Alex y sTaXx se encargaban de completar misiones y así ganar materiales que posiblemente necesitarían sus amigos. Luzu había encontrado lo que era un pergamino muy viejo en uno de los cofres de la torre del mal, ese era la guía del mod Harcore Ender Expansion, sin dilación se puso manos a la obra y comenzó a estudiar, el mod era visiblemente complicado y enredado, pero muy intuitivo. Con el tiempo que llevaban haciendo misiones o yendo a minas, había coleccionado muchos materiales importantes, pero uno de los materiales esenciales para realizar lo básico, era el polvo del fin, que solo se conseguía en el End. Luego de haber debatido sobre el plan de Luzu, los cinco chicos estuvieron de acuerdo que, cada uno, con las alas y un Oviblion Catalist, conseguirían derrocar al dueño de ese territorio, hacer un portal devuelta y poder ir y venir cuando se les antojara.
Los chicos no lo sabían, pero tampoco era su culpa porque también lo habían olvidado. Karmaland es una serie de Minecraft en donde los jugadores son libres, pero con ciertas restricciones dadas por los administradores o dioses. El mundo en el que están metidos estos cinco youtubers también es un juego, uno en donde se juegan la vida, pero bueno. Había un administrador, o mejor dicho muchos, pero todos eran encabezados por esta persona, allí todo se hace según las órdenes del susodicho. Nadie podía salir hasta que completaran ciertos parámetros que fueron programados intuitivamente. Si los chicos no completaban estas "misiones" simplemente no saldrían.
Ninguno pensaba en eso ya. De hecho, ni siquiera tenían prisa, nadie sabía por qué continuaban avanzando en los mods si ya todos tenían la superchetada encima, no era necesario ser ambiciosos. ¿qué pasaría si terminaban los mods? La curiosidad mató al gato, al fin y al cabo. Pero esta curiosidad era su única motivación para esto.
Willy, Vegetta y Luzu trabajaban en los mods, mientras que sTaXx y Alex trabajaban en el huerto, cuidaban los animales, vigilaban los pueblos e incluso de vez en cuando limpiaban las casas. Todos hacían cosas productivas y de vez en cuando se sentaban en lo mas alto de sus hogares a contemplar su mundo que ellos habían creado. Porque si, ya ni siquiera podían distinguir el juego de haber jugado dos temporadas de Karmaland y lo que habían vivido en la vida real. Habían confundido los mundos y todos tenían una percepción distinta de sus nacimientos, crianza y desarrollo. Todos creían que entre ellos habían construido todo cuanto la vista alcanzase, que antes vivían o en pueblo langosta o en el pueblo de Karmaland.
Regresando con los chicos, Vegetta aprovechó la situación y comentó sobre las llaves de su mod, que le permitía hacer portales a distintas dimensiones y que debía ir y derrotar a los boss para obtener materiales especiales, como la espada que sumaba corazones a su barra vital o cristales que se escondían en dungeons. Estaba decidido, la próxima dimensión sería en End para matar al dragón y la siguiente sería las del Thaumcraft.
Había una misión en el pueblo de Karmaland sobre en End, consistía en matar al dragón y salvar un pueblo. Con esto tendrían el acceso al portal del End y la posibilidad de derrotar al Boss. Pero en End, con todos los mods, estaba mucho más chetado que como lo recordaban, la batalla estaba siendo peligrosa y a pesar de tener todos un Oviblion, tenían problemas. Ya no tenían armaduras y aún quedaban muchas torres que curaban al dragón. Gracias a las alas no cayeron al vacío, pero era difícil. Mientras que Luzu y Alex ubicaban y reventaban las torres con sus arcos, Willy y Vegetta se encargaban de los endermans, los blaze y otros bichos mientras sTaXx hacía de cebo para distraer al dragón. Tenían un buen plan, todos hacían una buena labor, pero era demasiado, los blaze tenían quinientos de vida y estaba plagado de murciélagos que escupían fuego, la isla flotante estaba cubierta por torres curanderas y algunas tenían cientos de bloques de altura.
Se estaba volviendo arriesgado, sacrificaban demasiado para algo que ni tenían idea de qué ganarían. Desearon irse, desearon escapar de las garras de ese bicho, desearon con todas sus fuerzas no morir, querían dejar de sentir ardor en la piel por las quemaduras, el dolor en los brazos de tanto blandir sus armas, querían sentarse en el suelo a descansar sus entumecidas piernas de tanto correr, querían recuperar el aliento y recostarse en sus mullidas camas.
Querían estar en paz otra vez, querían alejarse de los mods, querían vivir cómodamente, solo tener que cultivar y criar animales para comer y trabajar en únicamente nuevas y fantásticas construcciones, investigar los alrededores y hablar con los vecinos. Ya no querían tener aventuras, ya habían tenido suficiente. El apasionante deseo de querer descansar les trajo recuerdos que torturaron sus memorias. Imágenes puntuales que les cuestionaban sus recuerdos. Imágenes de su vida real, la verdadera razón por la que avanzaban en los mods. Debían completar el juego para salir de ese mundo de videojuego y ver a sus verdaderas familias. Pero... ¿esas personas de verdad eran tan importantes? Ellos solo tenían ese presentimiento, esa vocecita que les decía "peleen, no se rindan" junto con sus fuertes latidos y angustiosa bola de nervios en sus estómagos.
- ¡¡PELEEN!! - la voz de Luzu retumbó en los oídos de todos, atravesó la distancia a la velocidad del sonido y viajó por el infinito vacío del End. Golpeando en los corazones de todos. Ahí se alzaba en la ultima torre de obsidiana, en la más alta, con las alas extendidas y la espada en alto. Con los últimos céntimos de MRU, Luzu saltó al cuello del dragón y enterró su espada en la yugular. Alex que traía su arco y la pluma dimensional, desgarró las alas del dragón y desequilibró su vuelo, logrando hacerle caer. sTaXx fue el dueño del ultimo espadazo que ese boss recordaría, bañándose de su sangre e irradiando la luz de la batalla, de la victoria.
Habían ganado. Habían regresado sanos y salvos. Con nueva información y materiales para los mods, con los egos hasta el cielo y con la fantástica experiencia de haber derrotado al primer jefe de sus vidas. Sus manos y piernas temblaban, pero no de felicidad ni emoción, sino de cansancio, el dragón era más difícil de lo que esperaron y varias veces se toparon frente a frente con la muerte. Una sensación que ninguno quería volver a experimentar. Algo les decía que debían seguir adelante, ser curiosos y ambiciosos. Pero, por otro lado, les advertía que debían tener cuidado, que cualquier paso en falso, les haría perder algo valioso. Sentían que estaban en una línea, en la mitad de ambos mundos y debían elegir a cuál sumergirse. No tendrían vuelta atrás, debían ser valientes y afrontar su decisión como hombres responsables.
Willy no quería morir, le daba pereza pensar en todo lo que tendría que estudiar para completar su mod y había descubierto algo nuevo, algo bonito y agradable. Se había enamorado por primera vez y creía que ese sentimiento era primordial mantener a salvo y él se sacrificaría para cuidar y acoger esta nueva emoción. A Vegetta siempre le había apasionado la aventura, pero sabía que el coste de fallar era muy alto, él conocía muy bien las consecuencias de dar un paso en falso hablando de su mod, en cualquier momento podía convertirse en un anti-player por errar en algún conjuro, la magia era poderosa y no querría hacerles daño a sus amigos, vecinos, mascotas y menos a sus hijos. Alex quería proteger a toda costa a su maestro de luchas y compañero de casa, le cuidaría y vigilaría para siempre porque eso sentía, con él todo era maravillosos, se sentía cómodo y feliz a su lado. Mientras él le sonriera, para Alex era suficiente razón para pasar el resto de sus días a su lado. sTaXx nunca había errado en una batalla, nunca hacía movimientos de más, ni espadazos imprecisos, se había dado cuenta que aunque él fuese talentoso y un genio en la lucha, que por más perfecto que luchara, ni con todas las ganas de ganar, también existían las batallas perdidas y que justamente lo que perdía era la unión con sus compañeros, con Alex, sTaXx recuerda perfectamente el ataque directo que su pequeño recibió porque él mismo no hizo un buen trabajo distrayendo al enemigo, no quería perder a nadie, así que se alejaría para siempre de las batallas.
Todos sentían que sus compañeros eran más importantes que la ambición de completar los mods, pero Luzu no sentía lo mismo, sentía que había algo... o alguien muy importante, a quien dejaría atrás si se rendía ahora, no quería comprender que el hecho de que pudiese salir de ese mundo, no estaba en sus manos, no se lo quería creer. Él lo recordaba, leía todas las noches el libro que él mismo había escrito, él creía en cada una de esas palabras y sabía que alguien le esperaba paciente al otro lado... pero ¿cómo regresar? Cualquier teoría sería absolutamente válida y correcta, podía hacer un millón de conjeturas y no acertar con ninguna, la verdadera respuesta estaba fuera de su imaginación. La verdadera forma de salir era en base a un estúpido capricho de alguien obsesivo que imponía su palabra por sobre la vida de otros, eso, alguien tan bondadoso y lleno de justicia como Luzu, no podría entender nunca, por eso no se lo imaginaba.
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Virtual Karmaland ♡Karmaland 2da Temporada♡
Fanfiction¿Hasta dónde puede llegar una fan por sus ídolos? ¿Hasta dónde puede llegar la inteligencia humana? ¿Hasta dónde puede llegar la tecnología? ¿Hasta dónde es capaz de llegar una obsesión? Porque eso era. Una obsesión. Al menos para esta fan, esto hab...