CAPÍTULO QUINCE

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La casa era acogedora, ni muy grande ni muy pequeña. Era perfecta para que vivieran tres personas allí.

El viaje había sido pesado y Baekhyun se sentía extremadamente cansado, por lo que Luhan le guío hasta la habitación que sería la suya, y ahí el menor durmió el resto del día.

No importa lo que llegues a hacer o el como llegues a verte, te amo.

Para cuando Baekhyun despertó, el sol ya se había ocultado y la casa se encontraba a oscuras.

Los malos recuerdos​ volvían de nuevo a clavarse en el costal.

-Luhan- llamo, pero no recibió respuesta alguna. -¿Luhan?- dudo mientras abandonaba la cama.

Baekhyun bajo las escaleras hacia el corredor, del lado izquierdo se encontraba la sala y del lado derecho la cocina y el cuarto de huéspedes.

Se dirigió a la cocina, encendió la luz, no había ni rastro del vampiro castaño. Fue luego a la sala, a los cuartos y reviso los baños. Luhan no estaba.

¿Acoso él desaparecería de la misma manera en que desapareció Sehun?

Tomo aire y decidió no desesperarse, fue hasta la cocina y sentando en una silla del comedor, decidió calmar a su corazón que empezaba a creer lo peor.

Pero "Yo no me iré. Esperaré contigo a Sehun" le había dicho el castaño inmortal. Confiaría en sus palabras y esperaría ahí sentado.

Pero.

Los minutos pasaban y Baekhyun estaba considerando la idea de salir a buscar le, hasta que  escucho la puerta principal abrirse y una exclamación de cansancio.

-¿Que son estas horas de llegar? ¿Adonde estabas y que estabas haciendo?- el humano se encontraba parado en el pasillo, esperando por las respuestas a su interrogatorio, mientras le reprochaba con la mirada y cruzaba los brazos en son de molestia y autoridad.

Luhan le miro divertido. ¿Cuando los papeles se habían invertido?

-Baekhyun, son apenas las nueve, salí a hacer las compras para mañana no tener que hacerlo - le respondió a la vez que dejaba las bolsas en el suelo. Y luego se acercaba a su "sobrino", que era lo que había inventado cuando las vecinas vinieron a darle la bienvenida al lugar.

El menor bajo los brazos, aliviado.

Luhan lo abrazo. -Te dije que estaría contigo, pues si Sehun aparece alguna vez, es seguro que primero vendrá a ti y debo estar ahí para evitar que le claves un cuchillo- el sobrino respondió al abrazo medio riendo por lo que había dicho el otro. Definitivamente si volvía a ver al maldito de Sehun, primero le clavaría un cuchillo.

Luhan se había convertido en su familia, siempre le había visto como tal. Y ahora más que nunca agradecía tenerle.

Después del cálido abrazo ambos se dirigieron a la cocina.

-Al menos ayúdame con las bolsas- le reprocho Luhan. -Tu eres el vampiro aquí- respondió el humano- pero eso o hace que me crezca un brazo extra- contradijo Luhan,- si estabas tan preocupado pudiste haberme llamado-

*. *. *.

Estaba en su balcón, sentado en el borde, sintiendo el viento ondear su cabello mientras fumaba. Últimamente lo hacía demasiado, pero no le preocupaba mucho su salud.

Había pasado toda la tarde leyendo aquel extraño libro que había llegado a él en extrañas casualidades. O puede que el libro haya sido enviado deliberadamente a él, aunque lo dudaba bastante.

Vampiro: El Siniestro [sebaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora