Capítulo 9:La amiguita de Vaney y Abril.

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Miércoles
Ese día me había levantado tranquila. Mi humor era algo bueno (eso era realmente extraño), pero me gustaba sentirme así. Y eso era a pesar del alboroto que esos chicos causaban en mi pequeña mente.
6:20 AM
Me arreglaba para
otro día en el desastre que es la escuela. Después de algunos minutos encendí el móvil.
6:00 Vaney
«Necesito hablar contigo»

6:25 Alex:
«¿Puedo pasar por tí?»

6:30 Dan:
«En 10 minutos llego»

Y el drama empezaba y todos a atacar.

S-Alex
«Lo siento, siempre me voy con Dan... Mañana si quieres.»

S-Dan
«Vale.»

S-Vaney
«Vemos en la escuela.»

Después de contestar me recosté un momento y viaje como  regularmente lo hago.
El timbre sonó.

—¡Sam, hija! Dan llegó y no desayunaste -Me llegaba a tope cuando mi madre​ me hablaba de esa forma.
Ella y mi padre se encontraban en el comedor.

—Ahora bajo -Me pare de la cama. Mi móvil ya estaba en mi bolsillo, tomé mi mochila y sudadera. Bajé. Dan siempre se ponía en la puerta y se quedaba viéndome cómo estúpido, no podía evadirlo porqué las escaleras de la segunda planta daba directo a la entrada.
Se veía tan guapo con esos jeans negros, camisa verde y mochila en hombro.

Desde que bajaba me le quede viendo y al terminar las escaleras doble para el comedor. Coloque una manzana en mi mochila, bebí una vaso de jugo de zanahoria y me despedí de mis padres.

—Hija, en la sala deje un poco de dinero para ti, tu mamá me dijo que ya no te quedaba mucho -eso me gustaba de mi padre, ya que no le pedía a menudo muchas cosas me daba dinero.

—¡Gracias! -ellos sabían que los amaba, a mi forma. Fuí por el dinero.

—¡Disculpen! Pero.. ¿Dejarían que Sam vaya a mi casa? -esa pregunta fue algo inesperada, ya me encontraba a su lado. Tomó de mi cadera y la junto con la suya.

—No estaremos, iremos de compras y a comer algo a la plaza, así que la traes antes de las 9 -¿en serio? ¿A las 9?

—Gracias por dejarla ir, la cuidaré -Se despidió de mis padres y salimos de ahí.

Me quito la mochila y sudadera, se subió al auto y puso las cosas atrás. Creo que ya no me habría la puerta para que no dijera nada estúpido para él.
Ya estaba dentro del auto.

—¿Por qué ni un abrazo me diste? -encendió el auto y arrancó. Había avanzado algunas cuadras antes de que respondiera

—No quería un abrazo

Detuvo el auto. Me voltee a él y apreté de sus mejillas, las acerque a mi y bese con dulzura. Quería seguir así, oliendo  su aroma, viendo sus ojos hermosos, besando de esos labios gruesos... Quería seguir con él.

Me abrazó por unos instantes, nos despegamos y siguió conduciendo. Todo fue silencio.
Después de otras cuadras llegamos a la escuela, tomé mis cosas junto con su mochila y bajé. Estaba recargado de su puerta viento al frente.

—¿A quién esperas? -le deba su mochila.

—Alex quiere hablar conmigo -agarro mis manos y las paso por su cuello.

—¿Muy amigos ya? -jale de su cabello.

—Mientras le caiga mal Felipe...

—Pero porque el odio repentino contra Felipe -quite mis brazos de sus hombros.

Para mi, tu y yo, siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora