un hombre, y la verdad me da miedo, sin contar las dudas.
-Deja a Noah, sabes que no te hará caso- una voz ronca apareció detrás de la barra, era Jake, un buen amigo que trabaja ahí, es bueno con las bebidas.
-Mhm, como quieras- volvió a su posición al lado de mi haciendo un puchero.
Después de una larga platica los tres, mi celular comenzó a vibrar en mi pantalón, me disculpe un momento y me retiré unos pasos para contestar.
-¿Hola?-
-Joven Brown, disculpe molestarlo tan tarde, ¿Se encuentra ocupado?- el señor Tremblay
-N-No, señor, ¿Necesita algo? Si es por lo de la revista, mañana temprano los entrego, solo fa-
-El motivo de mi llamada no es sobre la revista-
Será...
-Oh, entonces, ¿Cuál es?-
Siento mariposas en el estómago...
-¿Recuerda el caso "Rosso"? Bueno no tenemos la localización de uno de los periodistas por lo que el puesto esta vacante, si gusta puede tomarlo-
¿Es un sueño?...
-¿De verdad? Cl-Claro que acepto, ¡Muchas gracias, le juro que no se arrepentirá!-
-Eso espero, Brown, preséntese mañana temprano para darle todo lo que necesita saber, nos veremos pronto-
-Gracias de nuevo, adiós-
Volví hacia mis amigos dando pequeños saltos, mi emoción en este momento en incontenible.
-¿Qué pasa, Noah?- preguntaba Jake con curiosidad.
-¡Me dieron la nota! ¡Mi primera nota seria-
Alex se emocionó conmigo celebrando casi como una chica abrazándome por el cuello.
-¡Felicidades, Noah! ¿Esto hay que celebrarlo no?-
-Ha, eres patético- decía Jake tratando de provocar a Alex
-No dijiste eso cuando estabas en mi cama-
Hablaba en tono cínico pero sin quitar su acento seductor.
Aparté sus manos con delicadeza asimismo levantándome de mi lugar.
-No tengo tiempo, mañana debo levantarme temprano, y arreglarme y todo, te pago la bebida, Jake-
Él me interrumpió tomando el vaso casi vacío.
-Déjalo, considéralo un regalo por tu nota- sonrió, le devolví la sonrisa y volví a mi casa, por fin el trabajo de mi vida, será el mejor reportaje no importa lo que tenga que hacer...

Falling for The boss Donde viven las historias. Descúbrelo ahora