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VI. ━━ golpe a la realidad.
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La pelinegra rodó los ojos ante la actitud tan despreocupada de Peter, era como si quisiera jugar con su mente y era algo que a ella simplemente no le gustaba. No es que Olivia nunca hubiera besado a alguien, al contrario, recuerda haber tenido su primer beso con un amable chico que conoció en una de sus misiones, lo recordaba bien, era un moreno de complexión delgada que usaba unos vistosos anteojos color negro, se llamaba Estefan. También había besado uno que otro chico que le parecía atractivo en diferentes misiones, algunas veces con el simple afán de seducirlos y distraerlos para poder completar sus objetivos, pero definitivamente no quería besar a Peter Parker, no tenía porque hacerlo tampoco, la situación no lo ameritaba. No recordaba la última vez que había besado a alguien solo porque realmente quería.
Sintió la mano del castaño rozar suavemente su mejilla, la tomaba con tanta delicadeza, como si ella fuera una pequeña muñeca de cristal que iba a romperse en mil pedazos. Olivia solamente sentía que él corazón se le iba a salir del pecho en cualquier momento, esto de verdad estaba pasando, pero antes que siquiera sus respiraciones pudieran juntarse un fuerte golpe a la puerta los hizo separarse casi enseguida.
—¡Peter! —la conocida voz de la tía May los hizo detenerse en seco—. ¡Apaga la luz! ¡Ya es tarde!
El mencionado soltó un quejido de sus labios y Olivia pensó que seguramente fue salvada de cometer una tontería de la que iba a arrepentirse. Aprovechó la enorme interrupción que habían tenido para levantarse rápidamente de la cama en la que se encontraban y así poder aclarar su mente ¿Qué estaba haciendo? Debía salir de la habitación de este chico antes que la situación pudiera pasar a más y ya no hubiera forma de revertirlo.
—Tengo que irme, no se que demonios sigo haciendo aquí —Olivia soltó un bufido—. ¿Puedo tomar la puerta de enfrente o me harás salir por la ventana?
