Al siguiente día Severus bajó a la sala común y se encontró con aquella niña llamada Lily, afortunadamente solo tenía el nombre de similar a la que fue su amiga en el pasado; la pequeña niña estaba leyendo su libro de pociones de primer año cuando llegó a su lado.
-Hola Lily- la niña voltea al escuchar su nombre y le sorprende que ese chico en especial quiera hablar con ella.
-Hola- contesta tímida y feliz.
-Hace unos días estaba leyendo en los terrenos y... vi que tu amigo y tu pelearon por un cromo-
-Ohh... lo siento si te interrumpimos...-
-No, de hecho ya había terminado... solo quería devolverte esto- dice y estira la mano enseñándole su cromo.
-¡Ahhh... muchas gracias, creí que lo había perdido!- toma la lámina feliz y le regresa la mirada a Severus sonriendo aún más -este es mi cromo favorito-
-¿Por?- realmente le daba curiosidad que una Gryffindor le tuviera mucha estima, bueno, más bien le llamó la atención que fuera una niña quien lo viera como alguien importante.
-Fue por mis padres... hace unos años... cuando fue el Mundial de Quidditch... y pasó el ataque de los mortífagos... fuimos al bosque corriendo... después de mucho tiempo, nos perdimos, y luego de mucho tiempo escuchamos voces cerca... eran esos mortífagos... buscaban a papá, porque el trabaja en el ministerio, uno de ellos nos encontró y nos llevó con los demás... dejaron a papá inconsciente y mamá estaba a punto de tomar su varita cuando llegó otro hombre disfrazado como ellos y los dejó en el suelo, hizo despertar a papá y nos llevó a Londres, a un hospital muggle... mis padres dicen que le debemos la vida, por eso lo admiro mucho-
-Pero, creo recordar que los mortífagos usaban máscara... ¿cómo están seguros que era él?- ya recordaba a esa familia, aunque le llamó la atención que supieran que fue él.
-Mamá dice que lo reconoció por sus ojos, en su último año de escuela él llegó a dar clases, siempre le llamó la atención ese hombre, por sus ojos... pero después ya no supo nada de él porque se fue a Francia a vivir un tiempo... y por eso es mi héroe favorito-
-¿En serio te hubiera dado emoción conocerlo?-
-Sí, me hubiera gustado mucho- contesta bajando la cabeza triste.
No sabía lo que pasaba, pero le daba entre alegría y miedo que alguien le admire tanto, aún después de todo lo que había hecho, claro él no se consideraba héroe dijeran lo que dijeran, pero que esta pequeña niña hubiera dado muchas cosas solo por conocerlo, le hacía sentirse bien consigo mismo.
-¿Te gustan las pociones?-
La pequeña Gryffindor levantó confundida la cara por el cambio de tema, pero asintió levemente. El joven toma su mochila y le extiende un viejo libro de pociones, claro, el que perdió el genio de Potter no era el único que tenía sus ediciones en los marcos, solo procuró darle uno que no tuviera ni hechizos oscuros ni su apodo, y fue simple, su libro de primer año en Hogwarts cumplía con esos dos puntos importantes.
-Este libro le perteneció a Severus Snape en su primer año aquí- a eso la pequeña lo toma muy feliz y abre para ver la primera página pero estaba vacía, entonces buscó en la última y ahí estaba, el nombre del héroe de guerra más grande para ella.
-¿Cómo es que lo tienes?- pregunta levantando la cabeza demasiado alegre al tener algo de ese hombre.
-Digamos que... Snape fue... un... amigo de... mi madre por mucho tiempo-
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Nueva vida
RomansaPor fin la guerra terminó, Severus se reponía de la mordedura de Nagini cuando a Sirirus se le ocurre hacerle una broma, pero las cosas no le salen como quiere.