Casada Con El Jefe De Mi padre.

Nuevas sorpresas

Elizabeth punto de vista.

3 Meses Después...

Ya habían pasado mucho tiempo desde que me fui de Cristopher, debo admitir que fue duro al principio el dejar como si nada pasara.

Me mudé a una casa que tenía mi madre abandonada, estaba algo vieja, pero aún así no me importaba.

No recibía llamadas de mi mejor compañía, me había comprado un lindo gato, era amarillo ojos azules y lo llame Kike.

Comía una rica tartaleta de moras, mientras veía la televisión, quería saber más acerca de mi madre, no recuerdo muy bien como era ella.

Los vecinos eran un poco raros, excepto uno, se llamaba Mario, era canoso, bajito y siempre bestia bien.

Ya había acabado mis estudios, ahora trabajaba en una empresa, me habían subido de rango por lo que me puso feliz por un momento, era la gerente de comercio de productos internacionales.

Me levanté de mi silla y me fui a cambiar, debía vestir elegante, una falda negra, una camisa blanca con chaleco negro y tacones grandes.

Había sacado un pequeño préstamo y ahora tengo mi propio auto, un convertible negro, amaba ese color...

Me cambié lo más rápido que pude, le di de comer a Kike y luego salí a mi auto con mi bolso, me puse unas gafas de sol pequeñas, puse las llaves en el tambor y me dispuse a conducir.

Llevaba cinco minutos y... La vía estaba cerrada.

-Maldita sea voy algo tarde.- dije bajito.

-Solo hay un paso señorita.- dijo aquel policía de tránsito.- por la avenida a la derecha.

-Si... Gracias.- dije algo inconforme.

No deseaba ir por aquella vía, pues por ahí... Vivía aquel ser.

Tome coraje y pise el acelerador por aquel lugar, era feo recordar aquellas cosa.

-yaya... Solo ve a trabajar y listo.- dije para calmarme

No quería desviar mi vista, pasaba justo al frente de aquella enorme mansión, varios carros oscuros esperaban en la entrada, decidí ver por el espejo de mi auto... Era... El, con su... Esposa.

Pude jurar que giro su vista hacia mi, me puse algo nerviosa y acelere aún más.

Diez minutos conduciendo, llegué a la corporación internacional de comercio (CIC), salí del estacionamiento y subí al piso quince, al llegar las puertas abrieron y...

-FELIZ CUMPLEAÑOS!!.- gritaron todos a la vez.

Cierto era mi cumpleaños, como pude olvidarlo, tal vez del mucho trabajo que tenía.

-Señora parte de zona comercial, tus trabajadores te invitaron a un buen restaurante.- dijo María, una nueva trabajadora.

-Gracias.- dije con mucho entusiasmo.

Camine a mi puesto de trabajo, estaba decorado con globos a helio, una pequeña torta en el escritorio con confeti y varias rosas.

Reí un poco de la felicidad, me sente, prendi el portátil y comencé a trabajar.

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6 horas después.

-Paula, por favor, lleva esto a recepción y esto a fotocopiadora, los necesito para mañana.- le dije a una secretaria.

- si señora.- dijo ella.- va a ir al restaurante?.- me miró.

-Claro, ya voy para allí.- le dije.