Tres

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Seúl, 2017

El señor Jeon entró luego del receso, mi comida seguía intacta a excepción de una manzana que estaba a punto de terminar. Se sentó frente a mí con su libreta de apuntes y un lápiz, me parecía ilógico que estuviese escribiendo cuando sabía muy bien que mi declaración estaba siendo registrada, y que alguien al otro lado del gran vidrio negro estaba escuchando todo lo que decía. 

-Ahora dígame, Park Jimin, ¿cuándo notó que mi hijo -el señor Jeon hizo una pausa- que Jeon Jungkook y usted comenzaron a tener conflictos? 

-Oficial Jeon, dije colocando ambas manos sobre la mesa y recargando mi barbilla entre mis manos -¿De verdad quiere escuchar como fue mi relación con su hijo? Seré muy explícito, por lo que le recomiendo que asigne a otro oficial para el interrogatorio. 

-Basta, Jimin, sólo dime qué hizo mi hijo para terminar de esa forma.

Me limité a guardar silencio, el oficial Jeon se notaba muy alterado y no quería terminar de quebrantar su templanza, aunque sería divertido ver como se quebraba y caía pieza por pieza. Después de un largo rato de silencio, el señor Jeon estrelló su puño contra la mesa, sacándome de mis pensamientos.

-¡Habla, maldita sea! 

-Usted lo pidió, oficial, espero que se dé cuenta que su hijo no era inocente como pensaba. 

Busan, 2008

Luego del incidente del beso, Jungkook se había vuelto más distante. No quería conversar con Jimin pues sentía vergüenza de lo que había ocurrido. Jimin, por su parte, trataba de acercarse al chico para disculparse, aunque en realidad no estaba arrepentido. 

Una tarde, al salir de clases, Jimin decidió enfrentar a Jungkook de una buena vez. Tomó al chico del brazo sin que pudiese protestar y lo encerró en el aula donde recibían clases. Lo sentó en el escritorio, Jungkook parecía asustado ante la actitud de Jimin así que decidió bajar el rostro para no mirar al otro. 

-Jungkook, ¿qué sucede?- dijo Jimin calmado -¿Por qué has estado evitándome? 

-Yo- dijo Jungkook mientras jugaba con sus dedos - Yo no quiero hablarte, siento que mis mejillas se tornan rojas cada ve que te veo. 

-¿Por qué?- preguntó Jimin acercándose más al chico 

-Luego de lo que ocurrió en casa, sentí algo extraño y cada vez que te veo se siente peor, es como si no pudiese respirar. Al verte, cada molécula de oxígeno abandona la habitación y me falta el aire.

Jimin negó con la cabeza mientras sonreía y se acercaba hasta quedar frente a Jungkook, colocó, de forma gentil, un dedo en la barbilla del menor para que pudiese levantar su rostro.  Jungkook dudó un poco pero lo levantó para toparse con los ojos rasgados del otro.

-Me ocurrió lo mismo desde que te vi el primer día de clases- sonrió Jimin -No debes de avergonzarte, me encanta saber que sientes lo mismo que yo. 

Jimin se acercó hasta acortar la distancia y plantar un suave beso sobre los labios de Jungkook, nuevamente el sentimiento de culpa de estarle arrebatando poco a poco la inocencia a un niño se hacía presente, pero le sentimiento que estaba correcto también llegaba a él y al sentir las manos de Jungkook acariciar el cabello de su nuca mientras lo besa borraba cualquier sentimiento de culpa, sustituyéndolo por algo más.

La puerta del salón se abrió haciendo que los chicos se separaran, Jimin giró para ver a la persona que los había interrumpido y se encontró con un Yoongi muy despeinado junto a otro chico, el chico del lunar sobre su labio. 

-¿Qué estaban haciendo?- preguntó el otro chico a Jimin.

-Nada, Jungkook se sentía mal, así que lo traje hasta acá. 

-Eso no importa, Hoseok- dijo Yoongi refiriéndose al otro chico -Park, podrías sacar tu trasero de acá y el de Jungkook también, Hoseok y yo necesitamos terminar algo, así que vete.

Jimin y Jungkook salieron de la habitación tomados de las manos, el padre de Jungkook se encontraba en la entrada al verlo, el menor soltó la mano de Jimin y se limitó a sonreír, el señor Jeon escaneaba a Jimin con la mirada. Jungkook se despidió y se alejó de Jimin. 

Seúl, 2017

El señor Jeon tomaba notas de todo lo que decía, pero al parecer parecía que no le había dicho lo importante. Se rascaba la nuca mientras me observaba y volvía a tomar notas. 

-Hasta el momento no me has dicho la razón por la que Jungkook no está más con nosotros- dijo el señor Jeon dejando la libreta en la mesa. 

-Usted preguntó la razón por la que hice eso y ese fue el inicio, saber que su hijo me quería como yo a él. 

-¡Tenía once años y tú lo confundiste! 

-Él era lo suficientemente maduro como para saber lo que estaba haciendo, señor. Además, usted notó desde ese instante que su hijo y yo nos gustábamos pero no hizo nada, usted tiene culpa tanto como yo. 

El oficial se levantó de nuevo de la mesa y salió de la habitación cerrando la puerta de golpe, a este paso el interrogatorio llevaría más horas de las esperadas. Tomé la manzana y me limité a comerla, giré mi rostro y podría jurar que miré a la persona del otro lado del vidrio.


Praeda  《JiKook》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora