CAPITULO DIECIOCHO

944 145 52
                                    

-Por favor no quiero problemas.. y mi amo seguro tampoco los quiere, le pido por favor, que hagan lo que deseen, porque nosotros no seremos un obstáculo en sus planes- dijo Luhan dirigiendo su mirada hacia todas las direcciones. No podía entender el porque no podía ubicarlos por ningún método. No podía verlos, no podía sentir ningún aroma desprenderse de ellos y no podía hacer mas que oír sus voces esparcir se por doquier.

-Pero que sirviente tan altivo.. ¿Quién nos asegura que tu amo no querrá meterse con nosotros? No.. no quiero arriesgarnos- hablo el hombre con un tono casi que divertido. Parecía que buscaban un motivo para acabar con él y no ponía empeño en esconder su verdadera intención.

-Bueno, si quieren conocer a mi amo, están invitados a nuestra humilde casa- espeto Luhan ya algo molesto por aquel tono tan creído que usaba aquel hombre y la voz que debería ser de una niña.

Los extraños solo rieron, como si Luhan acabara de contarles un chiste muy bueno.

Entonces tras las risas de aquellos, entre las calles y la oscuridad atascada en los callejones y esquinas, aparece una sombra, la silueta de un alguien que se acercaba hasta donde el castaño se encontraba parado. Si no fuera porque su olor no era tan diferente, Luhan se estuviera preparando para pelear, creyendo que era un tercer extraño.

-Sehun...- pronuncio casi aliviado.

-Estabas tardando tanto.. así que Baekhyun me mando a buscarte y prometerle que regresaría contigo en una hora- dijo el azabache cuando por fin estuvo parado a lado de su amigo viendo directamente hacia el frente, como si hubiera algo mas que cemento y una vía que parecía no tener fin.

- Y bien.. ya te encontré, vamos- ordeno Sehun, pasando por completo de las presencias paradas a unos cien metros de ellos, así como pasando por alto la conversación que habían tenido con Luhan, que inevitablemente oyó.

A Sehun no le importaba aquellos extraños -puede que..-, ni siquiera por la evidente sed de sangre que ahora consumía todo el aire, estaba dispuesto a dejarlos en paz si ellos hacían lo mismo, pues justo ahora, le parecía innecesario derramar sangre por estupideces ni siquiera definidas.

-Tu, al parecer, eres el amo de ese- hablo la voz masculina cuando Luhan y Sehun ya se habían volteado para irse. Le había molestado el que aquel llamado Sehun pasará de ellos cuando obviamente los había percibido a la perfección.

Parecía que habían montado un teatro, en donde fingirian no conocerse.

El mentado no respondió ni dio señal alguna de haberles prestado atención.
Y eso​ molesto en demasía al otro sangre pura.

-Sehun Von Tromer- llamo dejándose por fin de juegos.

El azabache detuvo sus pasos y junto con él, Luhan volteo hacia los extraños que conocían el nombre de su amo.

- Veo que vivir de una manera tan desganada le ha hecho perder los modales que el primer estirpe inculcó en usted. Es lamentable ver la ruina de un caballero- dijo, como si lo conociese.
Sehun suspiro.

-¿Cuanto tiempo ha pasado desde la primera y última vez que le vi? Sir- respondió Sehun mirando a aquel que salía de la sombra y se mostraba finalmente a la capacidad de Luhan, quien guardando silenció, no tenía idea de quien era ese hombre, pero al parecer su amo si.

-Me complace saber que su memoria sigue intacta, señor- respondió Tao haciendo una leve reverencia,- es un placer volver a verle, señor-

-¿Y que es lo que te trae ante mi esta vez?- pregunto Sehun obviamente molesto.

El llamado Tao sonrió de una manera que a Luhan no le agrado en lo más mínimo. Como si hubiera estado esperando que el momento de dicha pregunta llegase.

Vampiro: El Siniestro [sebaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora