Ambos estaban sentados en aquella cerámica fría de la calle. Estaban cada uno a un lado, solamente unos centímetros los distanciaban. Querían amarse, pero la rivalidad de sus familias no los dejaban.
La familia de kenny y la de (t/n) eran contrabandistas. Hasta que la familia del rubio traiciono robándole metanfetaminas a la familia contraria, ganándose el desprecio de esta.
— que callado — dijo el rubio, lo miraste intentando sacar algo de lo que había dicho, no lo conseguiste —
El te miro de vuelta. Estaban cara a cara, reiste, analizando lo estúpido de la situación. Familias que se odian y un amor que aun no se confiesa, que cliché, hasta parece de novela.
Miraste a tu espalda. Tu sonrisa se silencio y abriste los ojos. Miraste a kenny y hablaste.
—me gustaría revivir como lo haces tu.—
— ¿a que te refie...—
Un disparo.
¿Su autor? Kevin McCormick
Tu sangre se disperso por todo el lugar, manchando todo de carmesí oscuro.
— para que vean con quien no hay que meterse.— hablo para luego darse la vuelta e irse a su hogar.