Capítulo 4

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-Mierda.-Susurró Mikaela una vez dejó de abrazar a Yuichiro.

-¿Qué pasa?-Preguntó una vez secó sus lágrimas.-¿Te duele algo?-Palpó sus brazos en busca de heridas graves o algo, pero no había nada.

-Apártate Yuu-Chan.-Mikaela cubrió su boca y se alejo raudo de él.

-¿Por qué?-El silencio inundo la tienda haciendo que ambos se estremecieran. Yuichiro no sabía lo que pasaba, de la nada Mika le pide alejarse y se va de su lado.

-¡No te acerques!-Demandó. Pero el pelinegro es obstinado y de igual forma se acercó a él.

-¿Mika?-En ese preciso momento donde diviso al rubio tomar un frasco lleno de sangre y beberla de un solo sorbo, solo en ese preciso momento deseo nunca haberse acercado.

-¿Lo viste?-La cara de Mikaela está pálida como la luna y por la comisura de sus labios se resbala una gota de aquel liquido que un día lo llevará a la perdición.

-¿De quién es esa sangre?-Se limpio la sangre con la manga de su chaqueta ya que Yuichiro no le quitaba los ojos de encima. Mika odia ver visto como un vampiro aunque lo sea.

-De Krul.-Soltó cortante y frio. Odia la idea de tener que beber sangre, pero es su nueva naturaleza y no lo puede evitar.

-¿No has bebido sangre humana?

-Claro que no.-Dijo orgulloso a más no poder.-Solo bebo la sangre de Krul.

-¿Qué pasa si no bebes su sangre?-Mikaela exhausto de tantas preguntas se dejó caer al suelo apoyándose en una de las miles estanterías que hay. Yuichiro lo imitó, quiere respuestas y no piensa dejarlo ir sin tenerlas.

-Yuu-Chan, basta.-Revolvió su cabello cansado de todo. Cansado de vivir, de tener que ser vampiro, de sus preguntas, de absolutamente todo lo que lo rodea.

-Sabes que nunca dejaré de molestarte si no me respondes ahora.

-Lo sé.-Este sonrió. Aunque le duela aceptarlo, le encanta esa parte de él.

-Entonces...

-Si no bebo sangre me transformaré en un demonio. ¿Qué no te lo enseñaron?

-Tal vez sí, pero no lo recuerdo.-Yuichiro rio avergonzado haciendo que Mika ría también.

-Eres un fracaso Yuu-Chan.

-¡Eh! Este fracaso hará que vuelvas hacer humano, lo juro.-El rubio se congelo en su puesto ante las palabras de él. ¿Humano otra vez? Es imposible, lo sabe. Investigó lo suficiente para saber que aquello no es posible.

-Está bien.-Pero no aún así, ver tan entusiasmado a Yuichiro le daba esperanzas y tampoco quería desilusionarlo diciéndole que es imposible tal cosa. Solo dejará que las cosas fluyan, no puede hacer otra cosa. Esto es un juego y lamentablemente ellos son solo peones en todo esto.

-¿Qué harás cuando se te acabe? ¿Iras detrás de ella?-Una amargura particular se notó en aquellas palabras, y Mikaela se dio cuenta,  aunque no quiera decir nada sobre ello.

-No lo sé, aún me queda para un día más.-Rebusco el contenedor que tenia los frascos y solo había uno.

-¿Beberías mi sangre?-El rubio lo miro impactado ante tal pregunta.

-¡¿Qué?!-Por un momento en su cabeza paso la escena de él bebiendo la sangre de Yuichiro, pero un asco insuperable corrompió su cuerpo. No sería capaz de hacerlo, no a su familia.

-¿Por qué no? A mí no me molestaría.-Dijo despreocupado. Claramente no está tomando el peso a sus palabras y a esto Mika lo enoja.

-No digas estupideces, eres mi familia.-No quiere enojarse de nueva cuenta con él, pero no puede evitarlo, le enerva pensar que estaría dispuesto a tal acto.

-¿Y? No pienso verte sufrir por algo que puedo darte.

-No es tan simple Yuu-Chan.

-Lo es.-No le agrada para nada que Yuichiro sea tan despreocupado en algo de tal calibre. 

-Si hago eso seré por completo un vampiro. ¿Quieres eso?

-Lo que quiero es verte con vida, no me importa si eres vampiro o un serafín, para mí nunca dejaras de ser Mika.

-¿Por qué me haces las cosas tan difíciles?- No sabe si amarlo o odiarlo, esta al borde de las dos.

-Tú solo las complicas.-Soltó risueño y con una felicidad que el rubio no entiende.

-¿Por qué estas tan feliz? ¿Acaso no te preocupa lo que esta pasando?-Yuu dejó de sonreír unos segundos y se acomodó de tal forma en el suelo que su cabeza quedo sobre las piernas de Mikaela.

-Mika, estás vivo. No quiero nada más....por ahora.-Cerró los ojos y lentamente se dejó llevar por el cansancio, tanto mental como físico.

-No te duermas Yuu-Chan.-Le palpó un par de veces el pecho, pero Yuichiro ya estaba en los brazos de Morfeo.-Te quiero, idiota.-Soltó embriagado por el olor de él. Lo extrañaba demasiado y volver a tenerlo rozándolo le causa una satisfacción inexplicable.

Upside Down [Mikayuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora