CAPÍTULO TRES

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-Veras.. Luhan ¿Así dijiste que te llamabas? Nosotros no tenemos tiempo para perder con peces pequeños,- le dice el hombre,- nuestro trabajo consiste en casar un pez mucho más grande, tu jefe. Si nos das información acerca de dónde se encuentra, es posible que recibas algo a cambio.- 

Uno de los hombres más alto de ese grupo se le hacerca al anterior y acercándose a la oreja, le dice, - ¿Que mierda estás diciendo? Nosotros no vamos a compartir nuestro dinero. Solo hay que matarlo y después seguirle la pista al Coyote-

Luhan ensancha su sonrisa.

El otro le contesta- ¿Que pista carajo? Te recuerdo que es un jodido vampiro. ¿Acaso alguna vez le seguiste la pista a un vampiro? ¿Acaso sabías que los vampiros existen? No lo encontraremos nunca si no tenemos información previa,-

-Entonces hazlo hablar y después mata lo, pero nuestro dinero no es para nadie más- fijo y miro al tipo de corbata.

¿No habían caído en cuanta que Luhan era un vampiro también? Pues los esteba, felizmente, escuchando.

-Señores, no es necesario el hacerme hablar,- dijo sorprendiendo a los dos hombres de al frente, agudizaron la mirada,- Mi amo, llegará en breve,- informo  para sorpresa de todos. Y todos tomaron con más firmeza sus diferentes armas y sus sentidos estaban más alertas que nunca.

Y el silencio reino en el salón.

Los intrusos se giraron hacia la puerta cuando escucharon que está empezaba a cerrarse, pues antes las habían dejado abiertas.

Las luces se apagaron y pasos se empezaban a escuchar. Un constante sonido bajando por las escaleras. Pero nadie, a excepción de Luhan, veía nada.

-Luhan-se escucho en la sala, una voz que hace unos segundos no estaba presente. -¡Se fue la luz!- dijo y en ese mismo instante la luz regreso, por consiguiente los focos se iluminaron y la sala brillo dejando ver a un nuevo personaje en las escaleras. -Ya regreso-

Ahí estaba un hombre imponente vestido enteramente de negro. Una piel increíblemente pálida y un porte incorregible. No había dudas en los invitados, ese era Oh Sehun.

-Luhan no sabes lo difícil que fue encontrarlo y lo difícil que fue traerlo - se quejó Sehun con el rubio con cara de burro enfermo. -Apenas intenté tocarlo se despertó, me reconoció y se lanzó sobre mi- dijo.

-Pero eso es bueno, lo estaba esperando.- comento Luhan.

-¡Se lanzó sobre mi para supuestamente matarme!- corrigió,- no se, fue raro y yo solo deje que me golpeara, se tranquilizó y después se durmió en mis brazos. Y aproveché para traerlo y esta vez no se despertó-

-¿Se durmió en tus brazos? - duda Luhan,- mira que resultase romántico- dijo.

-No quiero escuchar eso de ti- se cruzó de brazos.

-Y ¿ donde esta? -
-Esta en mi habitación- respondió y enseguida el rubio se dispuso a ir, pero primero.

-Por cierto, estos caballeros llevan unos minutos esperándolo,- hablo y se dirigió a la habitación, tenía ganas de ver al niño.

El dueño de casa ni los había notado.

-Al fin apareces, Oh Sehun- Dijo el hombre de siempre.

Sehun lo dijo nada, solo los contemplo un momento, para luego terminar de bajar las escaleras. Estaba cansado.

-Bien..señor Oh Sehun, me temo que nosotros tenemos que cumplir con nuestro trabajo, espero que a su excelencia no le moleste morir - dijo y todos rieron, hasta Sehun para sorpresa de ellos.

Vampiro: El Siniestro [sebaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora