Capítulo 11

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¿Por qué me mira tanto? Que cara de atontado tiene ¿no? Espero no tener nada en la cara, esta más amable que de costumbre y eso comienza a ponerme algo nerviosa, es mi jefe, solo estamos dando un paseo para relajarnos del trabajo, vale, hemos tenido un momento de debilidad que no se volverá a repetir, como mucho seremos amigos, el tiene su vida rodeado de lujos y de chicas dispuestas a hacerlo feliz cada noche, y yo tengo que seguir con mi vida, esto es solo un paréntesis para ambos
-Alexia ¿que te pasa? Estas como en otro mundo- lo miro y esta haciendo gestos delante de mi cara
- Estoy bien solo estaba pensando
- ah ¿ y que piensas?- miro al cielo mientras camino a su lado sin darnos la mano, siempre respetando una distancia
- En que esto es un paréntesis en nuestras vidas, que cuando me dejes en casa tu seguirás siendo mi jefe rico y con chicas que cada noche te hacen feliz y yo seguiré con mi vida de secretaria- lo miro y sonrió, el no lo hace y eso me noquea un poco
- Para mi no es un parentesis, a nadie le he contado lo que te he contado a ti, a ninguna chica la he invitado a pasear por El Retiro, ni en barca, es algo que sólo me ha salido contigo- Lo sigo mirando sin entender que quiere decir¿me quiere?¿quiere sexo? ¿quiere una amiga? ¿quiere que sea su confedente? Con esas preguntas en mi mente llegamos al embarcadero, Álvaro habla con un hombre algo envejecido, parece simpático, Álvaro paga al barquero y nos indica que nuestra barca es la número 4, cuando nos disponemos a pasar el hombre para a Álvaro
- Tienes una novia muy bonita, cuidala,  parece buena chica- a lo que nosotros reímos y le decimos que sólo somos conocidos

El paseo en barca lo pasamos entre risas y bromas, el me cuenta anécdotas de el y Nacho y yo mías con Laura
-Por lo que me cuentas a Laura no hace tanto que la conoces
-No, nos conocimos hace dos años, yo salia del curso de comercio y ella del de manicura, choque con ella y le destroce las uñas que se acababa de poner, se puso histérica,  yo pensaba que me pagaba y al final acabamos riéndonos y hablando cada día al salir de nuestros receptivos cursos- El ríe por nuestra forma de conocernos
-Si que eras patosa ¿no?-Yo sonrio
-He de admitir que si, era bastante patosa o alomejor la palabra adecuada es alocada, iba como loca a todos lados, quería hacer muchas cosas y el tiempo me comía siempre, después de ese año, me propuse tomarme las cosas con más calma, me apunté al gimnasio y así me desahogaba sin tener que poner por medio a las personas que no tienen la culpa de que yo sea la loca del perfeccionismo- Álvaro ríe a carcajadas, eso me molesta en parte, asique hundo mi mano en el agua del lago y le salpicó
-¡Oye! ¡Para! ¡Está fría!-El se agacha y me salpica a mi, comenzamos una guerra de agua que hace que la barca se balancee bastante hasta que cede y caemos al agua
-¡No! ¡¿Que has echo?!- Álvaro no para de reír mientras intenta subir a la barca de nuevo, cuando lo consigue, estira su mano para ayudarme a subir pero yo tiro de el y vuelve a caer al agua, ahora soy yo la que no para de reír viendo su cara de fastidio, las barcas que pasan a nuestro lado nos miran y sonríen, Álvaro vuelve a subir a la barca pero no me tiende la mano para ayudarme
-¿No me ayudas?
-Habértelo pensado mejor en vez de tirarme- Pone cara de mosqueo pero no dura mucho porque comienza a reírse cuando me ve alejarme de la barca hacia la orilla, si, tengo muy mal pronto, sigo nadando hacia la orilla, Álvaro viene detrás con la barca
-Vamos sube
-Dejame anda, a ver si tu vas a poder bromear y yo no, vete a paseo
-Venga era broma, te iba a ayudar Alexia, venga sube- Yo lo miro con las cejas juntas algo molesta le doy mi mano y el de un tirón me saca del agua, no sabia que tenia tanta fuerza, nos quedamos demasiado juntos para mi gusto, pero no digo nada, el solo me mira a los ojos y a mis labios, aun tiene mi mano cogida y su otra mano está en mi cintura, al final optó por sonreír y empujarlo un poco para mantener la distancia, una cosa es que me ponga y otra que pase algo de verdad entre el y yo, no puede ser, somos jefe y secretaria, no deberíamos haber salido, esto es hacerse ilusiones. Cuando me doy cuenta ya estamos en el embarcadero, Álvaro me ayuda a bajar y nos despedimos del hombrecillo que sonríe por el espectáculo que hemos montado en el lago, estamos empapados y yo no paro de estornudar, caminamos apresurados hasta el coche de Álvaro y este, saca del el una chaqueta, me la coloca encima frotando mis brazos para que entre en calor, yo sonrió vergonzosa
-¿Y tu? Estas empapado- la camiseta la tiene pegada al cuerpo y se marcan sus abdominales bien definidos
-Estoy bien no te preocupes- Abre el maletero y saca una toalla de deporte, se quita la camiseta y se seca su abdomen, no puedo dejar de mirarlo ¿me esta entrando calor? Cuando acaba coje una camiseta transpirable que supongo usa para ir al gym y se la pone- Listo, al menos no tendré tanto frio- Sonrió
- Si quieres ahora subes a casa y te secas los pantalones, cogerás un catarro- el sonríe pícaro y yo enrojezco, nos subimos al auto y nos dirigimos a mi casa, cuando llegamos a mi portal lo miro
- ¿subes?- El sonríe
- No, tranquila, no vivo tan lejos, ya me secare en casa- Nos quedamos en silencio hasta que ya no puedo más y rompo el silencio
- Está bien, pues gracias por esta tarde, lo he pasado muy bien y he conocido una faceta de ti que desconocía, espero que no influya en nuestra relación de trabajo- le doy un casto beso en la mejilla, sonrío por última vez y abro la puerta de copiloto, cuando tengo ya una pierna fuera del auto Álvaro me coje del brazo y me giro
- Gracias a ti por haberme acompañado, espero que esto sea el comienzo de una amistad-sonreímos, me bajo, dejo sobre el asiento la chaqueta que me presto y cierro la puerta, espero a que se vaya y abro la puerta de casa, corro a la ducha, me desnudo y entro en el agua caliente, que bien sienta, cuando consigo entrar en calor han pasado veinte minutos desde que se fue Álvaro y ya lo echo de menos, salgo de la ducha y cómo mi smartphone, lo miro y tengo un WhatsApp, lo abro y es de Alvaro: "Estas guapísima hasta mojada y con la ropa pegada al cuerpo, gracias por esta tarde. Espero verte antes del lunes. Besos" dejo el móvil en el lavabo y sonrió mirando el espejo
- Álvaro ¿que me estas haciendo?

La Nueva Secretaria Del JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora