Después de la visita fraudulenta que habíamos recibido en la sala, volví a mi lugar frente al espejo como si nada hubiera ocurrido, sin siquiera detenerme para explicarles a mis compañeros quién había venido y para qué. No quedaba demasiado tiempo antes del concierto y mi pelo no parecía querer colaborar conmigo aquel día.
–¿Qué ocurre?–pero Chisato preguntó igualmente
Y él solo me observaba.
–A los nuevos les había tocado compartir camerino con nosotros.–recogí la mitad de mis rebeldes mechones en una coleta alta–Como que los iba a dejar pasar. Seguro que nos metían gas lacrimógeno en la sala o algo y acabábamos jodidos por su puta culpa.–mantuve todo en su lugar con toneladas de laca
Por suerte la ventana estaba abierta, dejando huir los vapores provocados por mi crimen medioambiental y el humo del cigarrillo que él sostenía entre sus dedos.
–Bien hecho.–me felicitaron por mi "defensa del territorio"–Vamos a por unas cervezas para salir calentitos, ¿queréis?–nuestro batería lo sugirió
–Claro.–sonreí, soy un tío amable en el fondo
O-jiro y Chisato salieron del vestuario. Y nos quedamos solos.
Él.
Y yo.
–¿Vas a salir así?–apagó el cigarrillo en el cenicero de metal que teníamos sobre la mesa y se quedó observándome
–¿Mm?–me senté a su lado
Llevaba una camiseta de rejilla que dejaba básicamente ver todo lo que tenía "para ofrecer" y mis pantalones de cuero de dos piezas, unidos con ligueros gruesos que me permitían guardar la navaja de forma cómoda en ellos.
–¿Estoy mal?–levanté el abrigo con estampado de leopardo que pensaba ponerme para la primera parte del live, y lo dejé reposando sobre mi hombro izquierdo
Su mano sobre mi muslo, llevaba las uñas cortas y sin pintar...pues servían para otros menesteres.
–No, pero creo que te sentaría mejor no llevar nada en la parte de arriba.–se inclinó hacia mí, y el movimiento de su pelo cuando lo hizo me dejó hipnotizado–Reserva la de abajo para después del concierto.–me susurró, y el abrigo cayó al suelo
–Claro.–sonreí y me quité la camiseta para él, dejándole acariciar mis tatuajes, aún recientes
–No tenemos tiempo para esto.–pero se levantó antes de darme lo que quería–Voy a buscar a los demás.–abrió la puerta, dejándome ver el "sabotaje" que se había planeado para los pequeños principiantes–Oh, mira.–lo señaló–Va a ser una noche divertida.–corrigió el segundo kanji mal escrito con su pluma, la cual ocultaba una navaja dentro, y me dejó solo en la sala
Me quedé tumbado en el suelo sin importarme destrozar el peinado que acababa de hacerme, en aquel momento se llevaban los "looks desenfadados" de todas formas, además el frío en mi espalda resultaba incluso reconfortante. Gisho siempre hacía lo mismo conmigo; me llevaba al borde de la excitación, a ese punto de equilibrio en el que la gravedad puede o no llevarte con ella. Y me soltaba.
Ojalá me empotrara directamente contra el suelo.
O contra la pared.
No es que no tuviéramos sexo, pero siempre era sexo absurdo. Sexo borracho, sin sentido, sexo por el sexo. Sexo porque sabíamos que no había forma de sacar nada en claro del asunto. Sexo de jamás dejaremos que se cree un vínculo lo suficientemente fuerte como para depender el uno del otro.
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FanficLa "escena visual kei", tan popular en Japón a finales del siglo XX: conformada por presencias sombrías y tenebrosas, pero a la vez etéreas, casi celestiales... Un mundo que rozaba lo irreal a ojos de los fans, pero con una dolorosa realidad para to...