Me di media vuelta en la cama intentando huir de los rayos de sol, cubrí mi cabeza con las mantas y metí el teléfono bajo ellas para poder consultar la hora; las siete y media. ¡Mierda, tenía pensado levantarme a las siete! Tenía que ducharme, adecentarme y desayunar antes de que pasaran a recogernos para ir al lugar del live y hacer las últimas pruebas de sonido.
–¡Sugizo!–J abrió la puerta–Venga, que nos esperan abajo para desayunar con el staff.–volvió a cerrar
...y una cabalgata de imágenes de la noche anterior me golpeó de lleno en cuanto me quedé solo.
Me monté un trío con J e Inoran. Un trío en el que di y recibí. Tenía marcas, por lo que había sido real.
Y me gustó.
...un momento.
¡J no había hecho ningún comentario al respecto! Comentario, mirada, tonito de superioridad...nada. Nada de eso. ¿Qué estaba pasando? Me duché, cubrí todas las marcas visibles con maquillaje y bajé a desayunar. Me encontré con todos mis compañeros de banda en la misma sala en la que la noche anterior habíamos estado hablando y...sentados en el mismo sofá en el que...
Shinya, Ryuichi, lo siento.
–Buenos días.–llené una taza de café y me senté en una silla separada del resto
–Buenos días.–y todos me saludaron como si fueran mi eco
Me quedé observando a "la parejita" un rato, pero no aprovecharon para dirigirme la palabra. No como si estuvieran enfadado por lo que había pasado y no quisieran hablarme...más bien como si estuvieran hambrientos y cansados, como si no hubiera pasado nada anoche y simplemente hubieran dormido mal por los nervios del concierto.
Pero yo sabía que había pasado, no me drogo. O al menos no tanto como para tener alucinaciones tan logradas.
Cuando llegamos al lugar del concierto no podía concentrarme en mi trabajo; las cuerdas no se veían tan nítidas como siempre, el sonido no era tan equilibrado, los...
Joder, nada funcionaba.
O quizá era problema mío. Quizá tenía algo que ver con que no podía quitar la mirada de aquellas dos personas por las que había tirado mi armonía por la borda, dentro y fuera de la cama.
¡Yo no quería involucrarme en esto!
**
Nos dieron una soberana paliza. No hay más palabras para describirlo. Cuando nuestros senpais por fin se fueron, riéndose de nosotros a carcajadas, me esperaba de todo menos a Akira ofreciéndome su mano para que me levantara:
–¿Ah?–la tomé–¿Estáis...bien?–me atreví a preguntar
–Sí...–todos parecieron poder levantarse por sí mismos, así que no nos habían dejado tan tocados
–Volvamos a casa...–Kai recogió sus cosas y nos montamos en la furgoneta sin mediar palabra
No hablamos sobre cómo nos sentíamos, pero el fracaso salpicaba el ambiente como la lluvia en las lunas del vehículo. Como siempre, llegamos a mi casa primero:
–Bueno...buen trabajo hoy...–me despedí
Una sonrisa cansada por parte de todos. Nos habían golpeado el alma. Bajé de la furgoneta y caminé sin paraguas los 30 metros que restaban hasta mi apartamento. Una vez allí me puse un pijama seco y esperé un tiempo prudencial hasta llamar a Akira:
–Buenas...–saludé, no tenía claro qué reacción debía esperar
–Hey, acabo de llegar a casa.–pude escuchar como ponía el manos libres para seguir hablándome mientras, probablemente, se quitaba la ropa–¿Qué tal?–
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FanfictionLa "escena visual kei", tan popular en Japón a finales del siglo XX: conformada por presencias sombrías y tenebrosas, pero a la vez etéreas, casi celestiales... Un mundo que rozaba lo irreal a ojos de los fans, pero con una dolorosa realidad para to...