Capítulo 6: ¿Celos? ¡No!

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-Por que demonios no dijiste nada, somo tus amigos -dijo Felipe exaltado.

-¡Vamos! Se los iba a decir... -Vaney me interrumpió.

-¡Mierda Sam! ¿Cómo coño Dan es tu novio? -Vaney se veia molesta molesta

-¡Joder! Parecen mis padres -fue lo último que dije enfrente de ellos y salí realmente molesta hacía cafetería...
En ese trayecto pase empujando a alguien, no sabía quién era... Al parecer es algún nuevo.

Al llegar a la mesa en donde siempre desayuno encontré a Dan hablando con la chica pelirroja, esa tia me parte en dos.
En ese instante Dan volteó hacia mi.

-¡Sam! -se cara parecía tomate.

-Vale -no creo que haya sido la mejor respuesta pero ya estaba de coña.

Así que fui por mis libros al salón para ir a biblioteca.

Al pasar al salón había una chica y una chico con el maestro, no les puse mucha importancia y salí hacía mi destino.

Al estar ya en mi mesa empecé a leer y sentí un papel golpeando mi melena.

«¡Hola! Soy la persona que empujaste hace rato...»

Entonces miré a todos lado y no había nadie, sólo ví a un idiota entrando por la puerta.

-¡Sam! Lo siento no tengo porque pedirte explicaciones -dijo Felipe con enojó y al mismo tiempo frustración.

-Se que son mis amigos. Juró que estaba a punto de decirles, no se los iba a ocultar a ustedes -le dije ya estando más calmada.

-Es que... ¿Por qué él? ¿Qué tiene él? Todas quieren con él -dijo confundido.

¿Todas? ¡Mierda! La pelirroja.

-Ah, no sabía que TODAS querían con él. Pero es que él... -me interrumpió.

-Sam... Yo, yo... Me gustas mucho, se que esta mal pero desde que te vi... No lo sé -Felipe estaba muy sonrojado.

En ese momento lo abracé, porque: a) él también me gustaba o me gusta un poco y b) era mi mejor amigo yo no quería que sufriera por una chica y menos que esa chica fuera yo.

Y en ese momento el mar se salió de borde, Dan entró y al vernos corrió y nos separó molesto.
En pocos segundos ya empezaban a empujarse.

-¡Joder! Dan ni siquiera se te ocurra ponerle una mano encima -dije molesta.

Esto era muy gracioso.

-¿Quieres que deje que él te ponga la mano a ti? -dijo Dan mirándome.

Y entonces el primer golpe fue de Felipe, justo en el ojo y le siguió Dan este en el mentón.

-¡Felipe! ¡Largate! -dije gritando.

Le alce la cara a Dan, no se veía grabe pero de inmediato quito mi mano.

-¿En que pensaste? Eres un maldito... -dije mientras me interrumpía.

-Si, SI Soy un maldito celoso, más si se trata de él. Siempre nos has gustado a los tres, no te dejare ir tan fácil. Eres mía, entiende eso -dijo Dan con tanta seguridad.

-¿A los tres? ¡No, no! Te escogi a ti y fue por algo que lo hice -dije sonrojandome.

-¡Vamos! ¿Creiste que no me habia dado cuenta? Te gustamos, ¡LOS TRES! -me dijo gritando.

Y entonces hagache la cabeza porque ¡mierda! Dan tenia mucha razón, toda la razón.

Dan me abrazo, levante la mirada y nos besamos. Esta vez fue un beso muy dulce, delicado y con eso me di cuenta que lo amaba más que a... Felipe y Vaney. Pero algo nos desconecto o mejor dicho alguien, solo le vi la espalda.
¿De dónde coño salió?

-Vamos a mi casa para curarte, al cabo esto fue mi culpa -dije mirando su ojo todo hinchado.

Al salir de mi escondite secreto (que fue violado por golpes), Dan agarró mi mano y caminamos al salón. Nos dimos cuenta de que faltaba la hora de historia y decidimos quedarnos.

Vaney estaba sentado al lado izquierdo, Dan del otro lado y Felipe adelante de mi.
De nuevo recibí un golpecito de un papel.
«Me llamó Alex»
«Yo soy Sam»
Mire hacia atrás y lo ví, un chico muy, muy apuesto.
Le regresé el papel y recibí un mensaje.
Vaney.
«¿No me piensas hablar?»

Decidí no contestar, había dado el timbre para salir. Como siempre Vanye y Dan nos quedamos al final (faltaba Felipe) y Alex se acercó a los tres.

-Mucho gusto soy Alex -le estiró la mano a Dan.

-¡Sam! ¿Me podrías pasar tú número? -dijo Alex dándome su móvil.

-Seguro -dije mirando su ondulado cabello.

Cuando termine de escribir Dan jaló el móvil de Alex y Vaney me jaló del brazo.

-Ten -dijo Dan.

-¡Adios Alex! -dije gritando antes de salir la puerta.

-Adios bonita -dijo Alex.

Los tres me rodearon.
-¿Ahora ese que se cree para decirte bonita? -dijo Dan.

-Si no te hubiera jalado seguirias coqueteando con él -dijo Vaney.

-Joder ¡Ya! Esto de los celos no ayuda en nada -dije muy molesta.

Tome de la mano a Dan y empecé a cambiar hacia su coche.
Quitó el seguro, entre y aventé con todas mis ganas mi mochila a los asientos de atrás.

-Sam... -Dan dijo con timidez.

-¡Cállate! -dije mirando la ventana.

El camino hacia mi casa fue muy cortó.
Salí del coche, tomé la mochila y aventé con todas mis ganas la puerta. Dan corrió antes de que yo llegara a la puerta y me abrazó de la cintura. Me giré hacia él y me alejé. Abrí la puerta

-Vamos! Tenemos que entrar, no quiero que ese ojo se hinché -dije ya entrando.

Mi madre no estaba y mi padre regresaría de un viaje en dos días.
Subimos a mi cuarto, lo dejé sentado una la silla de mi pequeño escritorio mientras que yo iba por una hielo y una toalla.
Cuando regresé me senté sobre sus piernas.

-Joder eso duele -dijo quitándome la toalla.

-¿Yo te dije que pelearas con Felipe? -dije un poco -frustrada.

Le quite la toalla y la volví a colocar sobre su ojo, no dejaba de mirarme. Sus manos bajaban a mi cintura y eso hacía que me estremeciera. Quite la toalla y ahora mis brazos rodeaban su cuello. Me miró unos segundos a los ojos y después a los labios. Esto era una tortura, en todo el día no nos habíamos besado y sólo habían sido peleas.
Tocó con su mano derecha mi mejilla y acercó sus labios hacía mi. Mis manos jalaban de su cabello perfecto, me cargó y después me dejó sobre la cama. En ningún momento nos separamos, él estaba encima de mi. Mis piernas se mantenían sobre su cadera pero lo detuve, no quería que pasará a mayores. Entonces nos sentamos a orillas de la cama.

-¡Amor! Perdón por todo lo que pasó hoy.

-Creo que algunas cosas fueron errores mios, pero debes hablar con Felipe.

Entonces me llegó un mensaje.
«Soy Alex, bonita ¿quieres ir por un helado?

-¡Vamos! ¿Ese gilipollas de nuevo? -Dan de nuevo estaba molestó.

-Joder de nuevo no

-Sam vámonos

-¿A dónde?

-Pues a comer -dijo rodeando los ojos.

-Bueno, si.

-Ten en cuenta que será nuestra primera cita como novios -dijo sonrojado.

Y si... como novios.

Para mi, tu y yo, siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora