Por fin llegó a la dirección, tocó la puerta, pero al no recibir respuesta quiso ver si podía entrar y así era, la puerta no tenía cerrojo y metió su cabeza para buscar a Minerva o en su desesperación incluso hablaría con Albus.
Una vez adentro, cerró la puerta y notó el detalle de que ni Fawkes se encontraba ahí y eso que ya nunca dejaba ese lugar desde que Albus regresara al cuadro detrás de Minerva, se quiso sentar a esperar a la directora cuando vio un sobre con su nombre y le sorprendió aún más que quien lo mandara fuera un médico de San Mungo.
Estaba levantando la mano para abrir el sobre cuando escuchó la voz de Albus.
-¡Severus!- el ex-profesor levanta la cabeza asustado -¿Te asusté?-
-¡No anciano, me gusta hacer eso cuando me llaman!- contesta enojado y sarcástico, a lo que Albus solo ríe feliz de tener a su viejo amigo junto a él, bueno, por así decirlo.
-Me alegra que vengas a visitarme, te ofrecería un caramelo de limón, pero no puedo darte este que tengo aquí-
-Sí, claro, como si alguna vez te hubiera aceptado uno-
-¿Y qué es lo que tienes en la mano?-
-Nada- toma el sobre rápidamente y se da media vuelta.
-¡Severus, qué sorpresa verte aquí!- aquí el joven esconde el sobre en su capa.
-¡Es lo mismo que le dije Minerva, me parece que vino a visitarme después de mucho tiempo!-
-¿Es cierto Severus? Si gustas puedo dejarlos unos minutos-
-No creo que...-
-Te lo agradecemos Minerva- Severus rodó los ojos molesto de no poder irse ya a leer esa... maldita carta. Así la directora se fue a la sala de maestros.
-¿Por qué lo hiciste?-
-Severus... siendo honesto... me da mucha curiosidad lo que dice esa carta, Minerva la ha estado esperando desde hace unos días-
-¿Por qué no me habías dicho de eso?-
-¿Y cómo querías que te lo dijera? Solo soy un cuadro viejo en la pared-
-Creo que ambos sabemos eso es lo más estúpido que has dicho, claro, puedes moverte hasta el Gran Comedor y no puedes ir al dormitorio entre los cuadros-
Severus sacó la carta y la abrió, rompiendo un poco el sobre de paso, cuando sacó la carta se sorprendió de ver la hoja del interior en blanco.
-Está en blanco, lo más seguro es que está hechizada para que nadie más que Minerva la lea-
-Si es así, no estaría sorprendido de que puedas quitar ese hechizo fácilmente, sino, no serías el gran maestro que sé que eres en hechizos-
Severus solo sonrió arrogante, seguro de que podría quitar ese hechizo, pero cuando lo hizo la carta comenzó a incinerarse, dejándolo sorprendido.
-Escuché que tu le habías enseñado a Minerva un hechizo para que hiciera esto hace años...- sube la cara a mirar con enojo y con un poco de decepción al que fuera su antiguo tutor -¿por qué no quieren decirme lo que me está pasando?-
-Lo siento Severus, es por tu bien- con esto se va de su cuadro, dejándolo aún más enfadado y con más dudas de lo que le ocurría.
-o-
Mientras en los terrenos, Ginny, Hermione y Harry, caminaban lentamente, hablando de varias cosas, hasta que una voz conocida les hizo darse vuelta.
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Nueva vida
RomansaPor fin la guerra terminó, Severus se reponía de la mordedura de Nagini cuando a Sirirus se le ocurre hacerle una broma, pero las cosas no le salen como quiere.