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Capítulo narrado. Parte tres.

—Prefería que me beses en los labios, pero algo es algo ¿no?

Sentí cómo mis mejillas ardieron ante tal comentario.

—Bueno... parece que la hice sonrojar señorita Sevilla.

—Creo que la fiebre te está afectando demasiado...

Rápido fui hacia la puerta y bajé. Tardé un tantito en encontrar las cosas. Cuándo estaba llegando al cuarto, oigo cómo estaba vomitando. Juro que se me estrujó el corazón al pensar en cómo estaba. Se veía tan débil y... sólo quería que esté con él.

No comprendía cómo ante tanta inmadurez de mi parte, él seguia insistiendo conmigo, a tal punto de convencer a sus amigos de ayudarlo. Creo nadie había hecho algo así por mí.

— ¿Estás bien? Digo... ¿necesitas algo?

Decía mientras golpeaba la puerta.

—A vos

Dijo abriendo la puerta del baño.

—Ven... traje los pañitos...

Tomé su mano y nuevamente lo ayudé a recostarse. Pasaba una y otra vez aquellos paños, tal cómo hacía mi mamá de pequeña. Ruggero no sacaba nunca la vista de mí. Y sí, me ponía nerviosa. Pero me gustaba sentir que lo podía cuidar, cómo él lo habría hecho tantas veces por mí.

— ¿Podrías tan sólo dejar de mirarme unos momentos?

— ¿Puedo besarte entonces?

Abrí los ojos como platos y me sentí incapaz de decir una palabra. Sólo necesitaba acercarse un poco y lo lograría. Ya que al estar agachada para colocar esos malditos paños, permitía tenerme cerca.

—Tomaré tu silencio cómo un sí.

Estiró un poco sus labios para encontrar los míos, sujetar despacio mis rebeldes cabellos y así besarme.

Realmente me costó mucho escribir esto por el sueño que tengo. Pero bueno, espero que les haya gustado y que no tenga error alguno. ¿Les pido algo? Me gustaría que me dejen mensajes (en el tablero o privado) sobre qué piensan de mis historias y sobre qué les gustaría que suceda en esta historia.

lufanfictions.

「Instagram」Ruggarol │completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora