Capítulo 8

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《Sicatrices》

Recuerdo que aquella mañana había despertado más motivado de lo normal, esa mañana le presentaría una receta a Brian, una de la que solo sabíamos mi madre y yo, ya que ésta la creo poco antes de morir y me la entregó para que yo la preparase en su cumpleaños.
Mientras bebía de mi café, recibí una llamada de Robert, uno de mis amigos, el chico que me gustaba en ese entonces.

-Hola.- dije para después dar un sorbo a mi café.

-Hola, ¿estás en casa?

-Si, ¿por qué?

-Iré a verte.- al escuchar esas palabras mi corazón saltó cómo loco, queriendo salir de mi pecho a cómo de lugar.

-Ah, claro...- Entonces cortó. Me pareció raro su comportamiento, pero lo pasé por alto y me dediqué a continuar con mi desayuno, claro, sin poder quitar las ansias de mi cuerpo.

El timbre sonó treinta minutos después, cuándo aún quedaba el concho de mi café y las tostadas estaban a medio terminar.
Abrí la puerta, encontrándome con Robert, Thomas y James... me miraban con desprecio, pero no tardaron en fingir una sonrisa.

-Oh, vinieron todos.- dije algo sorprendido.

-Así es, ¿acaso querías estar a solas con Robert?- preguntó James, sonriendo con burla mientras los tres entraban a mi casa y yo cerraba la puerta.

-No... es sólo que me hubiese gustado que me avisaran.

-¿Te molesta nuestra presencia?- habló ahora Thomas.

-No, ya les expliqué.

-Ah, no lo ocultes.- rió James -Ya sabemos todo.

-¿De qué... A qué se refieren?- pregunté realmente confundido.

-¡Eres gay!- exclamó divertido Thomas -Y te gusta Robert, ¿verdad?

Mi corazón se detuvo. Estoy seguro de que en ese momento abrí tanto los ojos que se desorbitaron, mi rostro estaba pálido y había comenzado a temblar.

-Chicos yo...

-No lo niegues.- habló por primera vez Robert -Ya lo sabemos todo...- en ese momento pude oír el cómo la puerta principal era cerrada, miré en dirección a ella y James estaba guardando las llaves en su bolsillo.

Mi reacción fue correr hacia las escaleras.

Corrí lo más rápido que pude sin poder evitar oír el grito de Thomas: "¡Vé por él!". Aquellas palabras aumentaron mis nervios y más de una vez tropecé; cuándo pisé el último escalón divisé el baño con la puerta abierta, me abalancé a aquella habitación, pero antes de siquiera poder rozar la manilla con la punta de mis dedos, fui jalado hacia atrás, me habían jalado del cuello de mi camisa.

-¡Te tengo!- exclamó victorioso James.
Me arrastró escaleras abajo, hasta la planta baja en dónde estaban Thomas y Robert, el primero sonriendo con malicia mientras Robert no mostraba expresión alguna.

-Chicos, por favor... esto no es necesario- un golpe en el rostro me calló, segundos después de sentir el fuerte impacto del puño de Thomas sobre mi mejilla o un poco más abajo, el sabor metálico de la sangre comenzó a fluir en mi boca.

-Eres un maldito enfermo, Paul.- escupió Thomas.

Mi labio inferior comenzó a temblar; James en ningún momento me soltó, de hecho aseguraba más su agarre.

Accept me [McHarrison]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora