Esa noche decidí salir con James y con mis amigos de toda la vida, era increíble cómo habían cambiado todos, a ellos solo hace seis meses que no los veía pero se les notaba cambiados, fuimos al bar de Emma una de mis mejores amigas en la infancia, lo había remodelado y estaba muy moderno para ser un simple bar de pueblo
-¡Alexia! Cuánto tiempo sin verte ¿como estas?
-¡Emma! Genial mi niña, ¿y tú? Oye y ¿esa barrigota?
-¿No te dijo tu padre? ¡Estoy embarazada!- las dos comenzamos a dar saltitos, Emma siempre quiso ser mamá muy joven, y al fin ella y su novio dieron el paso, estaban tan felices
-Oye ¿y tú? ¿Has visto cómo está James? Parece un armario empotrado, y esos tatuajes lo hacen muy sexy- yo mi gire a mirarlo, la verdad que era impresionante, ahora que quiero olvidarme de la ciudad un poco y sobretodo de Alvaro, no me vendría mal andar con el, puede que surgiera algo, me vuelvo a girar para mirar a Emma.
-Si, está como un queso, seguro está todo el día en Alemania quitándose a las chicas de encima.
-¿Por qué no lo intentas con el? Por lo que he visto, él te adoro y tú has venido sola o... ¿te espera alguien en la capital?
-Fui novia de mi jefe durante un día- comencé a narrarle todo lo que pasé con Alvaro desde que nos conocimos hasta lo ocurrido esta mañana.
-¡Pero ese jefe tuyo no tiene corazón! Solo te quería para acostarse contigo, deberías de tirarte a James, un clavo saca a otro clavo dicen
-Tia, no le quiero hacer esto a James, se sentirá utilizado, es un buen muchacho y no se lo merece.
-Cuéntale la situación, si Alvaro se arrepiente de todo vendrá a por ti, los tíos son muy simples te lo digo yo, así que solo tienes que conseguir que James acepte ser tu novio falso aquí en el pueblo, para celarlo cuando venga.
-Dios Emma ¡No recordaba tus planes locos que siempre funcionaban! Jajajaja- cogi mi vaso y me dirigí al grupito, más concretamente a James, y comencé a bailar cerca de el, me rozaba de vez en cuando y él sonreía y bailaba pegado a mí, lo estaba pasando genial pero una llamada lo chafó todo, salí seguida de James a la terraza del establecimiento
-¿diga?-lo cogi sin mirar quién era, iba ya algo tomada
-¿Alexia?¿Has bebido? ¿Dónde estas?Tenemos que hablar, no puedes irte de La Oficina así- ups era Alvaro, me giré a ver a James que me miraba dubitativo, tape el auricular y le dije que era el desgraciado de mi ex.
-Alvaro, de La Oficina me puedo ir cuando quiera ya que me he autodespedido, no tengo nada que hablar contigo, eres un falso que después de todo lo que te he ayudado, de las veces que te he sacado de apuros por la prensa, incluso me acosté contigo pensando que de verdad me querías y mira cómo me lo has pagado, no tienes perdón y no lo tendrás que te quede bien claro, y no estoy en Madrid para tu información, asi que no me busques porque no quiero verte
-Alexia espera porfavor, lo siento, tuve un mal día
-¡¿un mal día que duró desde el sábado noche hasta hoy?! ¡Eso no es un día! Son dos y medio, déjame en paz
James me quito el teléfono y habló el, le dijo que dejara de molestarme, que encontraría a alguien que la quisiera de verdad y que no le hiciera el daño que el le había causado.Ya dentro del bar de nuevo, cogi mi chaqueta vaquera ya que hacía algo de viento y me despedí, necesitaba pensar, James me siguió
-Alexia¿Estas bien?- Yo solo comencé a llorar y me abrace a él, comenzó a acariciarme el pelo, echamos a andar hacia mi casa
-Ese imbécil es mi jefe, empecé como su secretaria hace unos meses...- le conté todo como hice con Emma y el solo me miraba entristecido
-Siento mucho por lo que has tenido que pasar princesa, pero tú eres una chica fuerte siempre lo has sido, mira cuando éramos unos críos, ¿quien se peleaba con todos para salvarme a mí de sus maltratos?- yo sonreí ante su ocurrencia, ahora sería completamente diferente, James, era un niño estudioso y todos en el colegio se reían de él por llevar gafas y ahora mira, es todo un hombre capaz de derribar a cualquiera que se le cruce en el camino.
-Has cambiado mucho James
-Espero que haya sido para bien- lo mire y comenzamos a reír y asentí
-Tuve que hacerlo, en Alemania no te tenía a ti para que me defendieras asi que comencé a cuidarme, comer bien y mucho gimnasio, los tatuajes vinieron después, de echo tengo uno dedicado a ti- yo abrí los ojos de par en par
-Es ¿en serio?
-Claro, mira- se levantó su camisa dejando ver unos pectorales bien definidos, esto si son unas tabletas de chocolate en condiciones, en su pecho derecho tenía escrito "Al", sonreí así me decía el antes de que nos separaran
Seguimos caminando y llegamos a mi portal, y ahora, ¿que hago? ¿Lo invitó a pasar?¿me despido?
-No te preocupes, aunque me invitaras a pasar, no lo haría, estas afectada por lo de tu jefe y si ocurriera algo, te arrepentirías, y si alguna vez ocurre algo entre los dos, no quiero que te arrepientas ¿lo entiendes no?- Yo solo asentí, su corazón y su alma seguían igual que cuando lo conocí, es tan bueno y protector, me acerqué a el y le di un beso en la mejilla
-Gracias James, se, que poco a poco, me sacaras de este hollo en donde me he metido
-Siempre me vas a tener Alexia, te dejo mucho de lo que soy ahora.- Nos abrazamos, me beso en la mejilla y se marchó, yo entré en la casa de mi padre, seguro estaba dormido ya, así que entré sigilosamente, me encaminé a La Cocina, bebí un vaso de agua y me dispuse a entrar en mi habitación de siempre cuando escuché a mi padre
-Alexia, James es un buen chico a pesar de toda esa tinta que tiene en su cuerpo, no juegues con el por favor, si no estás preparada, no empieces algo con el de lo que te puedas arrepentir- simplemente asentí, le di las buenas noches y me adentré en mi dormitorio, todo estaba como lo dejé, me puse mi pijama y me acosté, mi cabeza estaba echa un lío y necesitaba pensar, mañana sería otro día, y pensando en Alvaro y en James me quedé profundamente dormida.
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La Nueva Secretaria Del Jefe
RomanceEl guapo y adinerado, Álvaro Núñez, jefe de la prestigiosa revista Woman Chic, necesita una nueva secretaria pero ninguna esta a su nivel hasta que llega Alexia Gómez y le pone los pies en la tierra al niño malcriado de papá, Don Álvaro. Una histo...