Impossible L♥ve {#2}

Capitulo 4

DÍAS DESPUÉS

-Mmm...

-Para... –Dije en vano ya que seguía sin despegar sus dientes de mi cuerpo. –Chris...

-¿Por qué? Te está gustando, Kristen...

-Sí, pero me dejarás muchas marcas. –Levantó la cabeza por un momento para sonreír.

-Eso es lo que quiero. –Volvió a agachar la cabeza a la altura de mi estómago para morderlo.

-Dios...

-¿Qué?

-Me estás volviendo loca...
–Confesé agarrándolo del pelo para levantarlo y besarlo. 

-Tranquila, fiera...

-No puedo estar tranquila cuando tengo unas ganas terribles de que me... –Mi móvil comenzó a sonar interrumpiendonos de repente.

-Como en los viejos tiempos...
–Murmuró haciéndome reír. –No lo cojas...

-Puede ser importante. –Resopló haciéndose a un lado para dejarme levantar. Oh, mierda. Carlos...

-¿No lo coges?

-Sí, si... –Solté aire antes de descolgar. –¿Hola?

-Creí que no ibas a atenderme.
–Mordí mi labio inferior nerviosa mientras que volvía a la cama.

-¿Quién es? –Preguntó Christian por lo bajo intrigado.

-Lo siento, Carl. He estado muy... Ocupada. –Christian levantó una ceja cruzándose de brazos.

-Bueno, te perdono porque te quiero. –Rió haciéndome sentir mal. –¿Qué tal las Navidades? Ya queda menos para vernos.

-Bien... ¿Y las tuyas? –Golpeé el hombro de Christian cuando comenzó a besar mi cuerpo de nuevo. –¿Cómo está Eli?

-Bien, bueno... Aunque suene raro, quiere volver al internado.

-Oh... –Intenté que sonara bien, pero no pude...

-Oye, ¿estás bien?

-¡Si! Solo... Solo me dí en el pie.
–Christian rió descaradamente haciéndome abrir los ojos.

-¿Estás con alguien?

-¡No! Bueno, sí... Es Robert, el marido de mi mamá...

-Ah, saludalo de mi parte.

-Lo haré... Para... –Susurré esto último para que Christian estuviera quieto. Dios, mañana tendría marcas por todos lados.

-¿Dijiste algo?

-No, no, pero tengo que irme, Carlos. Nos vemos pronto. ¡Chao! –Colgué sin ni siquiera dejar que se despidiera para dejar el móvil sobre la mesa de noche y cruzarme de brazos.

-¿Qué?

-¡¿Por qué no te estabas quieto?!

-¿Y por qué debía estarlo?

-¡Porque estaba hablando por teléfono! –Grité ofendida. –Yo no hago esas boberías cuando esa idiota te llama.

-Eh, eh, tampoco hace falta insultar. –Abrí la boca para contestarle pero volví a cerrarla para ponerme de pie. –¿A dónde vas?