-¿Snape? No, esto no puede ser...- dice el viejo auror asustado y sorprendido de ver a ese hombre en especial con vida. Sin embargo, no pudo ni reaccionar cuando un hechizo lo dejó en el suelo, inconsciente.
-Me alegra ver que me hallas dejado un poco de diversión Cissy- comenta su esposo de manera burlona.
Al ver que por fin, ya todo estaba en orden, Hermione va hacia Severus y comprueba que esté bien, lo único que tuvo que hacer fue desabotonar la camisa y agrandarla, ya que debido al cambio de tamaño y de volumen en el cuerpo del pocionista, la prenda no daba mucho de si para seguir estando cerrada por completo. Afortunadamente el pantalón se quedó cubriendo lo necesario, pero también tuvo que agrandarlo.
-Creo que mejor nos vamos rápido- dice Ginny asustada de que se apareciera algún otro auror en cualquier momento, por lo que empujó con el pie el cuerpo del auror fuera de la habitación, para después reparar y cerrar la puerta lo antes posible.
-Es cierto, debemos irnos cuando antes- le apoya Hermione y comienza a sacar su varita para tratar de levitar a Severus, pero antes de que hiciera algún movimiento de varita, Lucius se adelantó y lo apunta con su propia varita, pero se detuvo cuando escucharon un grito que los hizo congelarse a todos.
-¡POR ALLÁ, VAYAN A ESA HABITACIÓN, RÁPIDO!- escucharon gritar a un hombre en uno de los pasillos, seguramente del Ministerio.
Hermione rápidamente le pone varios hechizos a la puerta, al menos para tratar de hacer un poco más de tiempo.
-Señor Potter, usted y sus amigos pueden salir sin ningún problema... porque por ahora se les perdona todo lo que hicieron...- comenzó a explicar un auror con tono demasiado molesto- ni siquiera le haremos algo a los Malfoy... que sabemos que están con ustedes, solo queremos a Snape, es todo- trató de razonar con ellos el jefe de aurores.
-¡No, no dejaremos que se lo lleven! Ya hemos dicho que es un héroe- gritó Harry molesto, en tanto, Hermione trató de desaparecerse con Severus, pero fue muy tarde, ya habían puesto un hechizo contra eso.
-Harry... no nos podemos desaparecer- le avisa asustada.
-Tranquila- trata de calmarla -todo saldrá bien Mione- termina inseguro, claro, ni él mismo se creía que fueran a salir con Snape de ahí... ilesos.
-¡ES NUESTRA ÚLTIMA ADVERTENCIA SEÑOR POTTER, O SALEN TRANQUILAMENTE O...!-
-¿O qué harás John?-
-¡Es Kingsley!- grita Ginny feliz y aliviada, abrazando a Harry.
-Señor Ministro... nosotros... yo solo... trato de sacar al mortífago de Snape de aquí señor- su voz ahora ya no sonaba molesta, sonaba más bien preocupado y con miedo.
-Creo que ya habíamos acordado esto... ¿no es así?- le reclama enojado el Ministro.
-Pero señor...- trató de convencerlo de que estaba en un error al juzgar de manera positiva a alguien como Snape, claramente se merecía lo peor de lo peor, y eso lo tendría en Azkaban, bajo su "custodia", por supuesto.
-De acuerdo, sino me vas a obedecer, será mejor que te vayas ahora... estás despedido- termina con tono duro y molesto.
-¡¿Qué?! Pero... no puede...-
En este punto, quienes estaban dentro de la habitación vieron llegar a más personas, mediante las siluetas en el suelo, que se ponían detrás de uno de los hombres, seguramente más aurores que no dudarían en intervenir si su, ahora, exjefe intentara hacer alguna tontería contra el Ministro.
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Nueva vida
RomancePor fin la guerra terminó, Severus se reponía de la mordedura de Nagini cuando a Sirirus se le ocurre hacerle una broma, pero las cosas no le salen como quiere.