que de nada vale la pena comprar un suéter si ya es invierno // poemario.

-Cuando las cosas se ponen personales-

solía pensar que eramos muy diferentes

que esa era exactamente la razón por la que no me gustabas ni un poquito al comienzo

pero ahora sé que no me agradabas porque eres justo como yo

tenemos problemas de control de ira

tenemos problemas de ansiedad

tenemos problemas de estrés

dudamos sobre todo

pero más que nada, dudamos sobre el amor

tenemos miedo al compromiso

no porque queramos ver a otras personas, hablar con otras personas, abrazar a otras personas, besar a otras personas

pero porque cuando finalmente formalizamos, aquel todo disfrazado de nada, se convierte en todo sin disfraz.

y nos aterra

nos aterra ser todo, porque despues de eso, ya no queda nada que ser

o tal vez porque si somos todo, dejaremos de ser todo de un día para otro.

y es irónico eso de ser incapaces de ser todo e incapaces de ser nada a la vez.

te entiendo perfectamente, y me gustaría que dijeras lo mismo.

que me lo soltaras a la cara, en un escupitajo, aquel miedo irracional al compromiso, al ser algo, a las citas, a las manos, a nosotros juntos.

en cambio me dijiste que me querías

pero que no era suficiente.

       hoy me viste hacer arte

hacer tu arte

y me pedías que no me manchara, que sería imposible de limpiar.

pero a la vez me pedías que terminara tu trabajo como si fuera posible hacer las dos cosas a la vez

como si pudieramos ser todo y nada al mismo tiempo.

y es que en eso nos resumimos: en la terrible creencia que nos clavamos en el pecho de que es posible querernos y no estar juntos.

      me viste hacer arte, y sentía tu mirada.

mirabas cada pincelada

y cada mezcla nueva

que yo no sé nada de pintura pero me las arreglé para ayudarte.

y lo veía en tu mirada, estaba ya en tu expresión de enojo desde el día que te dije que teníamos que hablar:

me querías, pero no era suficiente.

      y hoy me viste hacer arte

pero ser todo y ser nada
        no fue suficiente