Capitulo 9

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-¡Kristen!

-¡Hey, Jack! –Caminé hasta él para darle un corto abrazo.

-¿Cómo está?

-Bien, gracias. –Cogió mi maleta para guardarla en el maletero del coche mientras que me sentaba en la parte trasera. –¿Qué tal por casa?

-Genial. El niño Dylan está enorme. Incluso ya dice unas cuantas palabras. ¿Y sabe que más?

-¿Qué?

-Parecerá raro, pero... El joven Christian se pasa varios días de la semana en la casa con él.

-¿Si? –Dije haciéndome la sorprendida. Por mucho que confiaramos en Jack, no podía arriesgarme a que se enterara de nuevo de lo nuestro.

-Sí, y el señor Robert está más que feliz de tenerlo en casa.

-Me imagino... –Sonreí mirando por la ventana.

Pronto Jack aparcó frente a la puerta de casa y enseguida me bajé del coche sabiendo que él llevaría la maleta al interior.

-¡Señorita Kristen!

-Hola, Marga. ¿Cómo estás?

-Bien, señorita. ¿Usted? –Le sonreí en contestación para buscar con la mirada a mi madre.

-¿Y mi madre?

-No está, señorita. Justo acaba de salir con Robert.

-Ah... ¿Y Dylan?

-Arriba comiendo. –Fruncí el ceño. ¿Dejaban que el niño comiera solo sin ninguna vigilancia? –¿Solo?

-¡Por supuesto que no! –Rió. –El joven Christian está con él.

-¿Qué? –Sin pensarlo, corrí escaleras arriba para entrar rápidamente al cuarto de mi hermano menor.

-¡Christian! –Corrí hacia él para abrazarlo.

-Hey, cuidado con el enano.
–Sonreí antes de mirar a Dylan entre sus brazos para besar su cabeza.

-No me dijiste que estarías aquí.

-Quería que fuera sorpresa.
–Me acerqué a su boca despacio para besarlo con ternura.

-Te extrañé tanto, Christian...

-No más de lo que yo te extrañé a ti.

-¡No lo creo! –Volví a sonreír sintiendo las lágrimas salir de mis ojos.

-Hey, ¿estás bien?

-Es la emoción. –Sorbí por la nariz cuando recibí sus brazos de nuevo. Había dejado a Dylan sentando en su cama.

-Pues verás qué emoción te va a entrar ahora cuando escuches a Dylan. –Volvió a coger al niño para darle unos golpecitos en la espalda.

Esa imagen me enterneció. Estaba segura de que sería un padre estupendo.

-Y te lo querías perder...

-Sí... Ahora estoy arrepentido de no haber estado ahí cuando era más pequeño.

-Pero lo importante es que estás aquí ahora. –Asintió dándomelo cuando ya había eructado. –Hola, pequeño. Sigues recordándome ¿verdad?

Impossible L♥ve {#2} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora