Capítulo 16.

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Ellos continúan hablando, la verdad no se de qué, ya que no presto atención, toda mi concentración va dirigida hacia Derek, al cual miro de reojo intentando no ser descubierto. No me ha dirigido la palabra desde que ha llegado, ni tan solo me ha mirado. No se ha separado de esa tal Braeden en todo el tiempo.

-Somos diez personas, y hay dos coches disponibles.- Comienza a organizar Deaton.- Peter, Malia y Braeden irán con Derek en su coche, Marin, ve también con ellos, Stiles vendrá con nosotros.- Dice mirándome con cierta incomodidad, mientras señala a Lydia, Scott y Isaac.

-No.- Digo sin tan siquiera pensarlo.- Es tu hermana, que vaya en el mismo coche que tú. Me las apañaré bien con los Hale.- Ni lo miro, ya que mi vista sigue fijada en Derek y Braeden, mientras intento agudizar el oído para escuchar a hurtadillas lo que hablan, pero usan un tono tan bajo que soy incapaz de ello.

-¿Estás seguro?- Pregunta Scott, dirigiendo su mirada al mismo punto que yo, afirmo con la cabeza sin producir sonido como respuesta.- Como quieras, pero si cambias de idea, llámame.

Nos montamos en los respectivos coches, Derek conduciendo con Braeden de copiloto, y Peter atrás, entre medias de Malia y yo, y comenzamos la marcha saliendo de Beacon Hills y siguiendo el rumbo por carreteras secundarías. En casi una hora de camino el coche se mantiene en puro silencio, creándose un ambiente de tensión demasiado denso.

-Esto es demasiado incómodo.- Dice Peter rompiendo el silencio.

-Peter, cállate.- Exige Derek, siendo la primera vez que escucho su voz en horas.

El nombrado obedece, volviendo los ojos, manteniendo el silencio en el interior del coche durante un par de minutos más, hasta que es interrumpido por el sonido de mi estómago.

-¿Podemos parar a desayunar?- Le pregunto al conductor, con la esperanza de que me dirija la palabra.

-No.- Pero es Braeden quien responde de forma brusca.

-No te he preguntado a ti.- Recalco arrugando el ceño.

-Da igual. Aún no podemos parar, no al menos hasta que no hayamos salido del estado, para asegurarnos de que nadie nos sigue.- Murmura mirándome encolerizada.

-¡Oh por Dios!, no nos sigue nadie. Hay tres hombre lobos y una coyote en el coche, si alguien nos estuviera siguiendo lo habríamos escuchado.- Exclamo con exasperación notando como mi hambre crece por segundos.

-Pueden ser muy silenciosos, créeme.- alega, recibiendo una mala cara de mi parte.- Puede no gustarte mi presencia en este viaje, pero soy una de las mejores cazadoras del continente, por lo que sé como piensan todos los que intentarán degollarte, y en ese momento tu vida dependerá de mí. Así que, para tu información, estoy aquí para salvaros el culo. - Dice con superioridad, regodeándose.

-¿A sí? Pues para tu información, los percebes tienen el pene más largo que su propio cuerpo.- Respondo con seriedad, recibiendo una mirada confusa de su parte.- Oh, perdón, pensaba que estábamos diciendo cosas que a nadie le importa.- Murmuro, escuchando como Peter se ríe a mi lado, pero que deja de hacerlo al ver la mirada que le echa Derek por el espejo retrovisor.

-Pararemos cuando salgamos del estado.- Dictamina Derek, obedeciendo a lo que decía Braeden, la cual me dirige una mirada victoriosa haciendo que aumenten mis ganas de partirle las piernas.

Me recuesto de nuevo sobre el asiento, cerrando los ojos intentando quedarme dormido para hacer el trayecto más ameno, pero no lo consigo; ya que el constante olor a excitación de Braeden hacia Derek me pone realmente enfermo.

Son casi las once de la mañana cuando al fin paramos a desayunar en un bar de un área de descanso de la carretera, que para mi asombro está más solicitado de lo que esperaba. Salgo del coche, y camino hacia Scott cogiéndolo del brazo para apartarlo del resto del grupo, y espero a que ya todos hayan entrado para contestar a su mirada interrogante.

Y Tu Te Fuiste (Sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora