Fantastic love ; joshler

» 3 «

Luego de esa noche y días después, la criatura se mostró reacia con Josh. No lo miraba, y siempre cuando el tintado bajaba a verlo en la noche, se encontraba durmiendo.

Josh se había enterado que su padre había comenzado a estudiar al tritón en un ámbito biológico, desde sacarle muestras de sangre o alguna escama, o algunos mechones de cabello. Se había luego de escuchar los gritos lastimeros de la criatura provenientes del laboratorio. Se ve que la criatura se oponía a aquello, pero su padre y sus ayudantes aún lo hacían, lastimándolo.

El tintado entendió que quizás la criatura le tenía miedo, como le tenía miedo a su padre. Pero Josh no quería lastimarlo, estaba lejos de querer hacerlo.

Tenía que buscar la forma de acercarse a el, de comunicarse.

Recordó que cuando era niño, el tuvo un pez de mascota, con su hermano menor lo habían llamado Tyler. Así que esa tarde fue rápidamente a la tienda de mascotas, y compro varias latas de comida para peces. Su padre sólo le daba cereal para comer, así que suponía que la criatura debía tener mucha hambre si tan solo comía eso.

—Jordan—decía Josh luego de que sus padres se levantarán de la mesa y se vayan a su habitación.

—¿Qué?—pregunta Jordan, recogiendo los platos de la mesa.

—¿Recuerdas el pez que teníamos cuando éramos pequeños? Se llamaba Tyler, ¿no?—dice el tintado, acercándose a su hermano.

El rizado duda unos segundos antes de asentir—Sí, recuerdo que peleabamos por el nombre hasta que elegimos entre los dos

—Lo recuerdo bien, eras un niño llorón que no dejaba que yo solo elija el nombre para el pez—ríe Josh, mirando una foto que estaba en el refrigerador de ellos cuando eran pequeños.

Esa noche bajo con una mochila al laboratorio. Esta vez, el tritón estaba despierto pero ni bien había visto a Josh, nado hacia el otro extremo de la pecera, alejándose.

Josh suspiro ante eso. Saco las latas y un abrelatas de su mochila y camino hacia la escalera que su padre utilizaba para subir hasta el borde de la pecera. Mientras comenzaba a subir, notaba que la criatura estaba acercándose a el. Llegó arriba, notando el borde de la pecera un poco mas abajo de su cintura, debía tener cuidado de no caerse ya que el no era un muy buen nadador.

Cuando llegó al borde, se aseguro de sostenerse bien. No quería caerse. Abrió las latas con el abrelatas, y vertió un poco del alimento para peces en su mano. La criatura salió de la superficie, mirándolo atentamente.

—¿Tienes hambre?—pregunta Josh, estirando su mano hacia la criatura.

El tritón se acercó con cuidado, olfateando a medida que eliminaba los centímetros que los separaban. Tomó la mano de Josh entre las suyas, llevándola hasta su boca y así comenzar a comer.

El tintado se estremeció ante el tacto de las manos de la criatura, sentía sus escamas. Le parecía raro pero no le molestaba.

—¿Sabes? Cuando era pequeño, tenía un pez de mascota. Con mi hermano lo llamamos Tyler—decía Josh, recostando su cabeza sobre su otra mano—¿Puedo llamarte así? Aún que seguramente tienes tu propio nombre.

La criatura no respondió y solo levantó su cabeza, había terminado de comer. Josh volvió a sentirse estúpido.

—Sí, no me entiendes—susurra Josh, pasándole la lata al tritón.

El tritón miro la lata y luego hacia el, no la tomó. Josh se la acercó mas pero la criatura se alejó. Frunció el ceño ante eso.

—¿No quieres más?—pregunta Josh, mirándolo.

La criatura mira la lata y luego la mano desocupada de Josh. El tintado entiende rápidamente y vuelve a verter un poco de comida sobre su mano. El tritón rápidamente volvió a acercarse, volviendo a tomar la mano de Josh.

Esta vez lo había tomado en un movimiento brusco, logrando que el tintado perdiera el equilibrio y debido que la criatura tenía su mano y tirando de el, Josh cayó dentro de la pecera.

Cuando cayó al agua, el tritón había soltado su mano. Josh salió rápidamente a la superficie, no quería ahogarse. Además tenía miedo. Miro a su alrdedor, notando que otra vez la criatura estaba alejada en el otro extremo.

Notó que lo miraba con miedo, como solía mirar a su padre.

—Hey, no te haré daño—murmura Josh, con su respiración agitada.

Y como si lo hubiese entendido, la criatura comenzó a acercarse a el de nuevo. Y el miedo volvió a Josh. Se acercó al vidrio, con el tritón siguiéndolo. Cuando llegó a su lado, notó que la criatura miraba hacia las otras latas de comida que estaban sobre un peldaño de la escalera.

Josh se acerco a tomarlas, junto con el abrelatas para luego volver al agua. Ya que hacia frío fuera de esta, si, seguramente por eso volvió al agua. Volvió a verter otro poco de comida,y el tritón rápidamente volvió a tomar su mano.

—Que bueno que traje mucha eh—reía Josh, mirando al tritón.

La criatura lo miro, levantando su cabeza y una pequeña sonrisa se asomaba entre sus labios. Josh abrió su boca sorprendido ante eso mientras el tritón nadaba más cerca a suyo hasta que los brazos de ambos se rozaban.

Josh sonrío levemente, sintiendo los nervios crecer en su interior y una extraña pero linda sensación. El tritón le dio una última mirada para luego seguir comiendo, sintiéndose protegido y cómodo junto aquel humano.

Quizás este era el comienzo de una bella amistad o de un amor prohibido y fantástico.

Y de muchos problemas.