Capítulo 6.

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1 de Julio de 2016.

PVO STILES

-Me llamo Malia. Malia Hale.- Dice presentándose dándome la mano.- ¿Y tú?

-Mmm...-Me llevo la mano izquierda a la cabeza masajeándome las sienes, no puedo recordar nada, me va a explotar la cabeza.- No sé... no recuerdo nada.

-Supongo que es normal, te diste un buen golpe, había sangre por todos lados.

Miro mis brazos y toco mi torso en busca de alguna herida, pero no encuentro ninguna, como si no hubiera pasado nada.

-Porque no tengo ninguna herida?.-Le pregunto extrañado mirándola con el ceño fruncido.

-Mmm... verás... la noche anterior a la que te encontré... fue luna llena.

-Que tiene eso que ver con...

-¿Qué sabes acerca de los seres sobrenaturales?

-¿Y ahora me preguntas sobre mitología?.- La miro boquiabierto comenzando a asustarme, acaso no me podría haber encontrado alguien normal?

-Creo que te mordió un hombre lobo, puedo olerlo, te estás convirtiendo en uno.

-Y yo creo que estás un poquito pirada.- Comienzo a caminar hacia la puerta con la clara intención de salir de esa casa, ya me buscaré la vida, pero ella me corta el paso.-Por favor, déjame pas...- Dejo de hablar cuando me percato de que sus ojos comienzan a brillar de forma extraña, emitiendo un azul brillante.

Comienzo a caminar hacia atrás intentando alejarme de ella, lo que está pasando no es normal. Mis pasos son frenados cuando toco la pared con la espalda, y ella aprovecha para acercarse, mirándome fijamente a los ojos haciendo que los míos empiecen a picarme desmesuradamente, tanto que tengo que cerrarlos para aliviar un poco el dolor de estos.

-Abre los ojos, y mírate en el espejo.- Dice fríamente.

Poco a poco comienzo a abrirlos, y miro hacia mi izquierda, donde se encuentra la puerta del baño abierta, proyectándose mi reflejo en el espejo del lavabo. Mi boca se queda completamente seca al ver el color que desprenden mis ojos, un amarillo ámbar que comienza a brillar con fuerza dejándome sin palabras.

PVO SCOTT.

El último cliente del día sale de la veterinaria, quedándome solo. 

Llevo toda la semana volcado en el trabajo, ya que me ayuda a no pensar, por lo que apenas salgo de la veterinaria. Llego a mi casa a media noche y salgo de madrugada. Apenas he visto a Kira, y es mejor de esa forma, lo poco que hemos hablado estos días han sido para discutir. 

Me sobresalto cuando alguien golpea la puerta de la veterinaria y miro el reloj extrañado, el horario de visita terminó hace media hora.

-Está cerrado, vuelva mañana.-Grito a la persona que se encuentra fuera.

-Soy Isaac.

Abro la puerta encontrándomelo con una bolsa de viaje en la mano y una mirada de perro indefenso en la cara.

-Ha pasado algo?-Le digo mirándolo preocupado.

-Me preguntaba si me podrías dejar dormir en la veterinaria.- Me mira suplicándome con la mirada.

-¿Por qué?

-Bueno, Derek ha vuelto al loft, y... el ambiente no es muy bueno. Me he marchado. ¿Podría...

-No.-Digo de forma tajante.

-Vale, lo entiendo.- Dice comenzando a caminar hacia la salida.

-¡ESPERA!.- Se para y gira para mirarme.- Ven a mi piso, puedes dormir en el sofá.

Y Tu Te Fuiste (Sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora