Para mi, tu y yo, siempre.

Capitulo 5: ¿Vaney o Dan?

Había pasado ya un buen tiempo desde el inicio de clases, no pasó nada relevante para mi. Vaney, Dan y Felipe ya se llevaba bien éramos tipo los «mejores amigos». Los quería por igual.
Salimos un por de veces todos, puedo decir que los amo. A Dan lo bese a Vaney también así que sólo quedaba Felipe, esas ganas de querer besarlo aun no se iban.

«Viernes 26 de Noviembre»
Ese día me sentía realmente feliz, tal vez el otoño me va bien.
Mi móvil sonó.
Vaney.
«Sam ¿Puedes pasar por mi?»

¡Raro! Decía mi conciencia. En estos casi cuatro meses nunca me había pedido que fuera por ella.

«Vale, llegó en 10 minutos»

Ya habíamos llegado a la escuela, Vaney se veía molesta.

-¿Pasa algo? -le pregunte.
Vaney miraba mucho su pequeño reloj.

-Solo recuerda que estaré para ti siempre - dijo Vaney mientras me daba un abrazo.

Pense: ¡Joder! ¿Qué mierda va a pasar?

-Piensa muy bien eso, porque los humanos no podemos con esa palabra, es una carga.

-¿A que te refieres?

-Un para siempre no vale para mi, podrás decir muchas cosas pero para mi los hechos valen valen más. Te alejaras de mi en algún momento y te odiare por eso.

-Cuando yo digo siempre es siempre - Vaney ahora estaba más molesta.

-Créeme sigo sin creerte -dije balbuceando.

-¡Joder! -dijo mientras entraba al baño.

Desde la otra ocasión pensaba en que el baño es un muy buen lugar.

-¿Qué quieres que haga para que me creas? -dijo Vaney a tope.

-Nada,  nada -yo ya empezaba a flipar.

Se acerco a mi, pude oler aquel dulce aroma que me encanta.

Susurro a mi oído:

-Te amo, te amo -dijo Vaney con su sexy voz.

Y ahora, por segunda ocasión sus labios manejaban los míos. Su forma de besarme era hermosa, la forma en como tomaba mi cabello era perfecta. Ella era perfecta.

Ella se encontraba sentada en los lavabos, sus piernas quedaban a la altura de mi cadera.
En ese instante recordé a Dan entonces me separé de Vaney. ¡Joder! Dan estaba causando algo en mi.

-¿Sam? ¿Qué pasá? -Vaney parecía sorprendida.

-Nada, me quiero ir -le contestaba mientras abría la puerta.

Caminé con hacia la biblioteca, a esta hora no había nadie y me daría tiempo de pensar porque no quería entrar a clases. Pero encontré a Dan saliendo de la dirección.

-¿Y tú?¿En la dirección? -dije mirando sus hermoso ojos.

-¿Y el saludo? Solo pasé a preguntar por los talleres, pero están jodidos -dijo sin quitar la mirada de mis labios

-Vale, vale hola -dije mientras le daba un beso en la mejilla.

-¿A dónde vas niña?

-Biblioteca -dije mientras señalaba hacia la derecha.

-Te acompañó -lo dijo en plan de no poder negarse.

Al llegar a la biblioteca notamos que no había nadie, nos sentamos en la mesa del final.
Saqué el libro de historia, pero solo miraba al frente.

-¿Qué pasa? -dijo susurrando.

-Nada -dije fríamente mientras me dirigía al librero que decía «Historia».

Dan se acercó y me colocó delante de él, dando mi espalda al librero.

-Te quiero, quiero pasar un largo tiempo a tu lado, necesito saber que eres mía, quiero ver tus ojos cafés todas las tardes, que nos vean caminar de la mano a todas partes, quiero la aprobación de tus padres, te necesito -Dan se veía tan hermoso mientras pronunciaba eso.

-Si, si quiero ser tu novia -dije con entusiasmo.
En ese momento Dan junto nuestros labios, esta vez me apretaba más a él y yo jalaba de su hermoso cabello. Él mantenía sus manos en mi cintura.
Se sentó en el suelo sin dejarme de besar y yo me coloqué entre sus piernas. Por unos segundos paramos, nuestras frentes yacían unidas por unos minutos, veía como sus labios estaban rojos e hinchados y entonces mordí de ellos. Dan hizo un pequeño chillido.
-Muerdes muy duró -dijo mientras tocaba mis labios.

-Acostumbrate -dije mirando su herida.